“Sin libertad, la democracia es despotismo, sin democracia, la libertad es una quimera”
Octavio Paz
El próximo 6 de junio en las urnas, como debe ser en cualquier sociedad democrática, se definirá el futuro de México al renovarse más de 20 mil cargos de elección popular, federales y locales, y el Presidente lo sabe, esta conciente de que el ejercicio del poder radica en el ciudadano, el que lo llevó a donde hoy se encuentra.
La autoridad electoral mexicana tiene una historia que data de más de 25 años atrás, en ese tiempo, se han hecho acuerdos, se han garantizado elecciones, se han blindado los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad y, que sigue en una mejora continua como la propia democracia requiere.
Como en cada elección los humos se han ido elevando cada día y su mayor expresión se dio cuando el INE negará dos polémicos registros a candidatos a gobernadores en los estados de Michoacán y Guerrero, atribuyendo omisiones en los reportes de gastos de precampaña, luego de la esperada impugnación el TEPJF resolvió que se reconsideraran las sanciones.
Lo anterior sirvió para que el senador con licencia convocara a un plantón a las afueras del INE, muy al estilo del que su jefe hiciera en 2006 en el que amenazó de forma directa y personal, no solo al instituto sino a los integrantes de su Consejo General, y por si fuera poco acompañado del dirigente nacional del partido que representa.
Resultados de algunas encuestas empiezan a ranquear que habrá voto de castigo contra el partido en el poder, lo que le haría perder la mayoría calificada, aunque no la absoluta, en la Cámara de Diputados, y curiosamente esos datos parece que si cuadran con los “otros datos” de la presidencia, porque se ha iniciado una campaña mediática de desprestigio contra el organismo, lo cual solo indica una cosa: Andres Manuel tiene miedo, pero no de no poder gobernar, tiene miedo de perder el poder.
Atendiendo lo ordenado por el máximo tribunal electoral federal, el INE sesionó, y en una muestra de patriotismo y lealtad a la Constitución, a la que pretenden seguir pisoteando, pese a los intentos de amagar y secuestrar a las instituciones, seis valientes consejeros ratificaron la sanción de retirar las candidaturas; ellos si dieron una lección de su gran calidad moral y de servir a México y a la democracia, le enseñaron a otros poderes que se han sometido a los caprichos y amenazas del Ejecutivo, que México no está solo; que hay instituciones que vigilan y hacen guardar la Constitución como debiera hacerlo quien desde palacio solapa e incita la comisión de delitos penales como la amenaza y la intimidación.
Por lo anterior, ¡larga vida al INE!, que nos dejó muy claro que hay INE para rato; por eso, estamos llamados a proteger y a defender lo que entre todos los mexicanos desde hace 25 años hemos construido, tenemos que dar en esta elección la batalla por el futuro de México, porque México es responsabilidad de todos; por eso los poco más de 95 millones de mexicanos que conformamos el padrón electoral tenemos una responsabilidad que asumir, en 52 días debemos tomar nuestro cubrebocas, tomar nuestra credencial de 8.4*5.3 y votar, para demostrarle al autoritarismo que así como México tiene al INE, el INE tiene a México.
Por cierto: Ya se preparan las iniciativas de reforma para medir al nuevo congreso y será nada más y nada menos que con exhortos de profundización de la Ley de Austeridad Republicana, con la que pretende seguir amedrentando a los OCA’s.
Y para variar: Vaya preparando sus huellas y retocándose para la foto porque el Senado aprobó la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, como los que se han creado en países autoritarios. Lo hizo a pesar de la carga que representaría para la hacienda pública en tiempos de austeridad y al igual que el aeropuerto pese a las recomendaciones de asociaciones nacionales, internacionales y supranacionales de no hacerlo, ya que al fin y al cabo no hay antecedentes que reduzcan la delincuencia que se pretende afrontar con él, incluso generarían más problemas.