En esta oportunidad quiero compartir con ustedes algunas herramientas para hacer limpiezas energéticas de casas, negocios y personas. La información se dividirá en dos partes, iremos desde el nivel básico al nivel avanzado. Así que no te pierdas la información que se estará publicando en mi siguiente colaboración.
Muchas veces uno se siente desganado, deprimido, triste, apático o intolerante; esto es normal hasta cierto punto, pues toda la gama de emociones está ahí para ser vividas y experimentadas. Pero, ¿qué pasa cuando esto se vuelve crónico? ¿Qué pasa cuando ya llevas meses sintiéndote así y viendo cómo todo a tu alrededor comienza a estar mal? Tu salud mal, tu economía mal, tus relaciones mal... ¿Qué pasa cuando después de sentirte así pides ayuda a un médico, psicólogo, o incluso psiquiatra, que lo único que hace es medicarte con antidepresivos o ansiolíticos, pero tú sigues estando mal?
Pues bien, pasa que lo más probable es que se trate de una contaminación de tu campo energético o áurico. Cuando hay contaminaciones de este tipo es muy común que la gente empiece a tener también somatizaciones a nivel físico, dolores de cabeza, cuello y espalda frecuentes. Si se trata de una contaminación más fuerte incluso puede haber náuseas, escalofríos o piel chinita, y en general una sensación de confusión y de inestabilidad.
Una de las cosas en las que más me enfoco en la consulta es en las fotografías que les pido a mis pacientes que me envíen, en ellas se puede ver muy claro cuando una persona tiene contaminaciones o incluso ataques psíquicos; en mi consulta es muy común ver este tipo de casos. Es por eso que hoy te voy a dar una serie de herramientas que tú mismo puedes utilizar y que te pueden servir si tú, o algún ser querido, están atravesando por estas situaciones.
Vamos a empezar por lo más simple.
Lo más simple es poner vasos con agua y sal; preferiblemente que los vasos sean de vidrio y sal gruesa, sal de mar, debes llenar el vaso con tres cuartos de agua, a la cuál le vas a colocar dos cucharaditas cafeteras de sal gruesa.
En las esquinas de las habitaciones, donde se forman los vértices, es donde se acumulan las malas energías. En estos rincones es muy común que se formen portales energéticos, pues la energía se queda ahí estancada, mucho más si en estas esquinas hay colocados muebles que no se mueven de forma habitual. Así que te recomiendo poner en estas esquinas los vasos con agua y sal.
También puedes colocar inciensos. El incienso de sándalo es muy bueno. Puedes colocar 3 o 7 inciensos -siempre en número impar-, y cerrar por completo la habitación para que haya una buena concentración del humo y se pueda meter por todos los huecos. Deberás abrir las puertas de los armarios y de los muebles, y poner inciensos debajo de la mesa y en los rincones.
¿Qué otros inciensos te recomiendo? El Palo Santo es fantástico, es muy utilizado por los chamanes ya que viene en forma pura y natural, además de que su energía es muy fuerte y potente y arranca directamente la negatividad. Si vas a utilizar un incienso procura que sea lo más puro posible y de buena calidad. El incienso de Mirra es otro de mis preferidos, y aquí en México se utiliza mucho el copal.
Otro punto sería abrir las cortinas de los lugares y procurar que entre la luz. Los parásitos astrales para vivir necesitan tres condiciones: lugares donde haya poco movimiento, donde haya oscuridad y donde haya mal olor. Si prendes un incienso y cambias el olor del lugar normalmente los parásitos se incomodan y se van. Si subes el nivel vibracional, por ejemplo, con el Palo Santo, éste arranca toda esa energía de baja vibración.
Otra cosa que puede servir, es poner un plato con tres limones a los cuales les vas a hacer un corte en forma de cruz. Los colocas en un plato blanco, les esparces sal y lo puedes poner debajo de tu cama preferiblemente. Si después de dos días los limones se han puesto negros, esto quiere decir que han absorbido mucha negatividad. Si la energía está alta, los limones te pueden durar hasta 14 días y estar como nuevos. Esto te puede servir también como un indicador de cómo está la energía del lugar.
Pasemos a la limpieza avanzada:
Hiciste todos los procedimientos anteriores y te das cuenta de que eso no es suficiente. ¿Por qué no es suficiente? porque nosotros, como seres humanos tenemos un nivel vibracional, somos portales energéticos, somos antenas que reciben y proyectan energía constantemente y, aunque te la pases prendiendo inciensos, cantando mantras, meditando, visualizando, prendiendo velas o haciendo ejercicios de yoga y respiración, hay que cuidar además el nivel vibracional de nuestras emociones y pensamientos.
Si te la pasas criticando, juzgando, peleando con los demás y con una actitud muy pesimista y negativa, no hay que echar la culpa de tu mala suerte a los malos espíritus, o a que tienes mal de ojo o te hicieron un trabajo de brujería. Lo que debes hacer es tratar de ver cómo estás vibrando en tu casa, o en tu trabajo y también cómo están vibrando los demás, qué actitudes están manifestando. ¿Cómo se encuentran a nivel emocional y mental?
Muchas veces la gente busca soluciones fáciles, pero no quieren cambiar, o sencillamente es más fácil buscar un culpable afuera. El ser humano busca estar en su zona de confort, hacer lo que siempre hace, tener una vida tranquila y que nadie vaya a cambiarles nada, pero la realidad es que si uno quiere que las cosas cambien hay que cambiar desde adentro.
Si tú quieres que tu casa no esté plagada de entidades malignas, de parásitos astrales, desencarnados y todo tipo de seres, hay que tener mucho cuidado de no estar juzgando, no estar criticando, no pelearte y, en general, tener una armonía y una congruencia entre lo que piensas, dices y haces. Una coherencia en tu vida. Aunque tú creas que tienes motivos para discutir o armar una pelea, al final del día te vas a dar cuenta que todo lo que sucedió con esas discusiones fue quitarte tu energía vital, a ti y a los demás. Y toda esa energía de fuego que se da tras una pelea o discusión es un fuego que alimenta a las entidades del bajo astral, porque es tu energía vital que se disipa, queda volando por ahí, atrae entidades que se alimentan de tu propia energía y de tu aura y se meten en tu cuerpo y te invaden.
Y si ya llevas mucho tiempo con una actitud negativa, de pronto estas entidades te invaden la vida y te invaden todo. Tanto así, que la persona puede creer que tiene control o poder de decisión en su vida, pero la realidad es que los que están decidiendo son entidades que se metieron en el cuerpo o parásitos astrales que lo están manipulando, haciéndolo actuar de cierta manera. Lo más triste es que aquí la única responsable fue la persona que decidió continuar con esta mala actitud sin pedir ayuda o sin decidir hacer un cambio, y dejándose parasitar.
¿Qué se puede hacer para ayudar a una persona que está en ese estado? Te preocupas por un familiar o un conocido que está en esta situación y lo quieres ayudar. Abajo de la cama le puedes poner un vaso con agua y sal, a la altura del pecho. Puede enterarse de que lo estás ayudando a limpiar o no. No importa, si crees que esto te puede generar algún disgusto con la persona, simplemente le puedes decir que estás haciendo limpieza energética del lugar, de esta manera no se sentirá invadido. También para personas que están sumergidas en la depresión, que están muy tristes o decaídas, les puede ayudar. Si el nivel de la cama y el suelo es muy bajito, puedes colocar un plato con agua y sal en lugar del vaso.
Muchas veces la gente se muda de casa pensando que el problema se encuentra en el lugar, se mudan de una casa a otra y siguen con todos sus problemas. Así se pueden mudar dos, tres, cinco veces y siguen arrastrando sus problemas, porqué el portal energético no es la casa, son las personas, ellos son los que llaman a todas esas entidades. Por eso es importante trabajarse a uno mismo, trabajar el amor incondicional y la tolerancia hacia uno mismo, porque cuando trabajas en ti y aceptas tu oscuridad para poder transmutarla, estás en paz con tu ser y sólo de esa manera vas a lograr estar en paz con tu entorno, con la gente que está afuera. Si estás criticando o juzgando a los demás, es porque tienes mucha crítica y juicio contra tu persona.
Tampoco trates de imponer tu forma de pensar hacia los demás. Cuando tratas de imponerte estás violando el libre albedrío del otro. El otro no cambia porque tú quieres que cambie. El otro cambia cuando tu energía está en paz, cuando tú seas un ejemplo real de lo que al otro le estás queriendo enseñar, y al final, cada uno está en su propia evolución, cada persona tiene su tiempo y su proceso, y hay que respetar.
Analiza cómo están tus relaciones, cómo están tus emociones, si ya limpiaste con todos los elementos antes mencionados y aún así sientes una carga energética importante, hay que trabajar entonces el tema del amor incondicional, hacer introspección; si tienes que ir con un psicoanalista o terapeuta está perfecto, pero, estos temas no se solucionan tomando pastillitas, muchas veces hay que trabajar los temas desde su origen en el subconsciente. Si vas a ir a un psicólogo es para corregir tu vida en el menor tiempo. No es “pagarle a alguien para que me escuche”. Hay personas que están cinco, seis, siete años contratando psicólogos y contando siempre las mismas historias porque no quieren avanzar. Y después dicen que es un castigo de Dios o los malos espíritus. No es castigo, es causa y efecto. Es ganar conciencia, tomar cartas en el asunto, ser maduro y responsable, y ser consciente de cómo uno está actuando.
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Marcela Hernández Montiel. Terapeuta Holística, Terapeuta Floral, Asesora en Nutrición y en Transformaciones Vitales.
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