Lo bueno, lo malo y lo serio… La corrupción, impulsa a la inseguridad

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

Lo bueno, lo malo y lo serio… La corrupción, impulsa a la inseguridad

Miércoles, 20 Diciembre 2017 00:06 Escrito por 

La administración de Alfredo del Mazo Maza en el Estado de México se enfrenta a muchos problemas por la condición geográfica en la que se encuentra; no obstante, uno de los problemas que más preocupa a la sociedad es la seguridad, aunque ésta para llegar a los niveles en los que se encuentra actualmente, debió haber pasado por un largo proceso, que obedece a varios factores entre ellos el resultado del no hacer de anteriores gobiernos, o hacer a medias, o, como guste llamarle, pero en la actualidad, es uno de los temas más recurrentes por actores políticos, cuerpos de seguridad y de la sociedad en general.

Mucho tiene que ver con lo que sucede en el resto del país, y no puede dejar de tocarse el punto que es considerado el posible origen de este mal, la corrupción, pero desafortunadamente no hay recetas mágicas, como quieren hacer creer algunos políticos para terminar con ella y por ende, empezar a extirpar el cáncer que representa la inseguridad.

La corrupción se encuentra en todos lados es una práctica cotidiana, y hasta aceptada como parte del comportamiento humano en varios sectores de la sociedad, pues no es exclusiva de las áreas de gobierno o de poder, como piensan una gran cantidad de ciudadanos; se desprende de varios factores, uno de ellos tiene origen en la educación que se recibe en el hogar. En la actualidad, no en todas las familias se enseñan las buenas costumbres, el respeto y el amor hacia los demás.

Es la educación familiar que acepta y hasta promueve la corrupción, en su forma más simple, pero al ser actos repetitivos, se van aceptando como costumbre, ¿cómo acabar con un mal tan arraigado? En casa, lo que no se enseña bien, o se enseña mal, repercute en el exterior del entorno familiar, y es algo que no se puede corregir en la escuela, por mucho que se promuevan nuevas políticas educativas y se legisle para crear nuevas leyes, nada sustituirá ese básico y primer aprendizaje.

Ahora bien, los actos de corrupción, por muy pequeños e insignificantes que parezcan, en términos generales afectan a todos por igual, y el cúmulo de ellos, abonan a lo que hoy padece la sociedad. Las diferentes áreas de los gobiernos federal, estatal o municipal, son a los que más se les señala por estos actos, porque deberían ser los primeros en rechazarlos, sin embargo no es así, y a pesar de que se crean áreas encargadas de perseguir los actos de corrupción, tienen que abrir otras nuevas, para vigilar a quienes pusieron a vigilar y al tiempo se abrirá otra, para cuidar a los cuidadores de los cuidadores, y llegaremos a un infinito de áreas cuidándose unos a otros, y en todo caso, acusándose y castigándose con penalidades más severas, pero, con ello ¿verdaderamente se acabará con la corrupción?

También, podemos ver a los que están encargados, por orden social que emite su voluntad a través del voto universal, libre y secreto, para que sean los encargados de hacer las reformas y leyes necesarias para acabar de una vez por todas con ese mal y poder convivir en un sano desarrollo social, protegidos y seguros de que velarán por los intereses de quienes los eligieron, y desde luego, acabarán con esos actos de corrupción que se dan en todos los niveles, pero, de pronto, surgen grabaciones con sus respectivos escándalos, de éstos actos cometidos por los ya mencionados, ¿y entonces?

¿Como puede considerarse la posibilidad de que una sola persona sea la que termine con la corrupción porque así lo dice? He escuchado muchas locuras, promesas, sueños, ilusiones de políticos, durante gran parte de mi vida, algunas, son divertidas, otras más, entretenidas, y no puedo mentir, hay las que causan molestia por lo fantasioso de su concepto, y que desde luego, sabemos que no podrán cumplirse, es el juego que siempre utilizan los políticos y sobre todo, en campaña, el prometer no empobrece, claro está.

Pero, dar por hecho que la corrupción terminará de la noche a la mañana, sólo porque quien lo promete siente que cuenta con el poder divino, es el colmo, pero, eso no es lo peor, que la gran repartición de dinero, becas, regalos, infraestructura, aumentos salariales, y muchos etcéteras más, dependan de ello, ya no tiene nombre.

De verdad, eso lo quiero ver…

Visto 2667 veces
Valora este artículo
(7 votos)
Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio