Planificación Familiar

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Publicado en Opinión

Planificación Familiar

Lunes, 24 Agosto 2020 00:08 Escrito por 
Con singular alegría Con singular alegría Gilda Montaño

Durante muchos años de vida, me he dado a la tarea de indagar sobre la problemática de la mujer mexicana. El inicio de todo, fue haber quedado embarazada y sin ningún sustento. Ni trabajo, ni casa, ni carrera, ni nada: solo un recuerdo de un casamiento un poco antes, pero por poco tiempo. Después sola. Universitaria al fin, tenía dos cosas en la vida: mi primer año de facultad y un bebé, además de una consigna: poder. A como diera lugar.

Así empecé a preguntarme: si me ha costado tanto esfuerzo salir adelante, ¿cómo les irá a todas esas mujeres que viven en la pobreza y que tienen que darles de comer a cinco niños y no tienen ni trabajo, ni educación, ni salud, ni nadie quien las ayude ni las respalde? ¿Qué harán las mujeres campesinas, como mi nana Teté de Xico? ¿O como Delfina, de Chalco? ¿O como Albina, de San Felipe del Progreso? ¿O mis amigas como Rigoberta Menchú? ¿O a las que ya habían alcanzado la ciudad, como todas las de la colonia La Aurora o la Esperanza de Netzahualcóyotl?

Así las cosas, se convirtió en un problema de vida, que tenía que solucionar. Me propuse pues, hacer mi carrera y la tesis de grado, acerca de las jóvenes madres solteras, de una zona suburbana que en aquél entonces apenas nacía: Ciudad Nezahualcóyotl. Allí aprendí lo que era una investigación-acción, y con base en entrevistas personalizadas, en historias de vida, indagué quiénes eran estas mujeres, de dónde venían y qué era lo que tenía yo que hacer para tratar de que ellas mismas se proporcionaran un mejor sustento para la vida. Propuse entonces hacer un área de comunicación para la salud. ¿Para qué? Para enseñarles que su cuerpo era lo único que les pertenecía y en razón de éste, el único que podían manejar. Por eso era necesario que también conocieran métodos de planificación familiar –de anticoncepción-, y que no tuvieran miedo de usarlos.

Apoyada por todas las áreas del CREA, pude elaborar el Programa de la Mujer Joven, con el apoyo del Centro de Estudios de la Juventud de la misma institución, allá por 1980. Dentro de la Secretaría de Salud, a mediados de los mismos ochentas, me di a la tarea de elaborar un protocolo de investigación de Mujer y Planificación Familiar, con base en información dada por la ONU, primero en su oficina central en Nueva York; luego en el Palacio de las Naciones, en Ginebra, Suiza. También apoyó la WHO con su oficina delegacional en Copenhaguen, Dinamarca. Esta misma, hizo una apertura para que México conociera los últimos sistemas de planificación familiar que se tenían en un país europeo y de primer mundo: Francia. Hice un stage en todos los problemas de maternidad, planificación familiar y anticoncepción en la entonces recién creada Secretaría de la Mujer, que me recibió durante seis meses, con Ivette Roudy, como titular de la misma.

Llegó la oportunidad de ir a Japón. La Agencia de Cooperación Internacional Japonesa, como única de sus becarias, me llevó dos veces con diez mujeres de todo el orbe, a que viéramos, estudiáramos y tratáramos de implementar en nuestros países lo que ellos hacían con respecto a la planificación familiar y a la administración pública de la mujer.

Por último, se pudo actuar. En el Gobierno del Estado de México, se trabajó en dos vertientes: se creó la Coordinación General de Planificación Familiar, la primera en su tipo en la República Mexicana; y también dentro del Consejo Estatal de Población -que era el que entonces emitía la normatividad acerca de este tema, a todas las entidades federativas, estatales y municipales, junto con otros nueve programas en donde estaban incluidos población y desarrollo, investigación en población, mujer, indígenas-, se implementó un grande programa de planificación familiar… Así podíamos permear y sensibilizar en todos sentidos a la mujer mexiquense de todos los estratos sociales, mediante el sector salud y el sector educativo.

(Continuará)

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Gilda Montaño

Con singular alegría