Los Caquitos, los Chiflados, el Chapulín Colorado, el Chavo del 8, entre otros personajes, íconos de la que pudiéramos considerar la cuarta etapa de la cultura que se formó en el país a través de los medios de comunicación, principalmente de la televisión, una cultura que se gestó en mucho en México y que se lanzó con gran éxito a toda América Latina principalmente, donde poco a poco se reprodujo una forma de ver la realidad en todos los sentidos, una cultura que tenemos que entender para comprender la actual situación y lo que puede venir en el futuro mediato.
Recordar a este personaje se vuelve necesario a partir del anuncio que realizara el hijo de “Chespirito” en su perfil de twitter, en el que de manera un tanto extraoficial, compartió que los programas que escribiera, produjera y actuara su padre, salían del aire en todas las pantallas de los países en los que eran transmitidos, desde luego el tuit generó todo tipo de comentarios, muchos a favor, muchos en contra como ocurre en torno a todo lo que se publica en redes sociales.
¿Cuántas etapas ha vivido nuestro país desde el punto de vista cultural a partir de la masificación real de los medios masivos de comunicación?. Cuando menos pudiéramos ubicar 5 y su revisión nos permite encontrar la aportación que cada una de ellas hizo a la cultura en nuestro país y considerando que México ha sido importante en la producción de contenidos que se lanzaron a todo el mundo, principalmente a América Latina, la aportación es en realidad a la cultura de muchos países, podríamos decir a la cultura latinoamericana e incluso iberoamericana.
La primera etapa es sin duda la del cine mexicano, en sus temáticas los filmes de esta etapa giraban en torno fundamentalmente al hombre, mostraban elementos fuertemente machistas, se presentaba a hombres trabajadores y responsables de sus familias en lo mayoritaritario, lo que les daba derecho a imponerse en sus decisiones sobre las mujeres, que en las temáticas eran en realidad una especie de complementos dela vida masculina, lamentablemente también esto les daba derecho a ser mujeriegos, además de que los personajes presentan altos consumos de alcohol, una practica que desde luego se presenta como aceptable para toda la sociedad de la época.
Un segundo momento es más cercano a finales de los 60´s, tal vez con las películas de “Cantinflas” como sello distintivo de esta etapa, la temática machista disminuyó en alguna medida, la mujer toma un rol diferente, incluso en algunos filmes el personaje central era la mujer, pero aun con el hombre como centro de las tramas, un hombre que no bebe tanto, que piensa en mucho en el amor y la justicia, pero que se conforma y acepta una vida de pobreza, es decir, pareciera que ese es el ideal, la pobreza es lo socialmente aceptable e inevitable.
El asunto se distorsiona mucho en la tercera etapa, en el cine de ficheras, la vida nocturna es glamurosa, en sus tramas aparece la cultura del agandalle, muchos personajes viven con toda impunidad regenteando mujeres de la vida galante, comienzan a aparecer personajes que adicionalmente cometen otra serie de delitos para allegarse de recursos o para mantener su pequeño imperio, se retoma en mucho la idea del alcohol como base de la convivencia social y como fuente de riqueza, aunque en el otro lado de la moneda continua la idea de la pobreza y la vida en las vecindades como la única vida posible.
La cuarta etapa es muy cercana ya a la idea a la televisión, en este momento de finales de los 70´s y los 80´s la mayoría de las casas ya cuentan con televisor, los contenidos ya no solo se piensan para la pantalla grande, ahora hay que pensar en llenar la barra diaria de contenidos de Televicentro después Televisa, una etapa prolífica para muchos cómicos, entre ellos Roberto Gómez Bolaños (Chespirito), una etapa que inevitablemente conserva muchos elementos de las etapas que le preceden, sobre todo los negativos para nuestra sociedad.
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* Delegado Presidente de la Delegación Valle de México del Colegio de Abogados del Estado de México A.C
