Diablo: Hola, Simplicio, ¿cómo estás?
Simplicio: !Méndigo, diablo, qué susto me diste! ¿Cómo entraste a mi casa?
Diablo: Como Pedro por mi casa...
Simplicio: Dirás como intruso en casa ajena.
Diablo: Más bien, como caído del cielo.
Simplicio: !Salido del inframundo! ¿Cómo te atreves a andar por las calles? Se supone que todos los NoEs, los No Esenciales, debemos estar en casa...aunque sea un infierno.
Diablo: Los demonios siempre andamos sueltos, pues nosotros sí somos esenciales.
Simplicio: Esenciales...ni la madre que no te parió, porque tú evidentemente no tuviste ni tienes madre. Eres un puro engendro del mal.
Diablo: Calma tus insultos, Simplicio, mira que te anduve buscando en tus sitios preferidos y como no te hallé vine a tu casa a saludarte personalmente. Te extrañé mucho, Simplicio, déjame darte un abrazo/
Simplicio: Sáquese, Diablo maricón, nada de besos ni abrazos. Guarde su sana distancia.
Diablo: Susana Distancia, qué buen invento de los burócratas mexicanos, cómo no se me ocurrió a mí, esa propaganda genial acabó con el Amor al Prójimo, con que infectó al mundo ya sabes quién...
Simplicio: Maldito demonio blasfemo, ¿no te has informado que ese Coronavirus se ha expandido por tu culpa?
Diablo: Órale, ¿Y Yo Por Qué?
Simplicio: Porque así lo reconociste la vez pasada que platicamos. Aunque negaste que hubieras creado el Coronavirus sí admitiste que estabas ayudando a expandir el virus por todo el país, por mar y cielo.
Diablo: Nada más por toda la Tierra, con el cielo no me meto.
Simplicio: Más te vale. Ni vengas a mi casa.
Diablo : ¿Por qué?
Simplicio: Debes saber que mi celestial Ángel de la Guarda personalmente la está purificando de cualquier germen o virus dañino esparcido por contagio de espíritus malignos como tú...comprenderás, con el fin de que pueda ser ejemplo de pureza para la sede de la FRATERNIDAD CONFINADA DEL ESPÍRITU UNIVERSAL, que voy a crear para fomentar la unidad y la solidaridad de la Humanidad.
Diablo: Por el olor parece más bien que alguien muy terrestre como tu sirvienta la está desinfectando con cloro o con azufre.
Simplicio: Te equivocas, apestoso Diablo, el que huele eres tú, a azufre. El cloro sirve para limpiar y combatir a los bichos como tú. Además, ya no se dice sirvienta sino Gerente Asesora del Departamento de Limpieza y Mantenimiento. Y con esto del aumento al salario mínimo y el peligro del Coronavirus, pues llegamos a un acuerdo en que se quedará en su casa hasta que sea seguro recontratarla.
Diablo: Pobre ignorante Simplicio, no sabes que el azufre (del latín sulphur, por eso su símbolo en la tabla periódica es la S, de Simplicio, y no la A) es conocido desde la Antigüedad y ya los egipcios lo utilizaban para purificar sus templos.
Simplicio: Pues deben haber olido a zorrillo, como tú, pues en él Génesis (19,24), los hebreos decían que Yahvé hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego desde el cielo.
Diablo: Ni me lo recuerdes...que todavía me arde. Pero debes saber que por el contrario Homero recomendaba, en el siglo IX antes de ya sabes quién, evitar la pestilencia mediante la quema de azufre (zeio en griego, relacionado con el Dios Zeus). ¿Cómo la viste?
Simplicio: Ay, sí, tú, muy sabihondo. Desde que se inventó Google, ya cualquier diablo sabe de todo.
Diablo: Pues ahí nomás para que te des otro quemón, te recuerdo que Odiseo le habló a su nodriza Euriclea, diciendo: Trae azufre (zéeion), ¡oh anciana!, remedio del aire malsano, y trae fuego, pues quiero azufrar (zeeoso) el palacio. ¿Qué tal?
Simplicio: Pedante de diablo, pues en Apocalipsis 20,10 se dice que el diablo será lanzado a un lago de fuego y azufre. ¿A ver cómo te libras de esa?
Diablo: Uyy, qué miedo. A mí el fuego me hace lo que el aire a Juárez y el azufre me huele a incienso. Y a ese alarmista apocalíptico de Juan me lo paso por salva sea la parte...
Simplicio: Maldito demonio, no sabes el daño que a los humanos nos está causando tu cochino virus y la caída del precio del petróleo que provocaste nos ha pegado doble porque además el azufre que le metiste al petróleo mexicano que lo hace tan pesado hace que valga diez dólares menos por barril que el ligero, que ya de por sí anda por los suelos en precio por el diabólico desacuerdo entre el Emperador Putin y el Rey de Arabia Saudita que tumbó las cotizaciones internacionales.
Diablo: Bueno, ya estás más negativo que mis amarillistas cuates periodistas enemigos de la 4$T. Piensa que esa caída ayudó a bajar el precio de la gasolina importada en México, que ya es un chorro, más que la producida aquí.
Simplicio: Y como me dijo un taxista, ¿de qué sirve que esté barata la gasolina, si no hay pasajeros que demanden el servicio?
Diablo: ¿Quién les manda parar casi todo?
Simplicio: Pues no nos dejaste de otra con tu contagioso virus. Ya nada más falta que pare la abuela y empieces desde tu maldito inframundo a provocar sismos o erupciones de los volcanes Del Valle de México...con los olores de los gases sulfurosos que se desprenden de las bocanadas de humo de esas entradas y salidas de tus subterráneos infiernos.
Diablo: No es para tanto, mi Simply, mira cómo les está yendo en otras partes, que son más ricos, los ricos también sufren, aunque no piense así un famoso gobernador.
Simplicio: Y los pobres no son inmunes pues precisamente aquí en el valle de México la contaminación del aire por tus azufrosos pedos tiene tremendos efectos negativos en los seres humanos, empezando por mí: turbidez corneal, dificultad para respirar, inflamación de las vías respiratorias, irritación de ojos, daños en la garganta, alteraciones psíquicas, edema pulmonar, insuficiencia cardíaca, colapso circulatorio...
Diablo: Párale, Simplicio, párale, que me vas a hacer llorar con tu smog sentimental.
Simplicio: Agrégale a tantos pobres existentes, más del 50 por ciento de la población más diez millones que se estima que se sumarán en lo que resta del sexenio por la crisis económica en que ya nos metiste, la gran cantidad de diabéticos y obesos y de viejos enfermos de todo, empezando por la gran enfermedad del envejecimiento, y verás que van a morir más pobres de hambre y de falta de seguro popular que de tu maldita infección del Coronavirus. ¿Qué demonios vamos a hacer?
Diablo: Pues entre la guerra contra la pandemia y combatir la crisis económica, no hay más solución que antes que nada acabar con el bicho y luego ofrecer remedios para ayudar a sobrevivir a los más que se pueda.
Simplicio. ¿Y quién nos va a ayudar?
Diablo: Pues tú tienes tu Ángel de la Guarda que te cuide, ¿no?
Simplicio: Sí, pero quiero ayudar a que esto se resuelva para todos.
Diablo: Pues eso sólo se puede lograr si todos aportan a la solución.
Simplicio: La solución somos todos.
Diablo: Más bien, la corrupción somos todos.
Simplicio: Precisamente, ahí donde está el mal, está la salvación. Hay que hacer que surja no sólo un nuevo mexicano que no sea corrupto, sino un hombre nuevo universal para después del siglo 21.
Diablo: A ver, ¿cómo está el asunto?
Simplicio: Así: Yo, con mi Ángel de la Guarda, voy a fomentar que surja un ser humano Librepensador, Estructuralmente Igualitario y Fraterno Universalmente (incluyendo solidaridad con los hermanos animales y posibles extraterrestres, por si hay). Claro, esto tendrá que empezar poco a poco, con ayuda de una docena de hombres y mujeres que crearemos una pequeña Fraternidad Clandestina unida por el espíritu universal, pero que irá contagiando al resto de la humanidad para que al final surja el Hombre Nuevo y la Mujer Total, que engendrarán los seres perfectos del mañana.
Diablo: Ah, jijo, yo creí que ibas a ofrecer acciones más concretas para estas crisis, como dinero para rescatar a las empresas y ayudas a los desempleados como en Estados Unidos o como la que prestó Al Capone, sí el mafioso gangster de Chicago, que abrió comedores gratuitos durante la Gran Depresión por toda la ciudad para que no murieran de hambre los desocupados.
Simplicio: Bueno, no descarto que la mamá del Chapo nos ayude cocinando y regalando comida para los pobres...
Diablo: Ése narco si tiene una venerable madre...que lo defienda.
Simplicio: Tener una madre así es mejor que un Ángel de la Guarda y con su ayuda y la fraternidad universal, vamos a superar estas crisis.
Diablo: Empecemos la fraternidad por un abrazo con beso siciliano/
Simplicio: Císcate, císcate, diablo Panzón y Diabético. A propósito, dijiste la vez pasada que te ibas a hacer el examen del Coronavirus. ¿Cómo saliste?
Diablo: Totalmente positivo, es más comprobaron que yo fui el paciente cero, el primero que inició el contagio en el mundo.
Simplicio: !Hijo de la...Chi...nada, cochino murciélago! !Mugre de pangolín! Se acabó el diálogo, contigo no se puede platicar de cosas buenas, como el pueblo.
Diablo. Ni hablar, Simplicio, otro día me explicas con detalle tu plan para el futuro universal.
Simplicio: Me canso ganso.
Aparte:
Diablo: Aviso urgente a mis demonios seguidores: Las cosas han cambiado totalmente como previsto, la 5T viene en camino...!sálvese el que pueda!
Abril 2020