En los años 1960-70, cuando el maestro rural Genaro Vázquez Roja, se convirtió en guerrillero ante la negativa de gobiernos autoritarios de atender sus sencillas demandas populares, éste fue endilgado por la oligarquía gobernante de ser comunista y agente de la URSS, China o Cuba.
Genaro Vázquez Rojas entonces respondió con una declaración que pocos medios se atrevieron a reproducir pero que caló hondo a través de los alternativos que le dieron voz. Dijo: “No somos prosoviéticos, no somos prochinos, no somos procubanos. Somos promexicanos”.
La política del imperialismo yanqui de los años de las guerrillas en América Latina era la de acusar no sólo a éstas sino también a los disidentes de movimientos populares de ser comunistas. No se sabían de otra para imponer su dominio y promover golpes de Estado.
Ahora, con el pretexto de la guerra de Rusia y Ucrania vuelven a retomar esa política de estigmatización para, con ese pretexto, acusar e imponer nuevamente su retórica expansionista y doblegar a gobiernos independientes a sus designios hegemónicos.
Días atrás, en una declaración aventurada, propia de los aventureros del viejo oeste que se expandían a punta de pistola sobre las tribus originarias de lo que hoy es Estados Unidos, el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, Glen VanHerck, aseveró que México es la base de operaciones más grande de las agencias rusas de espionaje.
Ante esa especie de especismo expresado por el jefe del Comando Norte de Estados Unidos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador respondió que nuestro país no es colonia de Rusia ni de China ni de Estados Unidos.
Al ser cuestionado en su mañanera de vieres 25 sobre si hay espías rusos en México, López Obrador aclaró: “No sé, no tenemos información sobre eso. Y, sí, no impedimos a nadie, a ningún extranjero que quiera llevar a cabo actividades legales en el país, que lo pueda hacer. Los que son delincuentes y cometen delitos se les detiene; no se permite ni a mexicanos ni a extranjeros cometer delitos en nuestro país”.
Así, el mandatario federal recordó la máxima juarista, como política mexicana de no intervención: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”. Ubicó que es “así de sencillo”.
Y dejó en claro que el gobierno mexicano no va a Moscú, Pekín o Washington a espiar. “Ni a Los Ángeles”, dijo simpáticamente. “No nos metemos en eso”, y que la declaraciones del militar estadunidense no van a ser cuestionadas porque “somos respetuosos de la libre manifestación de las ideas. México es un país libre, independiente, soberano”.
¡Extra! ¡Extra!
NO SOMOS COLONI DE NADIE
“Hay que mandarles telegramas avisándoles que México no es colonia de ningún país extranjero, que México es un país libre, soberano, que no somos colonia de ningún país extranjero. México es un país libre, independiente, soberano, no somos colonia de Rusia ni de China ni de Estados Unidos”.
*Presidente de la ONG Franature