Desde el inicio de su administración, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, ha tenido que enfrentar una serie de condiciones que lo han puesto a prueba. Los problemas que ha tenido que enfrentar no le han cedido terreno para que su gobierno tenga un momento de respiro.
Como se recordará, recién había terminado de tomar protesta al cargo cuando un temblor de 7.1 de magnitud, con epicentro en Puebla, sacudió al centro del país el 19 de septiembre de 2017. Las consecuencias en la entidad mexiquense exigieron atención inmediata del recién estrenado mandatario, por lo que en reunión urgente con su Gabinete dictó las ordenes a seguir para ese propósito.
Pero eso sólo fue el inicio de una administración plagada de complicaciones que le han exigido al mandatario estatal aplicar sus habilidades organizativas al máximo.
Ahora, ha tomado por sorpresa a todo el país la llegada de la pandemia derivada del Covid-19, que ha maximizado su presencia en el Valle de México. Es el municipio de Ecatepec uno de los más golpeados por la llegada del virus mortal. Pero además, esa demarcación sufre el grave flagelo de la inseguridad pública y es precisamente una de las prioridades del gobernador.
Sin embargo, no es la única zona que enfrenta este cáncer, pero sí es de las que mayor preocupación genera el mandatario estatal, por el territorio y número de habitantes afectados.
Ahora bien, recientes acontecimientos obligan a realizar tareas necesarias para contener el avance de la delincuencia. No hay que olvidar que en la capital del Estado aparecieron mantas con amenazas hacia el personal de la Fiscalía General de Justicia, aparentemente firmadas por el grupo delictivo identificado como “La Familia Michoacana”.
Condición que bien puede estar ligada a dos incidentes ocurridos recientemente, uno; en el municipio de Almoloya de Juárez, en donde un policía de Investigación y sus dos hijos menores de edad, fueron agredidos con disparos de arma de fuego y perdieron la vida. Y otro; en el que 5 policías de investigación fueron atacados por un grupo armado en Ixtapan de la Sal.
Lo anterior hace presumir que la entidad está bajo la mira del crimen organizado, aunque no sería nuevo. Hace por lo menos dos décadas que el sur del territorio mexiquense ha venido reportando actividades delictivas atribuibles a ese grupo.
Desde luego que el problema de inseguridad no es exclusiva del Estado de México, es un mal que afecta a todo el territorio nacional, y representa una de las asignaturas pendientes por resolver del gobierno federal, que sin embargo, exige a las autoridades locales concentrarse en enfrentar el problema, como si fuera exclusivo de los Estados.
Alfredo del Mazo concentra la atención en el municipio de Ecatepec, y para ello ordenó a la secretaria de Seguridad del Estado, Maribel Cervantes Guerrero, ponerse de acuerdo con el edil de ese municipio Fernando Vilchis Conteras, quien por cierto, no se ha destacado por realizar un buen papel al frente de la administración municipal, para encontrar soluciones.
En cumplimiento a la orden de Del Mazo, la secretaria de Seguridad acordó combatir de manera conjunta la seguridad de la demarcación con el alcalde Fernando Vilchis, para lo cuál, crearán una fuerza operativa en la que participen las policías estatal y municipal.
En una reunión que se llevó a cabo en Toluca, Fernando Vilchis y Maribel Cervantes, determinaron lanzar una estrategia conjunta para reducir la incidencia delictiva del municipio, el acuerdo incluye establecer una coordinación operativa entre las corporaciones que cada quien representa.
La decisión fue que tendrán mando directo el alcalde y la secretaria, en conjunto. Ambas corporaciones contarán con cerca de 3 mil elementos quienes realizarán labores operativas y de inteligencia.
Con lo anterior, se generará la creación de la región 21 de seguridad, como lo había propuesto el edil hace ya varios meses al gobierno del Estado, aunque éste integra únicamente al municipio de Ecatepec.
Para cumplir con el cometido y cuidando los detalles, se acordó la depuración de las corporaciones para prevenir conductas calificadas como irregulares o delictivas.
Por su parte, el presidente municipal Vilchis Contreras presumió que actualmente el 80% de los elementos de la policía municipal cuenta con estudios de preparatoria, además señaló que la totalidad de ellos aprobaron los exámenes de control y confianza.
Es de reconocerse el esfuerzo de colaboración entre los gobiernos estatal y municipal, además, los trabajos de inteligencia serán homologados entre ambas corporaciones con la operación del C-4 de la municipal de Ecatepec, y el C-5 de la estatal.
Con todo lo anterior, se busca combatir los delitos de alto impacto, como son: el robo de vehículos, secuestro, homicidio doloso y feminicidios, entre otros, que a últimas fechas han repuntado.
Sería recomendable también, que tanto el gobierno estatal como el municipal, tomaran en cuenta la posibilidad de aumentar sustancialmente el salario de los elementos, no es para menos, arriesgan su vida y la seguridad de sus familias.
Aunque, a pesar del esfuerzo por mejorar la seguridad, el edil de Ecatepec no logrará enderezar del todo el mediano desempeño que ha tenido al frente de la administración municipal, pero sí es una muy buena noticia para los vecinos del municipio, quienes han pedido en repetidas ocasiones la atención inmediata a este problema.
Ahora, con la intención del grupo parlamentario de Morena, de dividir a Ecatepec en dos, con la creación de un municipio más, queda la sensación de que, en primer lugar; Vilchis no pudo con el paquete, y en segundo; Morena hace cálculos políticos.
Se nota por sus acciones que lo que les preocupa es la ciudadanía, no cabe duda. Por encima de la seguridad, de la pandemia y los problemas económicos, está la política. ¡Claro!
