La tarde-noche del viernes y hasta la madrugada del sábado, sucedió un hecho inédito en México. Casi 65 mil personas se unieron al Spaces de Twitter titulado #TodosSomosLoret para apoyarle tras que el presidente Andrés Manuel, en un acto de ilegalidad, dio a conocer sus supuestos ingresos. Entre quienes se metieron a esa dinámica había periodistas, políticos, conductores de televisión, cantantes, deportistas y ciudadanos.
El motivo era mostrar solidaridad con el periodista Carlos Loret de Mola. Este evento en redes sociales fue convocado por la cuenta “Sociedad Civil México”. Cuando la audiencia alcanzó casi 65 mil oyentes, el propio Carlos Loret intervino en el conversatorio.
De manera paralela, el hashtag #TodosSomosLoret fue tendencia mundial con más de 200 mil tuits.
López Obrador, después de que Loret de Mola, con la asociación Unidos contra la Corrupción, exhibieron la forma de vida de su hijo José Ramón López, en un acto evidente de venganza, exhibió en su conferencia matinal los supuestos ingresos del periodista y los comparó con lo que él mismo percibe, lo que generó repudio inmediato en las redes sociales.
En su intervención en Spaces, Loret destacó que "ya no se trata solo de mí, ni siquiera del periodismo, ni de la sociedad a tener derecho a la información, esto es una bitácora cuidadosa de la construcción de un dictador y de la sociedad para impedirlo".
Desde Guadalajara, el Foro Nacional de Periodistas y comunicadores expresó su posicionamiento: “¡Existen límites Señor Presidente!, ¡hasta para usted!
“El abuso de poder que ahora usted exhibe y que utiliza para exponer a un periodista no solamente es una cortina de humo para desviar la atención de los asuntos que realmente interesan a los mexicanos, es, sin duda, una abierta violación a las leyes y a la privacidad de los datos de un ciudadano.
“Pero además del mal uso que hace de los datos a disposición del gobierno, los altera, los saca de proporción solamente para denostar y desprestigiar a un ciudadano.
“La comparación que hace del salario que usted devenga y los ingresos que asegura corresponden al trabajo del periodista Carlos Loret de Mola, además de mostrar su talante autoritario, es una manifestación de la bajeza con la cual se conduce para tratar de demostrar que detrás de trabajos periodísticos donde se muestra la corrupción, el boato y la ostentación que hace su familia de una riqueza que no se sabe cómo se obtuvo, existe un interés mezquino para desprestigiar a su gobierno.
“Con este gesto autoritario, no solamente rebasó los límites de sus facultades legales, también demuestra que en su afán por desviar la atención, es capaz de recurrir a cualquier artilugio para distraer la atención pública”.
Le aclaran al presidente:
“Su opinión siempre será importante, pero no es la única; su visión de gobierno debe contrastarse y sus resultados deben compararse, es lo mínimo que distingue a una democracia.
“Lo que usted le pide al pueblo de México: sacrificio personal, austeridad de vida, conformismo material y menos ostentación, debe ser lo mismo que pida a su familia y los haga cumplir con una severa rigidez.
“No pida lo que no da y no abuse de un poder temporal que es limitado por la ley.
Si quiere respeto, ¡respete, a los ciudadanos y a la ley!
“Hoy sus palabras fueron para agraviar a uno, pero nos agravió a muchos. Su difamación insulta a un gremio que ya de por sí está viviendo momentos aciagos, dolorosos, por la violencia y los crímenes contra nuestros colegas.
“Todo tiene límites Señor Presidente, hasta su gobierno es temporal, recuérdelo siempre”.
Evidentemente a AMLO le molestó que Loret expusiera públicamente el estilo de vida de su hijo José Ramón, que no guarda congruencia con sus postulados de austeridad y honestidad. Los límites que rebasó el presidente son peligrosos para la vida democrática de la nación.
Pero no solo eso, hay cinco periodistas asesinados en este año y México sigue siendo el país más peligroso del mundo para ejercer la profesión. La impunidad y el común denominador es la impunidad.
Sí, hoy todos somos Loret. Hoy todos somos cada uno de los y las periodistas agraviadas.