Diablo: Chócala, Simplicio, ¡give me five!
Simplicio: Ay, maldito demonio, ¿qué no descansas ni en estas fechas? ¡y ni creas que te voy a saludar de mano, ni chocándola por un segundo!
Diablo: ¿Por qué te ves tan triste y enojado al mismo tiempo?
Simplicio: Es que se murió un amigo mío.
Diablo: Debe haber sido bueno, porque no me avisaron que pasara por él para llevarlo a ya sabes dónde...
Simplicio: No sé ni quiero saber dónde ni de pasada y claro que sí era bueno, sólo los buenos pueden ser verdaderos amigos, los malos sólo tienen com...pinches, como tú...comprenderás.
Diablo: Ya empezaste con tus indirectas... demasiado directas, Simplote. Por eso te estás quedando sin amigos, como Brozo.
Simplicio: Te equivocas, Diablote, los amigos se hablan con la verdad. Como decía Aristóteles, soy amigo de Platón, pero aún más de la verdad.
Diablo: Sí, ya sé la frasecita Amicus Plato sed magis amica veritas, que le espeta el irrespetuoso ingrato alumno realista Aristóteles a su idealista maestro Platón, cada rato lo oigo allá en el infierno gritándole en su pabellón al intolerante Platón.
Simplicio: Ah, cómo eres cuentero, mendaz demonio, ahora resulta que Aristóteles y Platón en tu infierno hablan en latín... debes saber que esa es una locución latina atribuida a Aristóteles, citada por Ammonio en su obra La vida de Aristóteles. Su traducción literal es: "Amigo es Platón, pero más amiga es la verdad". Pero Aristóteles y Platón hablaban griego...
Diablo: Haiga sido como haiga sido, el hecho es que no se llevan bien desde que a la muerte del maestro Platón (a su vez discípulo de Sócrates, como se sabe, el que no sabía nada y se hacía el tonto sin trabajar grillando en las calles y de gorrón en los banquetes de los fifíes de entonces), su alumno Aristóteles -que era el más aventajado- no heredó la dirección de la Academia de Atenas. Aris me cuenta que el problema fue la decisión de Platón de poner a su sobrino, Espeusipo, al frente de la academia, una humillación que Aris no perdona. Hasta se parece a las recientes grillas del Politécnico para designar a su director.
Simplicio: Ah, puros chismes y fake news. Eso del sobrino incómodo y el nepotismo tendré que preguntarle a mi amigo, el sabio Patricio Marcos y también si esos grandes filósofos conocían el latín. Por lo que sé, fue gracias a los árabes que en occidente conocieron las obras de Aristóteles...
Diablo: Pues haiga sido como haiga sido, ellos, como yo, han tenido que aprender latín, con tantos clérigos, sacerdotes y hasta pontífices que tengo allá abajo; sólo con los Borgia practico el español, por eso a veces tengo problemas en entender tu mexicano.
Simplicio: ¡Castellano, ignorante demonio!
Diablo: Está bien...colonizado súbdito del imperio español. En el futuro tendrás que aprender el inglés. Ah, como voy a disfrutar platicar con Madonna, cuando me visite, y yo sí sé inglés, no como tú. Además, extraño mucho mis cotorreos con Lucrecia Borgia, en español mezclado con italiano, que también parlo, aunque no tan bien como los patricios originales.
Simplicio: ¿Qué no todos los Borgia, empezando por el Papa Alejandro y su hijo -¨nipote¨- ejem, su sobrino César, etc., están en el infierno?
Diablo: Todos, menos Lucrecia, pues hace una década pasó del desaparecido purgatorio directo al cielo, producto de una reivindicación feminista pues fue hallada víctima de la violencia familiar... allá arriba también hay grilla y la van ganando, como acá, las angelitas...
Simplicio: Cómo te encanta el cuento, lengua viperina, con razón creaste al BOA... los seres angelicales no tienen género.
Diablo: Pues puedes creerlo o no, tú sabes más de ángeles que yo, pero de diablos sí sé y la mañanera verdad histórica es que tengo a los dos grandes filósofos allá abajo entre mis demonios, ya sabes dónde y por qué, por paganos.
Simplicio: Eso es injusto, no podían ser creyentes porque nacieron antes de C-
Diablo: ¡No menciones ese nombre, especialmente en este día!
Simplicio: Te molesta la Navidad, diablucho, porque A.C. vivías haciendo todas las maldades que se te ocurrían y D.C. ya hubo esperanzas de redención y hasta se creó un purgatorio para que paganos como Platón y Aristóteles pudieran redimirse y después de un tiempo razonable entraran al cielo por toda la eternidad.
Diablo: ¡Pamplinas! Ya te dije que esos dos son mis huéspedes desde que en 2011 el Papa declaró inexistente el purgatorio, su propio negocito del Vaticano de tener un semi-infierno temporal, de donde salías comprando indulgencias a la Iglesia Católica y que Lutero denunció. Pero sólo 5 siglos después lo cerraron porque no era rentable ya que nadie creía ya en pagar al Vaticano por las indulgencias. Y menos después de los Vatileaks que filtró en 2012 Paolo Gabriele, el mayordomo de Ratzinger o Benedicto XVI cuando estaba en su apogeo, al periodista italiano Gianluigi Nuzzi, lo que obligó a Ratzinger a renunciar al Papado en 2013.
Simplicio: ¡Qué montón de fake news!
Diablo: ¡Imagínate el escándalo allá abajo y el desafío logístico para ubicar y clasificar a tantas almas y cuerpos en el inframundo, pues al cerrar el changarro del Purgatorio el Vaticano, San Pedro deportó del Cielo ipso facto (¿qué tal mi latín infernal?) y sin contemplaciones a todos los paganos indocumentados, declarados ilegales por esa acción unilateral del Papa! Y la mayoría fue a parar conmigo. Me sentí como López Gato con tan pocas camas disponibles, así es que inventé otro tormento, esperar parados...viendo estadísticas.
Simplicio: ¡Qué diabólica imaginación!
Diablo: Pura verdad, y para probarlo te diré que he tenido que aguantar las discusiones entre Platón y Aristóteles desde hace una década en el infierno, desde que desapareció el Purgatorio y me los mandaron de entrega inmediata, aunque los tengo en un pabellón especial para que no molesten a los demás pues se la pasan debatiendo sobre la Injusticia y la Mentira, etc. Aristóteles está especialmente indignado, pues se lamenta que de nada le sirvió que Santo Tomás de Aquino le copiara todas sus ideas y las adaptara para darle ciertos visos de racionalidad a la doctrina de la Iglesia Católica, pero ni por eso le perdonó la burocracia celestial, que es bastante dictatorial, como Yo bien lo sé.
Simplicio: Sí, por andar de revoltoso te ¨deportaron¨ hace tiempo...
Diablo: Allá arriba no rige eso de Prohibido Prohibir.
Simplicio: Pues acá en medio, sí, al menos en el México de hoy.
Diablo: Ay, ay, ya te salió lo chairo, Simplicio. Mejor aquí la cortamos, ya no aguanto tanta propaganda...
Simplicio: Pues, aunque te duela, Vamos Bien...
Diablo: Bien jo… viales.
Simplicio: ¡No digas brozerías, más respeto!
Diablo: Con todo respeto, me retiro, voy a un bar clandestino a echarme unos tragos con los amigos... a ver cuántos contagio.
Simplicio: Dirás que vas a celebrar con tus contagiados com... pinches.
Diablo: No tengo nada que celebrar. Bebo para olvidar.
Simplicio: ¿Olvidar qué?
Diablo: Ya se me olvidó...
Simplicio: Jamás podrás olvidar esta Navidad tan especial.
Diablo: Todas las navidades son negras para mí, por eso bebo, para olvidar.
Simplicio: Está prohibido hacer fiestas, beber, hay Ley Seca.
Diablo: Aquí en el Infierno, ¡NO! ¡PROHIBIDO PROHIBIR!
Simplicio: Al día siguiente, maldito Demonio, te vas a acordar de tus maldades.
Diablo: Yo soy la memoria de la humanidad…
Simplicio: Pues recuerda que, de todos modos, a toda la humanidad,
¡LE DESEAMOS UNA FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO NORMAL!
