Dedico esta columna a un gran compañero de trabajo Pedro Flores de la Peña, quien falleció el día de ayer en Madrid, España, a causa del Covid-19. QEPD
Este año sin duda será crítico para el mundo y qué decir de nuestro México… en medio de una pandemia que nos coloca en la Fase 2; depreciación del peso alcanzando un valor de $25 por dólar; el desplome del precio del petroleo, provocando otro golpe a Pemex (que como quiera ya es la petrolera más endeuda del mundo); pérdida de confianza en la inversión privada debido a la cancelación de la planta Cervecera Constellation Brands; y por si fuera poco una Camará de Diputados Federal aprobando leyes a modo, como una reeleción hasta por 4 veces consecutivas sin requerir licencia para hacer campaña (ojalá el Senado haga lo propio frente a esta perpetuidad de poder); y a esto hay que sumar la crisis de de inseguridad y violencia que aún con virús en las calles, los números continúan incrementando.
Crisis y más crisis, así inicia una década en medio de una pandemia que ha dejado hasta el día de ayer 375,498 casos confirmados y 16,362 muertes a nivel mundial (OMS).
Ante esto, el gobierno de López Obrador por fin declaró la fase 2 para nuestro país, con 367 casos detectados y 4 defunciones. Cabe decir, que intentó atrasar tal declaración. Pero ante la presión de la OMS, de líderes internacionales y la situacion medíatica, no le quedó más remedio y salió a declarar que siempre sí nos cuidemos, que siempre sí mantengamos sana distancia y que siempre sí atendamos las medidas preventivas para contener esta pandemia.
Estoy preocupada, como todos… bueno no todos, aún con tanta información circulando, es increíble que todavía existen muchas, pero muuuchas, personas que no creen en la enfermedad, pensando que es una cortina de humo, que los gobiernos inventan el virús, en fin, tantas y absurdas historias alrededor del coronavirus.
Entiendo que haya gente que no puede quedarse en casa porque viven, o sobreviven, al día o porque en sus trabajos no les permiten faltar. También hay personas que, como no creen que esto está sucediendo, continuan haciendo su vida diaria como cualqauier otro día sin el mínimo de los cuidados y de las medidas de prevención. Y es por este tipo de personas que España e Italia están en situación crítica, sin poder ni querer salir por miedo a contagiarse, porque saben que a una vez enfermo, en condiciones vulnerables, las probabilidades de sobrevivir son pocas.
Los invito a ser responsables. Ya no sólo con nuestra salud, sino también para con la de los demás. Vienen tiempos difíciles. Desafortunadamente el crecimiento de nuestra economía se mantiene en números negativos y sin duda este golpe paralizará todos los sectores, ya estamos viendo los estragos del desempleo, el cierre de negocios, de restaurantes, salones de eventos, cines, teatros., la grave afectación al turismo y no olvidemos el comercio informal. El impacto será fuerte. Tan solo en 2009, cuando ocurrió el brote de la influenza H1N1, tomó cerca de 10 años para que las empresas se recuperarán. No imagino los años que llevará esta recuperación.
Esperemos que este gobierno no tarde tanto en anunciar un plan de contención económico e integral que involucre la confianza de los mercados y la iniciativa privada, la generación de programas de apoyo a la población y a las familias vulnerables, así como a las empresas en riesgo de liquidez.
Una cosa es segura, la severidad de este golpe económico dependerá del éxito de contenter el contagio. De ahí la importancia de quedarnos en casa todos los que podamos, y si tenemos la oportunidad de ayudar al de lado hagámoslo.
Cuídense y cuídemonos tod@s.
Construyamos #CuentasClaras
*Mtra. en Administración de Negocios
Especialista en Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores