AMLO no dejará las mañaneras

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AMLO no dejará las mañaneras

Miércoles, 25 Marzo 2020 00:08 Escrito por 
AMLO no dejará las mañaneras Lo bueno, lo malo y lo serio

A pesar de que en días pasados advirtió el presidente Andrés Manuel López Obrador que pararía sus actividades cuando así se lo recomendara el subsecretario de Salud, Hugo López-Gastell, en razón de la emergencia que se vive en el mundo, y desde luego en México, a causa de la pandemia generada por el coronavirus, COVID-19, parece imposible que se detenga, al menos de la forma como la sugirió el subsecretario.

Bien, pues el subsecretario ya recomendó guardar “sana distancia”, así como suspender actividades no esenciales y reprogramar eventos masivos; sin embargo, una vez más el mandatario contradice a cualquiera que no haga o diga lo que desea, aún siendo de su propio gabinete, y a pesar de haber manifestado que detendría actividades cuando se lo sugiriera el responsable de la estrategia para el tema del COVID-19, advirtió que él tenía programada una gira al Estado de Oaxaca, la que se llevó a cabo de acuerdo a lo programado, quedando la recomendación en sólo una anécdota más.

Posteriormente, la titular del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dispuso suspender actividades en cines, teatros, deportivos, iglesias, bares, antros, entre otros, incluyendo eventos públicos y privados, los que no podrán ser de más de 50 personas; y de nuevo, a pesar de ello, al día siguiente en la mañanera el número rebasaba por mucho tal recomendación, con 114 asistentes, y, a pregunta expresa de Sara Pablo, reportera de Radio Fórmula, el presidente respondió: “la verdad, el máximo de 50 personas todavía se va a definir, porque en concentraciones se acordó que no fuesen mayores de 5 mil”.

Con lo anterior deja una vez más en claro López Obrador que las disposiciones que no ordena él, o no le parecen, las ignorará y punto, ¿por qué? Pues porque él es el presidente y no va a permitir que nadie venga a decirle lo que tiene que hacer.

Pero no es únicamente por eso, bien sabe el tabasqueño que no se puede permitir darse el lujo de abandonar las mañaneras, con o sin el coronavirus de por medio, y menos por tiempo indefinido, porque eso le significaría un fuerte golpe a su popularidad, con un mayor impacto como no lo ha recibido por ninguna otra causa.

El mandatario presume sus altos niveles de popularidad con sus seguidores que se manifiestan a través de las visitas que tiene en redes sociales, es el más famoso youtuber de México, y es en donde apoya lo que presume, y lo saca cada vez que lo necesita con frases como: “el pueblo nos quiere”, “el pueblo nos apoya”, etcétera.

Sin embargo, el mandatario se preocupa demasiado por cuidar ese panorama que en cualquier momento puede cambiar, y descuida la gobernación, entonces parece que el país se dirige y se organiza como mejor se le da a entender por sí mismo, sin un capitán al frente.

El resultado es una lógica división social que se ha venido dando desde el inicio del gobierno, alimentada desde el propio ejecutivo, en donde se destacan los que siguen al pie de la letra lo que el inquilino de palacio les ordena, y los demás. Aunque ya son muchos seguidores de AMLO que empiezan a toman precauciones.

Como por ejemplo; de acuerdo a lo que está sucediendo con la propagación en el país de la pandemia del COVID-19, muchos de sus incondicionales siguen las recomendaciones que surgen desde la sociedad civil y otros países, sin esperar las oficiales.

Y así, son muchas las familias que se guardan en sus hogares, buscando información lo mas cercana a la realidad o a la que creen es su realidad, porque a pesar de que el gobierno presuma contar con un sector de salud del primer mundo, muchos saben que eso es mentira.

No creer todo al gobierno es lógica respuesta de las muchas mentiras que se han dicho, y eso ayuda a que una parte de la sociedad ponga de su parte, encerrándose en sus casas para evitar contagiarse y ser portadores del virus, ya sea que estén o no de acuerdo con López Obrador, porque finalmente vence la cordura, sobre todo, cuando hay la posibilidad de ver lo que sucede en otras partes del mundo.

Pero, a pesar de que algunos toman conciencia, hay los que insisten en asegurar que se trata de un invento la enfermedad, que aquí no pasa nada, que es obra de otros gobiernos o de los conservadores para desestabilizar al país porque no ven con buenos ojos la transformación que se está dando.

A todo esto surge inevitablemente la pregunta; ¿por qué hay tantos defensores de AMLO convencidos con las ideas que enarbola el oriundo de Macuspana? La respuesta es simple: porque todos los días sale a convencerlos con sus largas letanías, en donde mezcla dichos y frases sencillas que los identifica y que les receta todos los días, por lo que pensar en cortar con las mañaneras corre el riesgo de quedar desnudo en una realidad que no está preparado pare enfrentar.

Es por eso que muchas de sus mentiras dictadas desde púlpito de palacio tiene que soportarías a diario para que, contadas muchas veces terminen por aparentar ser verdad, por encima de lo que digan los tecnócratas que no pueden saben más que lo que dice el científico presidente, según Ackerman.

En un supuesto escenario en el que el presidente dejara las mañaneras, que en realidad son su fuerte, no sobreviviría a dos semanas su popularidad, lo que desde luego no le conviene, y es fácil demostrar que aterriza sus frases en su pueblo bueno y sabio, y calcula los número que es su soporte, aunque con ello, juegue con la ignorancia a su entera conveniencia.

Pero, ya que no se ve esperanza alguna de que se dejen esas mañaneras tan importantes para el presidente, bien podría optar por hacerlas a través de circuito cerrado, conectado con los reporteros que cubren la fuente para responder en tiempo a sus preguntas, o a las que elija, ya que de todos modos siempre contesta las que quiere y como quiere, y de esa manera no pondría en riesgo la salud de todos ellos, pues no cuentan con una fuerza como la del presidente que los proteja.

 

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio