Simplicio despierta del coma e inicia triálogo con su enfermera y el Diablo

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Simplicio despierta del coma e inicia triálogo con su enfermera y el Diablo

Jueves, 07 Mayo 2020 00:08 Escrito por 
Simplicio despierta del coma e inicia triálogo con su enfermera y el Diablo Diálogos en el Averno

Diablo: Voy a ver cómo sigue Simplicio de su coma y de pasada intentar convencer a su enfermera de olvidarse del coma y pensar en mi cama...

Enfermera: Ay, qué susto me diste. ¿Todavía sigues con tu disfraz de diablo de pastorela? ¿cómo entraste a la casa?

Diablo: La puerta estaba abierta, mi hermosa enfermera, y mi disfraz no es de pastorela, ahora es de carnaval.

Enfermera: Pues de todos modos andas atrasado porque la temporada de carnavales hace buen rato que terminó.

Diablo: Es que Yo vivo en permanente carnaval, jajaja.

Enfermera: Debería darte pena y no risa, desvergonzado chamuco, no se debe bromear con los efectos de esta tremenda plaga del coronavirus. Ya parece que vienes del programa de TVUNAM que se llama los Hijos del Averno.

Diablo: Esos humoristas no son mis hijos, son unos maleducados hijos de la chingada...

Enfermera: Perdón, ¿qué dijiste, quién dijo que eran tus hijos?

Diablo: Disculpa, no te oí bien, ya sabes, por lo viejo. Quise decir que me gusta mucho ese programa de TVUNAM, para sus hijitos con espíritu puma y su familia ampliada con los benditos chairos y que lo ve toda la mexicanada y hasta la chinada confinada.

Enfermera: Pues a mí me parecen muy irrespetuosos, especialmente en medio de esta condenada pandemia.

Diablo: Pues a mí me vino como anillo al dedo...para mis propósitos.

Enfermera: ¿Y cuáles son esos propósitos?

Diablo: Transformar a la Humanidad...

Enfermera: Caray, no te conozco mucho, pero a simple vista no me parecías del tipo altruista.

Diablo: Es que necesitas ¨conocerme¨ a fondo, en sentido bíblico.

Enfermera: Paso, chamuco, ni creas que voy a caer en esas viejas mañas...yo atiendo a las personas en coma, no en la cama.

Diablo: Se nota que en las modernas escuelas de enfermería las adiestran también en resistencia emocional.

Enfermera: Es simplemente apegarse a nuestro Código de Ética.

Diablo: Ya te pareces al amigo Simplicio. A propósito, ¿cómo está? ¿Siempre qué le pasa?

Enfermera: No puedo hablar de mi paciente.

Diablos: !Como un demonio! ¿Por qué no?

Enfermera: Por respeto a la privacidad, secreto profesional.

Diablo: Se me hace que usted y Simplicio ya andan en relaciones peligrosas...

Simplicio: ¿Alguien me llamó?

Enfermera: !Ya despertó!

Diablo: Hola, Simplicio, qué bueno que ya despertaste, nos tenías preocupado.

Simplicio: !Ay, maldito Demonio! ¿Qué haces aquí?

Enfermera: No es el Demonio, señor Simplicio, es un viejo amigo suyo que vino a ver cómo estaba, aunque comprendo que se confunda porque anda disfrazado de chamuco porque le encantan los carnavales y los bailes de disfraces...

Simplicio: Sí, ya lo conozco, muy viejo pero nada amigo.

Diablo: ¿Cómo puedes decir eso, mi Simply?

Simplicio: ¿Y esta señorita, quién es?

Enfermera: Soy su enfermera...

Simplicio: ¿Mi enfermera? ¿Y para qué necesito enfermera en el infierno?

Enfermera: Pero si no está en el infierno, está en cama, estaba en coma...

Simplicio: ¿Coma? ¿Por qué, cómo, desde cuándo?

Enfermera: Tenía una semana así. Parece que en el transcurso de una sesión con el Doctor Complejo cayó en un estado de inconsciencia y al prolongarse éste lo llevó a un Hospital, pero como están súper rete ocupados por la epidemia del Coronavirus, por eso del triaje lo regresaron a atenderse en su casa y el Doctor Complejo me encargó que estuviera permanentemente al tanto de usted, mientras le daban los resultados de algunos exámenes que le hicieron para tratar de descubrir la causa de su desvanecimiento.

Simplicio: Demonios, ¿que enfermedad es esa del triaje, ¿me dio por el Coronavirus?

Enfermera: No, el triaje es el sistema que tenemos en los hospitales para clasificar y atender a los pacientes según su grado de riesgo. De lo suyo no se sabe, faltan los resultados de los exámenes de laboratorio. Pudo ser cualquier cosa.

Simplicio: !Es tu culpa, Demonio!

Diablo: ¿Y Yo Por Qué? Yo insisto en que tu psicoanalista, el Doctor Complejo, te provocó el coma por tanto hacerte hurgarle a tu inconsciente, de tal manera que te hizo caer en ese estado de inconsciencia prolongado que -como te tardabas en salir de él- lo diagnosticaron como estado comatoso.

Simplicio: !Maldito Doctor!

Enfermera: Calma, señor Simplicio, no se exalte, su situación es muy delicada y puede recaer en el coma. Esta vez fue corto, apenas una semana, lo que califica como coma grado 1.

Simplicio: ¿Pues cuántos grados hay?

Enfermera: Cuatro, y el 4 es una transformación de la que nunca se regresa.

Simplicio: Ni Dios lo quiera. Si ya salí de esto gracias al cielo y a mi Ángel de la Guarda...

Diablo: Qué Ángel de la Guarda ni qué cielo ni que nada, te recuperaste gracias a los cuidados y atenciones de esta terrenalmente bella señorita y heroica enfermera.

Enfermera: Yo sólo cumplo con mi deber.

Diablo: ¿24 horas al día, toda la semana? Fíjate que ella no sólo te suministraba el suero que te alimentaba sino que se la pasaba hablándote cariñosamente y leyéndote las interesantes columnas y noticias de DigitalMex, pues dicen que eso ayuda muchísimo a que los inconscientes salgan del trauma y recobren su conciencia más pronto, hasta transformados y con una lucidez que antes no tenían.

Simplicio: Muchas gracias, enfermera.

Enfermera: Yo sólo cumplía con mi deber.

Diablo: Y fue más allá del cumplimiento del deber, pues gracias a sus amorosas atenciones tuviste suerte de no despertar un cuarto de siglo después, como aquél de la vieja película El Bulto, de 1991, que trata de un joven idealista que el 10 de junio de 1971 queda en coma por un trancazo que le propinaron los asesinos halcones del tiempo de Echeverría y cuando despertó, 20 años después, se topa con el neoliberalismo salinista. Tú, en cambio, en 2020, en una semana pasaste del transformado México de la esperanza a la parálisis comatosa del posneoliberalismo precipitado por el Coronavirus.

Simplicio: !Dios mío! ¿Y ahora quién podrá defenderme?

Enfermera: Calma, Simplicio, aún no sabemos qué tan grave es, faltan los exámenes del laboratorio. Mientras tanto, recuerda, esto pasará...¿verdad, Diablo?

Diablo: Bueno, ya que andamos tutéandonos y de corazoncitos melosos y cursis, me voy, antes de caer en coma grado 4. Tengo que celebrar el Día de la Madre...

Simplicio: Pero si tú no tienes...nada que celebrar.

Enfermera: ¿Por qué no tiene qué celebrar? ¿A dónde vas? ¿Vas a abandonar a tu amigo Simplicio?

Diablo: Lo siento, no puedo decirle.

Enfermera: ¿Por qué?

Diablo: Por respeto a mi privacidad, secreto profesional...(aparte: no puedo decirles que este 10 de mayo, precisamente cuando el contagio del Coronavirus alcance su pico les voy a partir la m...a los mexicanos que quedan sin infectar).

Simplicio: Ya te oí, Diablo. !Vete al infierno!

Diablo: Allá los espero, juntitos...tarde o temprano, jajajajajajajajaja. Nos vemos la semana que entra, a ver qué novedades tienen con los exámenes del laboratorio. Mientras tanto háganle caso al Doctor López-Virus y quédense en cama, digo, en casa, jeje.

Mayo 2020

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Javier Ortiz de Montellano

Articulista invitado