Anticipadamente el Fiscal General de Justicia del Estado de México, licenciado Alejandro Gómez Sánchez, deja el cargo al presentar su renuncia ante la Legislatura. Su lugar debería ser ocupado interinamente por el vicefiscal general Germán García Beltrán, sin embargo, también presentó su renuncia.
Como lo adelantó Digitalmex oportunamente, el Fiscal General deja el cargo como lo había confirmado el presidente de la junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de México, Maurilio Hernández González.
Es de llamar la atención el movimiento de una de las piezas importantes en el tema de procuración de justicia. Alejandro Gómez se vio beneficiado con el cambio de Procuraduría a Fiscalía General, en el que fue electo por un periodo de siete años, de los que aún le restaban dos.
En medio de la polarización que existe en el ambiente político, cualquier cambio, sobre todo, de órganos autónomos, debe revisarse con lupa, ¿cuál es el interés verdadero que existe detrás para que éste se dé en estos momentos?, la suspicacia surge de las condiciones políticas actuales.
El presidente de la JUCOPO ha aparecido constantemente en el tema, y no es ningún secreto que busca ser el candidato de Morena para acceder al cargo de gobernador en el Estado de México. Las preguntas naturales surgen: ¿está acomodando las piezas? ¿es la “corcholata” del inquilino de Palacio Nacional para la candidatura? ¿busca colocar a un fiscal carnal?, éstas y otras preguntas estarán dando vueltas en el aire, porque de no ser el elegido, su interés es que sea cualquiera de su grupo, en el que se encuentran Horacio Duarte o la maestra Delfina Gómez.
Las sospechas y teorías no se detendrán hasta que se conozca la lista de probables candidatos a sustituir a Alejandro Gómez. Mientras tanto, es el fiscal central de Atención Especializada, Mario Salas Ortiz, quien quedará al frente durante el periodo de selección del nuevo titular.
Para el caso, la Legislatura deberá, dentro del plazo de 20 días naturales, integrar y enviar al Ejecutivo una lista de hasta 10 candidatos. El titular del ejecutivo estatal elegirá una terna de esa lista para que finalmente sea la Legislatura la que decida con la votación de las dos terceras partes de los miembros del Pleno, al sucesor.
El trabajo del primer fiscal del Estado quedará ahí, en un momento en el que el problema de la inseguridad ha elevado sus niveles como nunca antes, la exigencia de esa responsabilidad es intensa, los reportes de enfrentamientos con bandas criminales, emboscadas y la colocación de mantas amenazantes lo dejan claro. El licenciado Gómez Sánchez dijo que su renuncia se debe al agotamiento físico, emocional y profesional, de meditar esta explicación, varios elementos que trabajan ahí ya deberían considerar renunciar también. Difícil creerle.
El personal de la Fiscalía General es uno de los elementos importantes que la integran y que regularmente son ignorados, a pesar de que se trata de la base del intenso y arriesgado trabajo, no únicamente porque deben enfrentar y acusar a los delincuentes, sino también, por el problema que les representó acudir a las oficinas durante el tiempo álgido de la pandemia que provoca el SARS CoV2. Varios se contagiaron y fallecieron.
El tema de la Fiscalía debe ser tomado muy en serio, y si se busca una profunda reconstrucción para ofrecer mejores resultados, debe atenderse por principio, el abandono en el que se tiene a su personal, ya sea del Ministerio Público, policía ministerial o de Servicios Periciales. Urge ofrecerles mejores salarios, condiciones laborales y equipo, entre otros.
Es imprescindible que el fiscal que llegue pueda contar con el apoyo de la Legislatura y con los recursos suficientes para hacer frente al encargo, si es que el interés es la institución, y no únicamente una cuestión de acomodo y beneficio político. Además, urge capacitación al personal respecto del sistema de justicia oral y adversarial.
Desde el momento que el nuevo sistema de justicia penal se impuso en el Estado, ha sido raquítico el apoyo que reciben los que trabajan en la fiscalía, que, como ha sido costumbre, han tenido que aprender sobre la marcha, por eso, se requiere de un experto que conozca bien de la materia y que pueda identificar, sin mayor complicación, a dónde debe poner mayor empeño y atención.
La delincuencia, en gran parte del territorio nacional, sobre todo la organizada, han rebasado a las corporaciones, es menester buscar los mecanismos apropiados para imponer un trabajo adecuado, con el que prevalezca la aplicación de la ley; dejando a la orilla la impunidad. Lo necesita la sociedad.
Los ciudadanos merecen que el nuevo titular sea una persona experimentada y que ofrezca resultados. En la institución hay quien tiene la estatura, experiencia, conocimientos y capacidad para asumir el cargo. El propio Mario Salas Ortiz, hoy encargado, cuenta con una larga trayectoria que empezó desde el cargo de Ministerio Público, siendo titular de la primera Mesa de Asuntos Especiales, y ha ocupado otros de importante nivel.
En la institución han pasado personalidades que han demostrado con resultados su trabajo, como lo fue el caso de Martha Hilda González Calderón, cuando se desempeñó como subprocuradora de Toluca. Fueron capturados y consignados en aquél entonces los involucrados en los asesinatos de los hermanos Leglisse y el padre Ricardo Crespo que conmocionó a la comunidad toluqueña. Sin embargo, ha sido nombrada por el gobernador como nueva titular de la Secretaría de la Mujer, difícil que pudiera ser considerada, no obstante, hay mujeres y hombres con la capacidad y experiencia para cumplir con la función.
En resumen, las sospechas y teorías conspirativas se evaporarán en el momento en el que se dé a conocer, en primer lugar, la lista que envíe la Legislatura al titular del ejecutivo, y después, la terna que sea enviada de regreso para la selección del nuevo Fiscal General.