Diablo: Hello, Simplicio. ¿Por qué te ves tan mal y de malas?
Simplicio: !Ocúpate de tus asuntos, Diablo metiche!
Diablo: Tú eres mi principal asunto, mi Simply, me preocupa el destino de tu alma en el viaje final. Ya te hice reservación en una suite infernal. A propósito, andaba en Estados Unidos y no te ví en el gran show de Washington, en la toma de protesta presidencial de ya sabes quién...
Simplicio: Pues por eso estoy de mal humor, porque no recibí atenta invitación. Y, por lo que dices, deduzco que burlaste el muro en la frontera y el nuevo muro alrededor del Capitolio y te colaste a la ceremonia de juramento en el Capitolio, infernal coludo.
Diablo: Ni aunque hubiera querido, mi estimado. Tuve que ver la ceremonia por TV, no es tan simple entrar después de la pequeña irrupción fallida del 6 de enero.
Simplicio: ¿Pequeña Irrupción? ¿Con muertos? Más bien una gran y, gracias a Dios, fallida !Insurrección!
Diablo: Exageran... ¿Sabes que construyeron en tiempo récord un gran muro para impedir la entrada fácil a su sagrado Capitolio? Y la ironía es que lo hicieron con la muy buena, eficiente y barata mano de obra mexicana...
Simplicio: !Qué patrañas inventas, mendaz Demonio! Son unas cercas y barreras prefabricadas para controlar el tránsito... cómo te encanta el chisme y las noticias falsas, méndigo Diablo.
Diablo: No empieces con tus insultos, Simplón.
Simplicio: Me dicen que tú fuiste el principal instigador del ataque al Capitolio.
Diablo: ¿Y yo por qué?
Simplicio: No me digas que no provocaste a los manifestantes a irrumpir en la sesión del Congreso para interrumpir la calificación electoral e impedir proclamar al ganador final de la Presidencia... que ya sabes quién fue.
Diablo: No lo admito ni quiero saber. Esa protesta fue un perfecto caos espontáneo de anónimos ciudadanos.
Simplicio: Ni tanto, ese asalto no hubiera pasado si tú no los hubieras incitado y planeado con tus endemoniados amigos.
Diablo: ¿Yo? Ni falta que hizo. Yo no fui el promotor de esa pelea, fue T...eté. Ya sabes quién los incitó públicamente a ir al Capitolio a protestar. Gracias a eso, a final de cuentas, la cosa se puso al rojo vivo, como me gusta.
Simplicio: Maldito Demonio. Aunque finalmente no te saliste con la tuya, porque después de que unos cuantos paramilitares disfrazados rompieron puertas y ventanas para abrirle paso a los otros manifestantes, los muy zonzos seguidores se la pasaron tomándose selfies y robándose souvenirs y aún se llevaron tabletas electrónicas, hasta que al primer balazo oficial en un santiamén salieron de estampida...
Diablo: Ahí sí se acabó el asalto al cielo.
Simplicio: Sí, después de que la policía contuvo a la turba de manifestantes que irrumpió en el Capitolio, los congresistas reanudaron su sesión y ordenadamente decidieron la calificación en favor de ya sabes quién...
Diablo: Yo sigo pensando que hubo maña en la elección...la decisión del Congreso fue dividida.
Simplicio: Como está dividido el país. Pero haiga sido como haiga sido, habemus nuevo Presidente del otro lado de la frontera y las relaciones con México van a mejorar mucho.
Diablo: !Eso crees, mi Simple! Eres muy ingenuo. La cuestión es mucho más compleja. A ver cómo le hace el carnal Marcelo para componer los muchos desacuerdos.
Simplicio: ¿Cómo cuáles?
Diablo: Para empezar, que se tardaron en México en reconocer al que resultó ganador en Estados Unidos. Por eso no te invitaron a la reciente toma de posesión presidencial...
Simplicio: !Qué mentira! Muchos no fueron invitados por la pandemia, ni siquiera Trudeau, que apoyó a Biden desde el principio... por principio.
Diablo: Lo que no hicieron otros, como tú... comprenderás, que se hicieron patos... hasta que se cansó el ganso.
Simplicio: !Nosotros sólo seguíamos el Principio de No Intervención! Tú sabes -por viejo- que derivado de su traumática experiencia histórica, México adoptó -como corolario del principio de no intervención- la Doctrina Estrada, que rechaza las declaraciones de reconocimiento a los gobiernos. En otras palabras, no nos metemos en lo que no nos importa, en los asuntos de otros países.
Diablo: Pero la vida diplomática no es tan simple como crees, mi querido Simplicio. El reconocimiento sí importa y mucho. Y pronto. Y fallaste, le entregaste demasiado tiempo tu corazoncito a ya sabes quién... debiste haber mantenido la Sana Distancia y seguido el Principio de !Sufragio Efectivo, No Reelección! Ahora a ver cómo componen el asunto en Relaciones Exteriores porque al carnal Secretario tampoco lo invitaron a la Inauguración.
Simplicio: Pues tendrá que componerse, porque hay demasiado en juego, sobre todo la relación entre los países es la que debe de importar. Hay muchos asuntos en común.
Diablo: Ya lo creo. EU influye decisivamente en la evolución de muchos asuntos clave para México: las inversiones directas y en la Bolsa, y en los bonos de deuda, la balanza comercial, el ingreso por turismo, la vida allá de millones de paisanos, las cuantiosas remesas de la migración, el tráfico y combate a las drogas, las vacunas, etc. Es un jugoso negocio de espejos por donde se le mire.
Simplicio: Cierto. Nuestra agenda nacional refleja en gran parte la agenda binacional con EU. Cuando a Estados Unidos le da un resfriado, a México le da pulmonía...
Diablo: Peor, si a Estados Unidos le da Coronavirus, a ustedes también y si a Estados Unidos se lo lleva el demonio, a ustedes peor, se los lleva un ejército de demonios, jajajajaja.
Simplicio: No te burles, maldito Demonio, y con el Ejército no te metas porque tiene más fuego que tú.
Diablo: No me doy por vencido, tengo legiones, no tiro la toalla...
Simplicio: Igual te aplicaron nocaut técnico. !ESTÁS DESPEDIDO! !Y DESCONECTADO!
Diablo: La verdad histórica es que...
Simplicio: Cállate, mentirosa Chachalaca...
Diablo: Touché... tocado.
Simplicio: !Tocado de la cabeza! !Mejor vete al Infierno, que es donde perteneces con todo y tus legiones de revoltosos admiradores que pronto irán a la cárcel!
Diablo: Algunos de mis fieles fanáticos van a la cárcel, pero yo por lo pronto mejor me voy a Florida, a jugar golf, mientras veo cómo regreso a la política y sigo en los negocios.
Simplicio: Pues a ver cuánto te dura el gusto, porque tienes que enfrentar muchas acusaciones y litigios pendientes con la sociedad civil, con personas e instituciones.
Diablo: A mí las instituciones... me hacen los mandados, !al diablo (yo) las instituciones!, más la sociedad civil y todas las personas que no estén conmigo, !al diablo todos ellos!
Simplicio: Pues te vas a quedar solo, a ver quién demonios juega golf contigo.
Diablo: Por eso me voy a Florida, ahí yo tener muchos amigous mexicanos multimillonarios fugitivos con quien jugar a la pelotita... mientras platicamos de negocios, de política y cosas peores.
Simplicio: Creo que fallaste en el arte de negociar, pues te mandaste con tu última fanfarronada, murieron personas en el asalto, te salió el tiro por la culata.
Diablo: Aaaggghhhh, ni me lo recuerdes...
Simplicio: !Ya vete al Infierno!
Diablo: Me voy, pero ahí les dejo a mis huestes de simpatizantes, mi mejor legado, mis legiones de supremacistas, que van a pelear como demonios. A lo mejor formo un nuevo Partido, con mi propio Canal de Televisión para hacer unas ¨mañaneras¨ y muchas redes sociales propias donde no me puedan censurar. Perdí una batalla, pero esta es una Revolución Cultural Mediática Permanente...
Simplicio: Eso está por verse...si la tremenda Suprema Corte no acaba con tus Supremos extremistas antes y sigues bloqueado en las redes sociales...
Diablo: AAAggghhh...ya veré cómo regreso.
Simplicio: Císcalo, císcalo, Diablo panzón.