Ya dijo el Presidente que vamos a salir fortalecidos de esta pandemia. En sus propias palabras: “nos vino esto (Covid-19) como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación”. Misma que seguramente se quedará sólo en propósitos, porque no se ve nada concreto. Eso sí, con esta frase deja muy claro que la 4T no es para todos, así que no se anden sumando.
Y justamente esta frase me hace compartirles uno de los efectos colaterales que traerá esta pandemia…el tema electoral. Les recuerdo que el próximo año por ahí del domingo 6 de junio de 2021 (si el COVID-19 nos permite llegar) se realizarán elecciones. Se elegirán 15 gobernaturas (Baja California sigue en la tablita), 29 Congresos Locales y aldedor de 2,000 mil ayuntamientos, lo que representa una disputa por cerca de 3,500 cargos de elección popular. Para muchos será el proceso electoral más grande de la historia, por lo que representa ya en sí el término de elecciones concurrentes (que otro día les contaré) y para otros, una elección más.
Como todo, los escenarios cambian. Ya que entre los efectos de la 4T, los propósitos del Ejecutivo Federal y ahora las repercusiones a gran escala de esta contingencia en todos los sectores, principalmente el económico, ya empiezan a poner en la tablita a muchos políticos que ya se veían en una clara renovación del cargo.
Oficialmente el proceso electoral arranca el próximo septiembre y octubre. Para lo cual ya se estarán sufriendo los efectos del COVID-19. De entrada ya tenemos claro una afectación económica, acompañada del descontento de empresarios e inversionistas extranjeros. Las cifras del desempleo como nunca antes se han visto. El sector salud ya es uno de los más afectados. El sector educativo replanteándose como repetir grado o bien cómo fusionarlos sin que nos demos cuenta. Los índices de delincuencia en gradual aumento. A esto le sumamos la violencia intrafamiliar, los divorcios, la parte emocional por la pérdida de familiares. Sin duda serán factores que provocará que la población ponga en jaque a las autoridades sobre su actuar y se cuestiones qué tanto ayudaron a la ciudadanía. Evaluación que se reflejará en las urnas, sólo esperemos que el pueblo no olvide.
Y para irles ayudando. AMLO ya anunció que los apoyos para esta emergencia están detinados para los más afectados. Curiosamente los sectores de población que representan votos seguros y con los que ha venido trabajando desde que ocupa el cargo de Ejecutivo.
Por lo que hace en mi querido Estado de México, la contienda por una gubernatura en el 2023 ya ha comenzado y al único personaje que se ve con tablas y buena aceptación es el actual Presdiente Municipal de Huixquilucan Enrique Vargas del Villar por el blanquiazul. Por los morenos habrá que elegir entre Higinio Martínez, la superdelegada Delfina Gómez y, en una de esas, hasta Yeidckol Polevnsky. Juan Zepeda por Movimiento Ciudadano. Los colorados por primera vez saben que pueden perder el Estado. Luego entonces, esta contienda se limitará a dos colores… y dependerá del trabajo de unos, de la ineficacia de otros, pero sobre todo de la memoria de los mexiquenses.
Habrá que ver cómo se mueve a nivel local y municipal, porque esta claro que los factores que incidieron en aquel 2018 no se replicarán para un 2021. De menos ahora sí los candidatos importarán porque muchos pero muuuchos fueron invisibles en sus campañas (he ahí el detalle…sin ofender a los agraviados) y ganaron simplemente por el efecto AMLO. Pero este tema, lo dejamos para otra ocasión.
De mientras, esperemos que poco a poco vaya disminuyendo esta contingencia. Así que cuidémonos todos y tengamos paciencia, ya falta menos.
Construyamos #CuentasClaras
