El robo de información a través de plataformas electrónicas se ha intensificado considerablemente a causa del COVID-19. Uno de los principales medios ocupados para ello, son los mensajes de texto mejor conocidos como SMS (Short Message Service).
Para muchos el SMS fue reemplazado por WhatsApp, Facebook Messenger, Etc., pero esto sólo ocurrió en la comunicación persona a persona. En el caso de las empresas es diferente, dado que resulta ser de gran utilidad. Los SMS son el único medio de comunicación compatible con todos los celulares sin importar la marca y modelo (los que aún tienen un Nokia, lo podrán confirmar), tienen covertura universal, es una plataforma no saturada, no requiere datos, llegan directamente al teléfono del remitente y gracias a que no es un medio recurrente por la población en general, este tipo de mensajes en el mayor de los casos se muestra sin necesidad de desbloquear o tocar el teléfono. Por ello, la practicidad para las alertas, envío de códigos de seguridad, verificación de identidad, noticias, anuncios, Etc., aseguran su efectividad.
De acuerdo con The Competitive Intelligence Unit (CIU), el 84% de las personas se enteran de promociones a través de los SMS. Así también, la empresa Gartner refiere que la tasa de lectura del SMS es del 98% y el 90% se lee dentro de los 3 minutos posteriores al envío. Luego entonces, al ser un canal de comunicación tan efectivo en la relación empresa-cliente, es inevitable que esta vía no sea susceptible de ataques y riesgos inmersos en el mundo de las tecnologías.
Desde el inicio de la jornada de sana distancia, los delitos cibernéticos se dispararon y han aumentado desde entonces. De acuerdo con Kaspersky (empresa líder en seguridad informática) México ocupa la posición 25 con el mayor número de ataques de pishing (ya sea por mensaje, llamada o correo electrónico,) y en América Latina está rankeado en la posición 12.
Ahora bien, la forma más fácil de identificar los mensajes falsos que nos llegan vía SMS sobre todo en estos tiempos son los siguientes: (i) los relacionados con las curas o pruebas gratis de COVID-19; (ii) los de rastreo de contactos con personas infectadas por el virús; (iii) ofertas atractivas de trabajo; (iv) la promesa de premios gratis o cupones de regalo; (v) aquellos que refieren problemas con algún pago realizado, envío de facturas falsas y detección de actividades sospechosas. En el mayor número de los casos el mensaje de texto incluirá un vínculo para enlazarlo a un pagína de internet, que en el momento en que se acceda, la información contenida en sus dispositivos está en riesgo. Por ello es preferible borrar y en su caso bloquear el número del mensaje de forma inmediata.
En estos tiempos se debe ser muy cuidadoso de la información personal. Por lo que les comparto algunas de las caracterísitcas para determinar si un SMS es confiable: (i) si el SMS proviene de un número tradicional (10 dígitos) que aparentemente pertenece a un banco o una marca, seguramente el mensaje es falso, dado que las principales empresas de operadoras telefónicas ocupan números cortos de 5 a 6 dígitos, (ii) si el mensaje se recibe bajo el nombre de la empresa, este será más confiable; (iii) cuando un SMS solicita números confidenciales, claves o contraseñas, seguramente se trata de una estafa.
Hoy por hoy nuestra información es un bien que debemos proteger y ante un futuro más tecnológico habremos de conocer cómo resguardar nuestros datos.
¿Has recibido SMS falso?
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