Iconos, tradiciones, rituales y creencias dan sentido al paso de los días de los pueblos. México no es la excepción. El pasado sábado 11 y domingo 12, redes sociales y medios de comunicación cubrieron el peregrinar de los fieles a la Basílica de Guadalupe que celebraba el 490 aniversario de sus apariciones.
A media noche del día 11 se daría cuenta de las mañanitas a la Virgen, después, en la mañana y el resto del domingo se haría la crónica de la muerte y el homenaje que sólo se da a los ídolos del pueblo como a Vicente Fernández, fallecido ese mismo día. El funeral se vistió de mariachi, la misma noche que se celebraba el campeonato de fútbol entre el Atlas tapatío y el León: Guadalajara se convertía en el centro mediático del país.
La dramática llegada de la caravana de migrantes a la Ciudad de México y la tragedia de los migrantes guatemaltecos ocurrida la semana pasada en Chiapa de Corzo, así como la celebración de la 23 asamblea del añoso PRI en que dio su brazo a torcer pateando al neoliberalismo, no pintaron en ese día singular en que las creencias, las ausencias, el ídolo y el deporte impusieron su voz.
El año en que la muerte se enseñoreó en el país hará que 2021 no se olvide, no sólo por la pandemia y el errático manejo de la autoridad de ésta sino por la trágica violencia generada por los cárteles que han enlutado a miles de hogares en todo el país y han dejado pueblos enteros vacíos o por el complejo problema de los migrantes. A pesar de ello, el deceso del charro de Huentitán, se llevó los titulares, horas de transmisión y publicaciones en redes sociales.
El ídolo que se fue tiene un nombre reconocido en México y en el extranjero, los miles que han muerto a manos de la violencia, la pandemia y el hambre en el país durante 2021 fueron enterrados o cremados en el anonimato en medio de un dolor que parece no tener fin.
El 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, día de la feligresía mexicana que mantiene unido el endeble tejido social sólo visitaron el santuario 3.5 millones de peregrinos, a diferencia del pasado en que llegarían a ser 10 millones. La iglesia pierde.
