Durante décadas, los distintos medios de comunicación escritos y electrónicos tuvieron la oportunidad de desmenuzar, a través de sus reporteros del sector Salud, el entramado de las enfermedades de la población mundial por sus hábitos contra natura y el oportunismo de las farmacéuticas que en ese caldo de cultivo han hecho el gran negocio contraviniendo el juramento hipocrático.
Hubo una conspiración del silencio en aras de conservar contratos de publicidad o en espera de la bondad de las grandes farmacéuticas que llevó a reportaras, en su mayoría, del sector salud a conformarse sólo con el boletín y la declaracionitis, o cuando mucho una que otra entrevista “exclusiva”.
Hubo mucho que investigar, denunciar y evidenciar y por décadas callaron las páginas de publicaciones importantes, salvo honrosas excepciones como Proceso y algunas agencias de noticias internacionales que dieron a conocer demandas, juicios, quejas contra grandes farmacéuticas y sus fallas en algunos medicamentos, pero la mediocridad de directivos y reporteras los pasó por alto o los mandó a una triste agenda de noticias que nadie tomó en cuenta.
El ejemplo más claro de la mediocridad de la fuente de Salud la dieron esta semana que termina las reporteras del sector que intentaron cuestionar severamente al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell.
¡Extra! ¡Extra!
Nada es eterno, vendrán nuevos medios y nuevos comunicadores con una actitud más revolucionaria y crítica pues mucho, mucho falta por hacer y defender en el cambio social. El embate de la publicidad de los nocivos hábitos alimenticios a la par de los remedios milagrosos de las grandes farmacéuticas seguirá al cien en contra de un pueblo que aún vive una marcada ignorancia sobre su bien más preciado, o sea una excelente y casi perfecta creación de la naturaleza que es su cuerpo. Quedará en la historia si la prensa mediocre, con sus reporteras acomodaticias se pudo reivindicar o si decidió morir con el viejo sistema.
*Presidente de la ONG Franature