“Una reforma es una corrección de abusos, una revolución es una transferencia de poder”
Edward Bulwer-Lytton
Andrés Manuel López Obrador al igual que sus antecesores Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ha enviado al Congreso de la Unión una serie de iniciativas de Reformas tanto constitucionales como de leyes, sin embargo, hay de reformas a reformas, hasta donde recuerdo ninguna de las mencionadas administraciones había enfrentado tantos amparos concedidos en contra de sus reformas logradas al grado de querer reformar al poder judicial para comprar su valía.
En 1994 Colosio hablaba de Reformar el Poder, mientras que, por su parte Armando Labra en 2000 hablaba de Reformar las reformas, sin embargo, al parecer el presidente, como es su costumbre, para ambos temas entendió mal e hizo lo que quiso, lo que entendió o lo que le conviene a él, más no a México.
Tiro la reforma educativa para ganarse al sindicato, ha intentado reformar la industria eléctrica con múltiples intentos que han sido frenados desde el Poder Judicial, incluso desde la misma Corte, que a veces juega de Suprema y otras veces como Cortesana, lo cual ha generado varios dolores de cabeza al titular del poder ejecutivo y sus secuaces.
El Senado de la República aprobó en forma de gol contra la oposición una reforma al poder judicial que ampliaría dos años más el mandato del Ministro Presidente de la Corte, para desde esa trinchera seguir solapando al presidente en asuntos como la consulta de juzgar al expresidente.
Ya amenazó a la siguiente legislatura de San Lázaro de usar su derecho de veto si le tocan el presupuesto, al igual que amaga a la prensa que lo critica, y lanza fuego a las instituciones que son su contrapeso constitucional, amenazó a la Corte al decir que si hacen declaratoria de inconstitucionalidad de la Ley Eléctrica pues cambia la Constitución, aunque sabe y teme que probablemente ya no le alcance el tiempo de hacerlo tan fácil eso depende de nuestros comicios del 6 de junio.
Algo sorprendente es que Zaldívar no ha fijado postura alguna contra lo ya también aprobado en San Lázaro, pues sabe que esta en una encrucijada al tener que decidir si pelearse contra el pueblo o contra el poder.
Por cierto: Acuerdo histórico y carísimo el que logro Ancira para no regresar a prisión, al llegar un convenio en el que pagará cuatro pagos a Pemex. Cada uno de 54.17 millones de dólares más los intereses que se generen. El primero se hará el 30 de noviembre, el segundo en 2022, otro en 2023 y el último el 15 de agosto de 2024. El pago de los intereses está previsto a partir del depósito del segundo año. ¿Será parte de la salvación de PEMEX o desaparecerán en la forma de programas sociales?
Y para variar: Tremenda sacudida la que le dieron al presidente en las redes tras el reverendo desdén que le diera él a la cumbre por el cambio climático que reuniera a 40 líderes mundiales, haciendo aún más evidente la nula que le da al tema, pues recordaremos que su administración se ha enfocado en regresar a las energías fósiles, por cierto, advirtió que su participación se enfocaría en impulsar llevar a países vecinos de Latinoamérica el programa sembrando vidas.