El afán de generar un mensaje alentador-triunfalista, que señale que las acciones establecidas por el gobierno federal han logrado “aplanar” la curva de contagios de Covid-19, podría ser riesgoso a estas alturas de la pandemia. Hace unos días, algunas autoridades –como el gobernador, Alfredo Del Mazo y el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez- insistían en que venían los días más complicados de la crisis de salud.
Los mensajes que ha ofrecido el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno de la República, Hugo López-Gatell, han cambiado en el transcurso de las semanas e incluso de los días, llegando hasta el punto de ser contradictorios, con él mismo y con otras instancias, nacionales e internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuando él afirma que la curva de contagios se está “aplanando”, podría generar la “percepción” –riesgosa- entre varios sectores de la población, de que las cosas podrían volver a la “normalidad” pronto; sin embargo, en contrasentido a lo que afirma el subsecretario López-Gatell, en Ginebra, Suiza, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que si los países van dejando las restricciones, hasta ahora establecidas para el manejo de la pandemia, podría regresarse a una nueva etapa de confinamientos por un eventual incremento en los contagios.
Adicionalmente, la OMS informó que las personas que ya fueron “curadas” del Covid-19 y han dado positivo, otra vez; refleja que el virus se mantiene en los pulmones, a partir de la persistencia de células contaminadas, lo que desmentiría aquella versión de que quienes se enferman se hacen inmunes al virus.
De manera reiterada, López-Gatell había afirmado el uso de cubrebocas no era necesario para evitar el contagio, pero –en el caso del Estado de México- el gobernador ha insistido en la necesidad de utilizarlo, además de la importancia de lavarse las manos con frecuencia y utilizar gel antibacterial, además de continuar con la práctica de la sana distancia.
Otro de los elementos que ha generado confusión con respecto a la evolución de la pandemia, han sido las cifras que se han manejado y que incluso han provocado confrontaciones políticas de algunos gobernadores, como los de Baja California y Jalisco, con las autoridades de la Secretaría de Salud federal.
Por si fuera poco, para redondear la confusión, el director general de la OMS, Tedros Adhanom subrayó que “la pandemia está lejos de terminar” y expresó su preocupación con respecto a las tendencias crecientes que se presentan en América Latina, África, Europa del Este y algunas naciones asiáticas, porque al no realizar las pruebas suficientes para detectar a las personas contagiadas, no es posible conocer el impacto y el número exacto de casos.
“Los países deben mantener un número estable de pruebas para de verdad medir si los contagios están disminuyendo y tomar la decisión de levantar las medidas de confinamiento. No hacerlo, causará un daño aún mayor en la economía y la vida de las personas con la aparición de una ‘segunda oleada’ de casos”, advirtieron expertos de la OMS.
Así que además de la preocupación que podamos tener con respecto al contagio, parece que –en el caso de México- no hay certeza de que al momento en el que el gobierno federal indique la reactivación de las actividades –que eso, me parece, muy próximo, por el afán triunfalista que está tomando el discurso oficial (espero equivocarme)-, no tendremos la certeza de que el riesgo haya desaparecido, sencillamente porque no podremos saber si nosotros mismos, o la persona que esté a nuestro lado, portamos o no el virus.
PERCEPCIÓN
El Gobierno del Estado de México desmintió una imagen que circuló en las redes socio digitales, donde, supuestamente, se anunciaban medidas para “atender la emergencia sanitaria”, las cuales entrarían en vigor el próximo viernes. Atentos para no divulgar mentiras.