Los destrozos económicos que ya deja a su paso la pandemia por el coronavirus COVID19, se irán agudizando conforme pasen las semanas. La ausente cultura del ahorro, más la generalizada caída en el consumo, acumulará centenas de despidos “injustificados” en unidades económicas de todos los niveles a lo largo y ancho del país.
En México, tan solo entre el 13 de marzo y el 6 de abril de este año, se perdieron más de 346 mil empleos formales, de acuerdo a un reporte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Las predicciones indican una contracción de la economía, y se esperan más despidos en el país.
Para ser más específicos, en este breve comentario haremos hincapié en la particular reducción del capítulo mil, que todos los gobiernos municipales del Estado de México deberán realizar para poder soportar el pago de su nómina, por lo menos hasta que la recaudación de impuestos y la actividad económica se normalice.
Entrado el mes de junio, se llevarán a cabo los primeros recortes de personal en las nóminas de los ayuntamientos con mayor desgaste financiero en esta contingencia sanitaria, que son aquellos que reciben pocas participaciones estatales y federales, por lo que sus ingresos se sustentan en su capacidad recaudatoria.
Estos meses, con la jornada de sana distancia y el cierre de edificios públicos, la caída en la recaudación supera el 90 por ciento, ello aunado a la elevada morosidad en los pagos por servicios, bajo la justificación del COVID19.
Estos municipios son aquellos con menor población y, lamentablemente, mayores rezagos en obras y servicios, generalmente los de zonas rurales. Hablemos de Tejupilco, Luvianos, Tixca, Sultepec, y, en general la zona sur del estado.
Paulatinamente, serán los medianos y grandes municipios los que tendrán que ajustar sus plantillas de personal, para solventar sus programas y obras, porque no olvidemos que 2021 es año de elecciones, donde se renovarán las 125 alcaldías del estado y la guerra política no respeta pandemias.
Gobierno que luzca en acciones, será el que pueda repetir en el encargo o dejarle la estafeta a sus afines. Por ello, lo primero a sacrificar será la nómina; a final del día, los compromisos políticos ya se cumplieron y para muchos alcaldes, es evidente que no lograrán siquiera brincar a una curul legislativa.
Lamentablemente para quienes sean desempleados, reclamar finiquito o liquidación será todo un calvario. Quienes no puedan negociar una indemnización justa o un salario parcial con sus empleadores, tendrán que presentar demandas ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
Pero las juntas están cerradas durante la epidemia y los casos, en general, duran al menos cuatro años para llegar a un resultado; mientras tanto, la pandemia, además de vidas y miedo, va cobrando tranquilidad y estabilidad en el gasto familiar.
Cada quien sus cifras.
En el último corte previo a la redacción de esta columna, mediante el sitio oficial www.coronavirus.gob.mx, el Gobierno de México reportaba para el Estado de México 5 mil 418 casos confirmados, 6 mil 340 sospechosos y 441 lamentables defunciones.
Por parte del Gobierno del Estado de México, a través de los comunicados de prensa de la Coordinación General de Comunicación Social, se informaba de 5 mil 77 casos positivos, 5 mil 471 sospechosos y 406 defunciones.
Más menos son cifras cercanas pero no homologadas, lo cual genera confusión y desconfianza social. Ojalá fueran más cuidadosos.
