Enrique Peña Nieto ha sido pragmático en decisiones trascendentales y lo vuelve a hacer, al presidente, éstas le han dado la razón, no se ha equivocado hasta el momento. Vuelve a demostrar que no es por afinidad, gusto o presión. Cuando se trata de inclinarse por la carta más fuerte, sin titubeos, ha sido determinante en su elección.
La audacia de apostar por Eruviel Ávila Villegas, como abanderado priista para el gobierno del Estado de México le dio la razón, de lo contrario, el ex gobernador que recién terminó su sexenio y que ahora funge como Delegado del PRI en la Ciudad de México, en funciones de Presidente de su partido en aquella entidad, hubiera competido con otro partido, con grandes posibilidades de triunfo, entonces la entidad mexiquense hubiera quedado en manos de la oposición, por lo que tuvo que hacer a un lado al entonces posible candidato, Alfredo del Mazo Maza, quien mostrando cordura, aceptó la decisión del entonces gobernador, con el resultado por demás conocido.
Después fue Alfredo del Mazo Maza quien resultó electo para este nuevo sexenio, aunque con ciertas dificultades porque tuvo que lidiar con varios frentes, no fueron sólo los que significaban sus contendientes, pero, a final de cuentas, se quedó con el triunfo y le dio continuidad al PRI en el mismo estado, que es de las muy pocas entidades que no ha conocido la alternancia, aún en la época de gloria del PAN.
Ahora, para la más importante, que fue la de resolver la candidatura de su partido para la Presidencia de México, y que se medirá contra un contendiente que se encuentra a la cabeza de las encuestas, todas, por no parecer exagerado, sin dejar a un lado el momento en el que el ambiente para el PRI, por mucho, no es el mejor, tuvo el arrojo de elegir al ex Secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, quien aparece sin militancia priista y de ningún otro partido.
El PRI abre la puerta a una expectativa diferente, a una candidatura ciudadana que nunca antes había experimentado el Revolucionario Institucional, sin embargo, a juzgar por las manifestaciones de apoyo, con las que le dieron la bienvenida los diferentes sectores del partido, parece ser que la noticia los ha entusiasmado, por lo que se puede presumir que se sumarán a la campaña de Meade con renovados bríos, con la esperanza de encontrar en el ex Secretario de Hacienda al candidato que esperaban, haciéndolo suyo como pidió el propio Meade Kuribreña durante su presentación.
La relación de la clase política con la sociedad no anda nada bien, mucho menos para el PRI, condición que resulta de la cantidad de ex gobernadores que han sido ligados a actos de corrupción, apellidos como los Duarte, Yarrington, Borge, entre otros, resultan impronunciables por la insultante cantidad conflictos a los que se encuentran ligados, a quienes más bien la sociedad exige se aplique todo el rigor de la ley, pero en especial, que devuelvan lo que se llevaron, que no era suyo y sí, de la sociedad a la que debieron haber servido.
Sólo resta esperar, para conocer la plataforma política que presentará el aspirante del PRI, sus propuestas, planes, su visión frente a la economía, su postura frente el mercado internacional, sus ideas para enfrentar la inseguridad, en fin, todo lo que tiene que ver con México.
Ahora, Andrés Manuel López Obrador, ya tiene gallo, aunque el tabasqueño con exagerada ironía hace menos la postulación de Meade; no debería, porque al parecer tendrá enfrente a un contendiente que no le teme; pensar que la tiene fácil sería un grave error. Predecible, como últimamente ha sido López Obrador le echará a culpa del gasolinazo, de que fue designado por dedazo y que será quien le cubra las espaldas a “La Mafia del Poder”, frase bastante desgastada, pero que le ha dado resultados; sin embargo, muestra falta de imaginación.
Ahora bien, de ganar la silla del águila, con Meade iniciará un cambio en el PRI y seguramente en la forma de ver a la política en México, abrirá una nueva era a menos que el seguro candidato se deje influenciar por los grupos de poder para permitir le dicten las acciones a seguir, a la sombra de la figura presidencial.
Resta esperar qué sucederá con el Frente Ciudadano por México y los aspirantes Independientes, para conocer a quienes habrán de acompañar en la boleta a los candidatos del PRI y de MORENA para la presidencia de la República Mexicana.
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JUSTICIA O VENGANZA
Hace unos días ocurrió un lamentable hecho en Tenancingo, Estado de México, en donde fue linchado Felipe de Jesús Cruz Vázquez, quien al parecer era originario de ese municipio, y tenía poco tiempo de haber regresado de los Estados Unidos; sin embargo, al verlo por el lugar, alguien lo señaló como posible secuestrador, lo que ocurrió después es muy desafortunado, una multitud fue tras el infortunado y lo golpeó brutalmente, sin la menor posibilidad de defenderse, lo que ocasionó que momentos después, al ser auxiliado, falleciera a consecuencia de los golpes recibidos.
Lo acontecido a Felipe de Jesús, le puede suceder a cualquiera, en cualquier parte, ya sea por paseo o porque se le ocurrió detenerse por cualquier motivo, en el lugar menos indicado, y si por casualidad es confundido con un delincuente, puede correr con la misma suerte, el pretexto, puede ser, incluso, lo de menos, al amparo de la molestia que sufre la población por acontecimientos recientes, más que buscar justicia, parece que lo que se busca, es venganza.
