A menos de un mes de haber tomado las riendas de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, José Luis Cervantes Martínez es sometido, no a una, si no a dos pruebas de fuego: Mujeres violentadas por la policía en Chimalhuacán y el homicidio de Hugo Carbajal.
No serán los delitos más graves que hayan pasado en el Estado de México, sin embargo, se volvieron casos demasiado mediáticos que ejercen una fuerte presión sobre la dependencia y la hacen trabajar a marchas forzadas.
Deberíamos de analizar qué es lo que está mal, cuando diputados, alcaldes, secretarios, funcionarios y demás, felicitan a la FGJEM por cumplir con su obligación, por capturar a un presunto culpable en tiempo récord.
Esto más que enaltecer la labor de esta dependencia, la evidencia como lenta y poco expedita en el cumplimiento de sus funciones.
*Caso Chimalhuacán
Todo empezó con la manifestación de una madre que exige justicia contra “policías” que supuestamente violaron y torturaron a su hija adolescente de solo 13 años. Pero la mujer también fue “levantada” por policías de tránsito de ese municipio, desaparecida por varias horas, y tras manifestación de otras mujeres exigiendo su aparición, Irene apareció, pero violada y golpeada; incluso perdió dos dientes en la tortura.
Por este motivo, colectivos feministas montan plantón permanente frente a las oficinas regionales de la Fiscalía Mexiquense en ese municipio de Chimalhuacán. Aquí, las cosas lejos de mejorar empeoraron; aseguran que policías -tal vez de tránsito, tal vez estatales- llegaron en la madrugada y golpearon a diestra y siniestra a las manifestantes; nuevamente fueron levantadas otras dos y al parecer, también violadas.
Una aberración muy lamentable, a lo cual, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, aún no ha anunciado avances sobre esta investigación, menos aún sobre detenidos de la agresión a las feministas del plantón. Cabe destacar que hay tres mujeres policías de tránsito que fueron las que levantaron y privaron de su libertad a Irene. Aún queda pendiente también, el caso de violación de su hija menor a manos, también, de policías.
*Caso Hugo Carbajal
El caso de Hugo Carbajal Amaro, el adolescente de 15 años asesinado, supuestamente en una fiesta clandestina en el municipio de Jilotzingo el sábado pasado.
Este caso fue el que mayor alcance tuvo en los medios de comunicación y en la sociedad completa, debido a que padres, familiares y amigos del jovencito, decidieron bloquear Periférico Norte en Naucalpan y paralizar esa zona por más de 14 horas.
Lo que sucedió, pues ya lo sabemos, a marchas forzadas la fiscalía logró la orden de aprehensión den contra de Mauricio “N” como presunto asesino, identificado desde un inicio.
La presión mediática fue tan grande, que el mismo hombre decidió entregarse voluntariamente a las autoridades para que se realice la investigación sobre dicho homicidio. La clase política se volcó en felicitaciones a la dependencia por cumplir con su obligación.
“No me ayudes compadre” debería decir el fiscal Cervantes Martínez, porque con estas acciones, se evidenció que estamos acostumbrados que la FGJEM sea lenta y nada expedita y que cuando lo hace rápido, aunque sea por las presiones de familiares y medios de comunicación, sea algo realmente sorprendente.
Ojalá y en menos de una semana fueran capturados todos los presuntos asesinos, violadores, feministas, secuestradores, rateros, etc., etc.
Ojalá, y como dijo la mamá de Hugo, Maureen Amaro, la muerte de su hijo sirva para que la justicia en México sea expedita de ahora en adelante.
Por cierto, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, no se ha manifestado sobre ninguno de estos casos.