“…y la carencia, arriba, y los salarios abajo…”
Panteón Rococo
En su supuesta buena intención de solucionar algunos de los problemas que aquejan a la sociedad, o de menos hacer como que cumple sus promesas de campaña, creo más lo segundo lamentablemente, Andrés Manuel López Obrador y su gabinete y colaboradores cercanos han provocado una serie de conflictos más que solucionar los que pretenden.
Recuerdan el combate al huachicol, ese primer ejercicio del poder, que termino por traer un profundo desabasto de gasolina en enero y febrero de 2019 y a que, a fin de cuentas el problema se sigue presentando, o como olvidar cuando por castigar a la industria farmacéutica quiso imponer una nueva forma de adjudicar la compra de medicamentos, concentrando el poder en la entonces Oficial Mayor de Hacienda y hoy titular del ente tributario, que genero los primeros desabastos de medicamentos, que luego quiso arreglar en medio de la pandemia firmando un convenio de colaboración con la ONU y que al final termino por despotricar en su contra, ya que solo adjudico la mitad de las claves solicitadas y las entidades tuvieron que comprar como pudieron y al precio que fuere los medicamentos, para permear solo un poco el desabasto que continua y se agrava y está costando vidas.
Bueno pues hoy le toca ser el tercer molino de viento a la industria del sector del gas licuado de petróleo, el gas que usted y yo generalmente usamos para cocinar y bañarnos. Lo cierto es que como dije al principio en una posible buena intención, pero mala ejecución de la política pública, la SENER solicito a la CRE una fijación de precios máximos del energético, y ya salió la primer tanda que será semanal en un fast track de la mano con la COFEMER, esto en lo que el Gas Bienestar, nueva subsidiaria de PEMEX y para quien ya se están contratando choferes y repartidores, inicia operaciones hacia finales de septiembre o principios de octubre, no obstante a todo ello, lo cierto es que el precio del combustible estaba creciendo de manera desenfrenada con un incremento acumulado de más del 20% en lo que va del año, lo dicho, quizá está actuando más por sus promesas, pues el aumento está muy por encima de la inflación.
Pero también es cierto que un control de precios para un mercado que tiene que ver más de 50% en su precio con factores internacionales, con una producción de la paraestatal en caída, y un aumento de las importaciones, no parece lo más recomendable, y a esto todavía falta el posicionamiento de la COFECE, pero entre que son peras o son manzanas caliente las cosas en el horno, si es de los que no le ha llegado el incremento del 20% en el recibo de luz, un sector donde, por cierto, también metieron la mano a inicios de año y la recomendación fue no prender la luz en los horarios de aprende en casa y los estudiantes tenían que conectarse a su clases virtuales.
Por cierto: La tan famosa consulta popular pasó, observada por todos, pero ignorada por la mayoría, quizá como era de esperarse, y también como era de esperarse el presidente no dejó de culpar al INE el fracaso de este primer ejercicio democrático. Algo que dejó muy clara también la consulta es que Andrés Manuel, digo MORENA aún tiene la capacidad de mover al menos a cerca de 7 millones de personas a votar, algo que, de momento ningún otro partido, ni ningún otro presidenciable ha mostrado por el momento.
Y para variar: Casualmente en medio de las sesiones para las resoluciones de las impugnaciones de la elección de julio a los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se les ocurrió entrar en plena sesión pública en dimes y diretes y hasta el Magistrado Presidente fue destituido porque no quiso someter a la agenda un asunto sobre la evaluación de su actuar en la presidencia, a favor que el pleno no conocía el proyecto por lo que no se podía votar, en contra es un magistrado que está siendo investigado por la UIF y por la FGR, si de golpe dijo un rotundo NO, recuerden que cuando el río suena es porque agua lleva, la SCJN de la mano con el Senado deberán resolver de inmediato para las resoluciones del proceso 2021 y a la vez con prudencia porque es la presidencia que calificará las elecciones del 2024.