¿Qué hace el PRI para conservar el Estado de México?

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¿Qué hace el PRI para conservar el Estado de México?

Domingo, 05 Abril 2020 00:06 Escrito por 
¿Qué hace el PRI para conservar el Estado de México? Lo bueno, lo malo y lo serio

En la entidad mexiquense no ha gobernado alguien que no provenga de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en donde fue hegemónico por muchos años, como en todo el país.

El actual gobernador del Estado, Alfredo del Mazo Maza, pertenece a una familia de políticos de cepa, su padre Alfredo del Mazo Gonzalez y su abuelo Alfredo del Mazo Vélez, ambos gobernadores en 1981-1986 y 1945-1951, respectivamente.

Materialmente puede presumirse que Alfredo del Mazo fue criado y preparado para asumir como gobernador cuando estuviera listo, y parecía que así sucedía para el sexenio 2011-2017, pero no lo fue, ya que venía con gran fuerza para contender por el cargo Eruviel Ávila Villegas, político oriundo de Ecatepec, quien reclamó ese derecho después de gobernar dos veces al municipio más grande de la entidad y la segunda con mayor cantidad de habitantes del país.

La condición que dejó ver Ávila Villegas al PRI, en caso de no permitirle pelear la candidatura, de poder emprender el vuelo hacia otro instituto en donde se le reconociera su liderazgo, que en ese momento era indiscutible, así lo confirmaban las encuestas, fue que Enrique Peña Nieto decidió de forma sorpresiva, pero al mismo tiempo objetiva, que su primo del Mazo, debería esperar.

Peña Nieto tuvo razón, Ávila Villegas ganó indiscutiblemente a los candidatos del PRD Alejandro Encinas y del PAN Luis Felipe Bravo Mena, de forma holgada, confirmando con ello, que Peña había adoptado esa visión que ya no se había visto en el partido tricolor.

Con ello, Peña ganó respeto, y las decisiones en el partido no tendrían objeción, el PRI con el regreso a la Presidencia, y con un líder con visión, parecía que volvería por sus fueros.

Sin embargo, el Instituto desdeñó la presión que desde mucho antes venía ejerciendo el actual presidente Andrés Manuel López Obrador como opositor, quien a base de encono y rencor que siempre le ha distinguido, se fue fabricando un camino que, tras los errores cometidos por el entonces presidente, se les adelantó.

Así, el tabasqueño aprovechó los pocos reflejos que mostró Peña con los escándalos, entre otros, de la Casa Blanca, resultado de una investigación de Carmen Aristegui y de la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Iguala, Guerrero, que no supo enfrentar, y a los que se les dio gran difusión, al grado que los posibles responsables de la desaparición de los estudiantes, José Luis Abarca, Presidente Municipal de Iguala, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, quedaron en el olvido.

Esa lucidez que había mostrado Peña, con una agresiva política progresista emprendida en su gobierno, y que dio la esperanza de un cambio de timón acorde a los momentos presentes, para lanzar a México hacia el futuro, con un proyecto que resultaba histórico, llamado Pacto por México, firmado el 2 de diciembre de 2012, sólo quedó como un gran intento.

Los errores terminaron por sepultar al gobierno peñista, al no responder correctamente al escándalo de la Casa Blanca y a la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, Enrique Peña tardó demasiado, de inicio prefirió no hablar, pero el tiempo se le vino encima, porque cuando quiso hacerlo, era demasiado tarde. Para la memoria social, animada con insistencia implacable por el entonces eterno candidato a la presidencia, fue visto como culpable, y la desaparición de los 43 como crimen de Estado, en el que se aseguraba la participación de la policía federal y del ejército, al menos fue la idea hasta la llegada de López Obrador, quien de pronto le dio un giro a los señalamientos en contra del Estado.

Para el caso, únicamente los altos funcionarios del gobierno peñista sabrán porque no se reaccionó en el momento adecuado, o quién no supo aconsejarlo correctamente.

El efímero regreso del PRI al gobierno federal, sepultó los sueños del Instituto para recuperar el terreno perdido, a su gente y sus causas, las que un día le dieron brillo, con un partido vivo y cercano al pueblo, porque después de eso, ya nada fue igual, las encuestas decían que la aceptación del presidente iba en picada, nunca se pudo recuperar, y muy prematuro terminó el sexenio.

La exagerada exhibición que de los errores hizo el candidato de Morena, finalmente recibió sus frutos, a base de alimentar rencor, animadversión, junto con un recalcitrante resentimiento, remarcando culpas e inventando otras más, tanto de los panistas, como de los priistas, se abrió las puertas de Palacio Nacional, su eterno sueño.

Aunque desgraciadamente el incansable aspirante, resultó mucho mejor candidato que ahora como titular del ejecutivo, pues parece que ya nada tiene para ofrecer, a la fecha se espera empiece a gobernar, aunque es el canciller Marcelo Ebrard una especie de Vicepresidente quien sale a dar la cara en temas importantes, aunque la destrucción del paìs la ordena el elegido del pueblo, su pueblo.

En cuanto a la aventura priista que ilusionó a muchos de sus cuadros y su gente, es ahora un partido que no aprendió a ser oposición, tal vez por la costumbre de haber sido siempre el partido dominante.

Lejos quedó ese renacer en manos de Isidro Pastor después del 2000, cuando el PRI recibió un duro revés contra Acción Nacional, que de la mano de Vicente Fox, arrebataron gran parte del territorio estatal y lo pintaron de azul, Chilo, con una atrevida campaña y estrategia bien definida, logró lo que pocos imaginaron, recuperar gran parte del territorio mexiquense para la causa tricolor.

Después, la rebeldía de Pastor Medrano provocó que al interior del partido se desatara una división, y la aspiración del oriundo de Atlacomulco quedó sepultada.

Ahora, el tiempo pasa sin que en el PRI se note un proyecto a la altura de su historia, a pesar de estar en riesgo perder el Estado, las encuestas no les favorecen, pero hacen muy poco. Cuando no estaba aún como tema principal el COVID’19, al intentar descubrir, cómo demonios piensan hacerle para recuperar las calles, según lo presumen, la llegada a su sede desanimó cualquier interés, el acceso al inmueble del partido ubicado en Alfredo del Mazo, parece una fortaleza, se encuentra custodiado por unos individuos impenetrables, quienes actúan sin la menor sensibilidad, lo que terminó por decidir abandonar la inquietud para mejor momento.

En fin, habrá que esperar para saber qué hace o hará el partido, así como para descubrir quien podrá ser su candidato, porque buenos cuadros, los hay.

 

 

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio