Hace unos días se publicó un nuevo escándalo que envuelve a cercanos al presidente de la república. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación publicó datos relativos a su investigación acerca de los denominados Pandora Papers, donde poco más de 3 mil mexicanos fugaron capitales a paraísos fiscales, con la evidente intención de ocultar sus ingresos y así evadir el pago de impuestos.
Al ser cuestionado y con su ya característico estilo, López Obrador señaló que -en el pasado- han habido personajes que han fugado capitales por montos mayores con ese esquema, como Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas, a quien se le achaca la salida del país de más de 100 millones de dólares en la década de los 90´s, lamentando, según él, que sólo se hayan exhibido el nombre de personajes como Julio Scherer, Armando Guardiana y Julia Abdala, pareja sentimental de Manuel Bartlett actual director de la CFE, todos ellos cercanos a AMLO.
Cuando una persona es honesta, creo que no trata de minimizar o disfrazar la acciones deshonestas o de corrupción de nadie, sin importar si son cercanos o incluso familiares, de hecho en ambos casos AMLO sale reprobado, sus hijos y hermanos siguen campantes por la calle sin que nadie sepa de dónde provienen los recursos con los que se dan una gran vida o han sido sorprendidos recibiéndolos, con los cercanos lo mismo, no hay para ellos nada de qué preocuparse, cuando menos no en este sexenio.
Para el grueso de la población como siempre nada, ni si quiera tenemos muy claro lo que está pasando o el grado de afectación al erario y a la legalidad, por otro lado, la clase política al parecer y según el presidente, tiene una especie de inmunidad, siempre y cuando no se les acredite que robaron más que los de la “mafia del poder” en el pasado.
Si el grado de deshonestidad y corrupción en una persona es de valorarse para solo castigar a los muy, pero muy malos, el actual gobierno federal debería de establecer qué monto se nos permite para la evasión abierta de impuestos, cuánto dinero se vale sacar del país sin el debido escrutinio hacendario y qué acciones deshonestas podemos llevar a cabo para que el presidente nos defienda y diga que hay otros peores que nosotros.
Alguien muy importante para mí me ha hecho recordar que en la mayoría de cuestiones no hay términos medios, ¿es negro o es blanco?, no hay claroscuros, este es uno de esos temas, se es corrupto o no, no hay poco o muy corruptos, el contenido de este término es absoluto, eres o no eres, punto.
Lamentable la posición de López (como le dice Fernández de Ceballos, otro cuestionable), sus actitudes y respuestas son muestra que el cambio de la 4T es de hegemonías, de cambiar a los viejos dirigentes por nuevos afines al proyecto del presidente, pero de la democratización y la honestidad poco, tener el poder les da derecho a decir qué está mal y que no tanto, como ocurrió con los griegos, donde eran los aristócratas los que tenían derecho a decir qué era verdad y qué no.
ADENDUM:
- Previo a la elección del gobernador del Estado de México se empieza a discutir el fenómeno electoral que fué morena desde su fundación, imagino que dichos foros buscan ver cómo repetir los triunfos electorales ante la perredización del partido del presidente, intentaré hablar de ello en la próxima entrega.
- Muy contento y optimista he andado en estos días. Gracias a quien me recordó que no debemos permitir imprecisiones en lo que hacemos, decimos y pensamos, efectivamente en casi todo es negro o blanco, no hay medios, gracias por recordármelo y por está aquí y ahora.
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Abogado Postulante y Director de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.
