En noviembre, Coacalo será sede de un encuentro sobre la vida de Juan Diego en base a una investigación científica que revela su andar terrenal y en la que, contrario a otras versiones, ésta comprueba que habitó de forma permanente en Cuautitlán y no en Tulpetlac.
A fin de revivir la ruta que Juan Diego recorría desde Cuautitlán al Tepeyac -20 kilómetros- las agrupaciones ambientalistas Franature e Iniciativa EdomexSiembra, buscaron a expertos del fenómeno para rescatar las veredas originales y engalanarlas con plantas polinizadoras.
En el encuentro, coordinado por el presbítero Dr. Israel Mendoza Tinoco, participarán arqueólogos, representantes de la Diócesis de Cuautitlán, las asociaciones civiles Franature e Iniciativa EdomexSiembra, y se llevará a cabo en la Parroquia Santa María de Guadalupe.
El tema tiene de base el compendio científico hecho libro intitulado Revaloración arqueológica e histórica sobre el origen de Juan Diego en Cuautitlán, escrito por Alberto Fragoso Castañares y Luis Córdoba Barradas.
La obra tiene como subtítulo Santuario Diocesano de la siempre Virgen Santa María de Guadalupe y casa de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, lugar santo de la quinta aparición guadalupana.
Nada de fanatismos
El libro aclara que “en este trabajo no se tocarán temas que entren en el campo de la fe o la teología; se centrará estrictamente en un asunto histórico: la procedencia de Juan Diego como originario de Cuautitlán.
“Si bien el tema es concreto, en la definición del mismo se están asumiendo varios postulados, como resultado de la investigación. En esas premisas se pueden enumerar las siguientes:
Juan Diego existió, su relación con Tulpetlac no está bien definida, los datos arqueológicos ayudan a comprender el contexto histórico de Cuautitlán a principios de sigo XVI y el ambiente en que se desenvolvió el personaje.
Alberto Fragoso Castañares, ha sido cronista del municipio de Cuautitlán, miembro fundador de la Asociación Mexiquense de Cronistas Municipales (Anecrom), miembro de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas y miembro del Centro de Estudios Guadalupanos.
El arqueólogo Luis Córdoba Barradas es investigador de la Dirección de Salvamento arqueológico del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Cronista municipal de Tultitlán, miembro de la Anecrom y la Academia de Historia de Norte del estado de Méxic.
¡Extra! ¡Extra!
Y viene el reto para los ambientalistas Edgardo y Mario Luna, Enrique Díaz (Quique de Lomas), Jesús Rocha, Armando Montoya, Mabel Nolasco, Lucy Vázquez, Víctor Zendejas, Aquiles Zendejas y Patricia Bermúdez, entre otros para caminar esa ruta de Juan Diego de 20 kilómetros y convertirla en un edén polinizador en beneficio de las vapuleadas abejas y el medio ambiente.
*Presidente de la ONG Franature