Con 400 votos a favor, 47 en contra y dos abstenciones, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión se aprobó -en lo general- la Ley General de Educación Superior que establece las bases para que el Estado mexicano cumpla la obligación establecida en el artículo 3° Constitucional de “garantizar el ejercicio del derecho a la educación superior”.
La decisión establece un nuevo marco jurídico para que la formación que se ofrece en las Instituciones de Educación Superior (IES) cumpla los principios de universalidad (acceso para todas las personas), equidad, excelencia e inclusión, a fin de que se amplíe la cobertura en ese nivel educativo que -de acuerdo con la UNESCO- se ubica por debajo del 40 por ciento. En Australia la cobertura es de 100 por ciento; en Estados Unidos alcanza 88 por ciento; Rusia, 81 por ciento; Argentina, 90 por ciento, y Corea del Sur, 94.3 por ciento.
En México, las diferencias entre las entidades pueden ser enormes, como el caso de Oaxaca, donde apenas es de 21 por ciento y Sinaloa alcanza el 54 por ciento.
En ese contexto, las y los integrantes de la Cámara de Diputados aprobaron este martes el marco general de la ley para la Educación Superior que, entre otras cosas, reconoce la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior, así como su régimen jurídico, autogobierno, libertad de cátedra e investigación, estructura administrativa, patrimonio, características y modelos educativos.
Asimismo, se establece la creación del Fondo Federal Especial para la obligatoriedad y gratuidad de la educación superior, además de que se incorporó un anexo específico -dentro del proyecto de decreto del Presupuesto de Egresos- para definir las erogaciones en educación superior, a fin de que en el largo plazo -a partir del año 2022- gradualmente se garanticen los recursos suficientes para la obligatoriedad y gratuidad- siempre y cuando exista el presupuesto suficiente.
El nuevo ordenamiento abrogó la Ley para la Coordinación de la Educación Superior expedida en 1978 y, entre otros cambios, establece la creación de instancias para prevenir la violencia sexual y de género en los centros escolares; crear el Sistema para la Evaluación y Acreditación de las IES; regular el financiamiento federal y estatal para las IES, además de señalar la vinculación de la Educación Superior con las necesidades de los sectores social, productivo y económico.
En congruencia con las políticas establecidas por el Gobierno federal, la Ley determina que deberán promoverse programas de apoyo para la titulación de estudiantes, con el objetivo de agilizar su incorporación a las actividades profesionales y ofrecer condiciones que les permitan acceder a estudios de posgrado.
Asimismo, se incorporó a las Escuelas Normales Rurales a ese nivel educativo, a fin de que no sean consideradas como formación “de segunda”, como han sido vistas por muchos sectores desde hace varios años, lo que abre la posibilidad para fortalecer a la educación pública en el país y deberá crearse un Consejo Nacional de Autoridades en las Escuelas Normales, que será la instancia responsable de crear los consensos sobre políticas y acciones que permitan mejorar esos espacios de formación del profesorado. También se determina que las instituciones privadas de educación superior otorguen becas al menos al 5 por ciento del total de su estudiantado.
Sin embargo, quedaron algunos pendientes -que se discutirán de manera particular- tales como la instrumentación y operatividad del Fondo Federal Especial, el anexo en el Presupuesto de Egresos de la Federación, así como las sanciones ante el incumplimiento de las obligaciones que se establecen para las Instituciones de Educación Superior.
Habría que destacar que es de las leyes que se ha aprobado con los consensos más altos de los últimos periodos legislativos y se logró que la mayoría de las y los legisladores diera su voto a favor. Enhorabuena para la educación superior.
PERCEPCIÓN
A paso lento, muy lento, avanza la vacunación de personas de la tercera edad para evitar el contagio por Covid-19, pero ya mucha gente anda “como si nada”. Debemos mantener la guardia arriba.