Hemos sido educados en un sistema, moldeados para caber en una caja, y nos han vendido la idea de que cuando llenamos esa caja con ciertos “listones” (pareja, hijos, viajes, trabajo, bienes materiales, solvencia económica, éxito), entonces alcanzamos la felicidad.
Y de esta premisa, de acuerdo con lo que he verificado en mi propia experiencia, nacen dos posibles resultados:
*Que logres tus metas, objetivos y no seas feliz... entonces seguirás buscando.
*Que NO logres tus metas, objetivos y no seas feliz... entonces seguirás buscando.
Seguro has estado de los dos lados, y es que lamentablemente hay un hoyo negro entre nosotros y la felicidad que nos han pintado.
No es que lo que queremos alcanzar sea malo o bueno, de hecho, puedes alcanzar todos los listones y adornar con títulos tu paso por el mundo.
Pero no estamos aquí por los listones.
“Entonces, si con ninguno de los dos resultados alcanzo la felicidad… ¿dónde está el truco?”
¡Exacto!! en tu sistema de pensamiento.
¿Hay una forma distinta de hacerlo?
La respuesta es sí, y a veces duele. Despertar duele, no para siempre, pero reestructurar un sistema de pensamiento duele al principio.
Sin embargo, el sueño duele más, mantenerte en la caja, en el molde, duele más, y es el círculo perfecto de ensayo y error en el que consigues más de lo mismo.
Cuando despiertas, tienes la oportunidad de reestructurar tu pensamiento, de hacerlo de forma distinta, de desapegarte del resultado, de las expectativas (propias y ajenas).
Ahora tienes que tomar esta decisión ¿lo asumes o no? Y de esto se derivarán otros dos posibles resultados:
Ser feliz sin importar lo que pase afuera de ti, es una felicidad genuina, sin expectativas, sólo es, y cuando te conectas con ella, tu entorno responde, tu vida responde, y comienzas a generar experiencias satisfactorias.
O sigues en la caja, intentando entrar en el molde, a través del círculo de logros por alcanzar.
Es tu sistema de pensamiento el que hace que todo sea como es. ¿Quieres salir de la caja, romper el molde? ¿Quieres detener el sufrimiento y encontrar tu camino? La caja es una ilusión, es tu mente, eres tú.
Seré directa. ¿Con qué tipo de situaciones de sufrimiento eres correspondiente en este preciso instante?
¿Pareja infiel, jefe abusivo, amigos desleales, deudas, relación rota con tus padres, soledad, culpa, envidia? Cada una de esas experiencias te está dando la oportunidad de regresar a ti, a tu poder, el que nunca debiste perder. Tu vida es una experiencia perfectamente diseñada para tu evolución, viniste con un plan pedagógico entre los pañales.
Pero vamos más allá. La “ley de correspondencia”, que realmente es una ley universal, determina dónde, cuándo, cómo, y a quién le corresponde vivir qué experiencias específicas de aprendizaje.
Estas experiencias están diseñadas por el Universo de acuerdo con la necesidad de evolución y a la función que le corresponde desempeñar a cada persona en un lugar específico. De igual forma, determina cuál es la misión de amor y de servicio que le corresponde a la persona y, a quiénes se les prestará el servicio correspondiente.
Ese plan pedagógico, diseñado por el Universo para cada persona, determina raza, padres, nacionalidad, región, función y todas las experiencias necesarias de destino y misión que corresponde con la Consciencia que viene a tomar un cuerpo físico para continuar su proceso de evolución.
Todos los seres humanos estamos ubicados en el lugar perfecto, teniendo en cuenta que el destino se refiere a todo aquello que vinimos a aprender en esta vida, todo aquello que consideramos difícil o que nos cuesta trabajo, y que la misión se refiere a esas cosas que sabemos, o aprendemos a hacer y podemos transmitir a los demás. Y es así para lograr el aprendizaje exacto que nos trajo a este mundo físico, realizando un doble propósito de acuerdo con la ley de correspondencia, APRENDER - ENSEÑAR.
Apuesto a que has escuchado a muchos decir: "Si eso no me hubiera pasado (cualquier sufrimiento) no estaría donde estoy ahora".
Y seguro has escuchado a muchos profesionales del desarrollo personal decir cosas como: "Estuve en la bancarrota y logré recuperarme y ser mucho más abundante que antes". "Tuve una pareja tóxica, violenta, y logré salir de ahí para amarme y ser fiel a mí". "Tenía un trabajo que odiaba, un jefe abusivo y logré reinventarme montando mi propia empresa".
¿Qué tienen en común estos personajes? ¿Aún crees que fue suerte? ¡No!
Era parte del plan, lograron atravesar situaciones de destino, sufrimiento y hoy ayudan a otras personas desde la experiencia, porque lo vivieron. Y lo saben porque estuvieron ahí y al transmutar todo ese sufrimiento en misión, pueden servir al mundo desde ese aprendizaje.
Cuando una situación ya no tiene nada que aportarnos, ya no tenemos nada que aprender de ella, y cuando ya no somos útiles para las experiencias de aprendizaje de las personas que nos rodean en un entorno, estamos listos para acceder a otro lugar y a otros experiencias más avanzadas y satisfactorias, la vida te mostrará el camino si se lo permites.
¿Y cómo llegar ahí? A través de la ACEPTACIÓN
Cuando aceptas que esas situaciones conflictivas son necesarias para tu propio crecimiento, te liberas del sufrimiento y te abres al aprendizaje, al cambio.
Cuando algo te perturbe pregúntate ¿qué es lo que no estoy aceptando?
En ese momento llegará una respuesta a tu mente y seguramente te responderás “Sí, es eso lo que me causa sufrimiento”.
Entonces, para dejar de sufrir podrán llegar dos nuevas preguntas:
¿Cómo puedo aceptar esto? ¿Cómo puedo aprender a aceptar esto?
La aceptación sólo puede darse cuando hay comprensión, porque la aceptación no es fe ni está sustentada en creencias. Por lo tanto, si tienes suficiente comprensión, ya estás listo para liberarte completamente del sufrimiento, a través de la aceptación, pues, de lo contrario, seguirás sufriendo".
Por ejemplo:
Un hombre que sufre de celos. ¿Qué no está aceptando?
Que no es dueño de nadie. ¿Qué pasa cuando acepta que no es dueño de nadie? El sufrimiento ya no está.
Otro ejemplo:
Una mujer sigue apegada a la casa que tuvo que vender y sufre por ella. ¿Qué no está aceptando? Que nada le pertenece y que siempre tiene lo necesario.
La vida te dará todas las oportunidades que necesites para integrar la aceptación, te dará tantas lecciones como sean necesarias. Al no resistirnos vamos hasta el fondo, hasta donde no nos quede más remedio que dejar de luchar y permitir que la corriente de la vida nos lleve.
Verás que cuando logras ACEPTAR en tu mente, desde la comprensión, las situaciones que te parecen más duras, éstas dejan de repetirse, pues la vida ya no podrá enseñarte nada a través de ellas, pues ya lo has comprendido.
En mi experiencia sé que cuanto más acepto, más naturalmente llegan las experiencias satisfactorias a mi vida. Claro, aún tengo sueños y objetivos por cumplir, tengo mis pies plantados en la tierra. Pero no los fuerzo, viro mi barco cuando es necesario y me dejo sorprender por el plan divino, por la vida, que cuidadosamente ha puesto a mi disposición maestros, personas, proyectos y nuevos conocimientos.
Acepto lo que me molesta, reconozco mis emociones, esas mensajeras divinas que me anuncian que algo no está funcionando bien… Me dejo enojar y llorar de frustración cuando es necesario, le doy su lugar a esos sentimientos para soltarlos y para permitirme comprender, y comprenderme.
Soy tan humana, tan feliz, en medio de la rara belleza del universo que no se rinde para demostrarme que todo está, y que siempre estoy, en el lugar que corresponde.
Marcela Hernández Montiel. Terapeuta Holística, Terapeuta Floral, Asesora en Nutrición y en Transformaciones Vitales.
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