¿Por qué es tan importante la elección del Estado de México?

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¿Por qué es tan importante la elección del Estado de México?

Domingo, 29 Mayo 2022 01:10 Escrito por 
Alfredo Albiter González Alfredo Albiter González Lo bueno, lo malo y lo serio

Previo a la jornada electoral que marca el calendario para elegir al nuevo presidente de México en el 2024, se encuentran las elecciones del Estado de México y Coahuila. Es la primera en la que se concentra toda la atención, ya que cuenta con más de 12 millones de votos, en comparación con un poco más de dos millones con los que cuenta Coahuila.

Por esta razón, siempre se ha señalado a la entidad mexiquense como la joya de la corona. Ha estado asediada por las diversas corrientes ideológicas, pues cuenta con un peso específico en el ámbito nacional, es, se puede decir, el laboratorio por el cual se practican las condiciones que se presentarán para la que corresponde a la que se define al titular del ejecutivo federal.

De la misma forma, el gobernador que deja el cargo, aunado a que, si ha entregado buenas cuentas en su administración y ha sabido manejar el ambiente político en la entidad, irremediablemente es considerado como uno de los posibles aspirantes a suceder en el máximo cargo de la República.

Aún y cuando en apariencia el gobernador Alfredo del Mazo Maza, quien dejará el cargo el próximo año, no aparece como uno de los más mencionados posibles candidatos a suceder al presidente Andrés López Obrador, debido a las calificaciones que ha recibido su administración, tampoco se le puede descartar, ya que puede dar la sorpresa, y si es así, el partido tricolor alimentaría esperanzas de una gran reconstrucción a nivel nacional.

Para nadie puede ser un secreto que el actual líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, la está pasando muy mal, ya sea verdad o no de lo que es señalado, pero “la calumnia cuando no mancha, tizna...” y se encuentra en medio del torbellino. Ésta, la calumnia, es una de las prácticas más comunes utilizadas por los diversos actores y partidos políticos, y forma parte de lo que se le conoce como “guerra sucia”.

Para desgracia de los ciudadanos, esa “guerra sucia”, se apodera de las publicaciones mediáticas que tratan de aprovechar quienes las impulsan para dañar al enemigo y colocarse por encima del o de los señalados, con el afán de tener mejor oportunidad de vencer. Unas veces verdad, otras son exageradas, y otras tantas inventadas, no importa, el fin todo lo disculpa.

Hacer leña del árbol caído les funciona para eliminar o debilitar lo más posible al adversario, pero también sirve para ocultar los errores propios, ya que con la exagerada acusación desvían la atención hacia donde les conviene, sin verse obligados a dar explicaciones de sus propios actos. 

Es precisamente esa la estrategia en la que se apoya el actual gobierno federal. ¿Cuántas veces ha acusado López a los gobiernos anteriores de los graves problemas que enfrenta hoy el país? ¿Quién puede negar la corrupción que a su paso sembraron en la vida nacional esos gobiernos? Sin embargo, y apoyado en esa conveniente posición, exagera en calificativos para evitar explicar la que carcome a su gobierno, proyectos y programas sociales.

El gobierno de López Obrador no ha mejorado o arreglado nada, se la pasa muy plácidamente acusando a sus antecesores, ya que con eso siente que no tiene ninguna obligación de cumplir con sus promesas de campaña y se la lleva en presumir un futuro prominente que se dará como resultado de lo que hoy está haciendo.

Pero, cabe la pregunta, ¿cuáles son las bases que presume está imponiendo para encontrar en el futuro la mejor versión de México?, porque lo que se puede observar, es una sistemática destrucción de todo lo que se había logrado con mucho esfuerzo. Más preocupante aún es dar cuenta de la gran división y rivalidad que existe en la sociedad. 

En entrevista, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, señaló que el gobierno actual y los partidos políticos nunca han presentado un proyecto de nación, por lo que no existen propuestas ni programas para el crecimiento económico sostenido, ni tampoco frente al rezago social, ni mucho menos ante la demanda más sentida, que es la violencia e inseguridad. No existe, refirió, continuidad en las políticas públicas a largo plazo y por el contrario, se privilegia la improvisación y las ocurrencias.

Planteó que se debe formular un proyecto de nación, que se pueda construir entre todos, en el cual prevalezcan con plenitud el Estado de derecho, una economía en crecimiento y la ampliación de las capacidades de la educación superior, además de la erradicación de la pobreza y la delincuencia.

Por lo señalado anteriormente, es imprescindible que los candidatos al gobierno del Estado de México presenten el proyecto que pretenden aterrizar una vez en el cargo, para conocer cuál es el rumbo que pretenden impulsar. En este espacio, se ha señalado en diversas ocasiones que los morenistas no ofrecen una visión particular de acuerdo a las necesidades de la comunidad, todo parte de la política emprendida por López Obrador, para continuar con su supuesto proyecto. Cada día que pasa ese deseo se ve reflejado en una autocracia.

Pero por el otro lado, “no se venden piñas”, el PRD trata de ofrecer caro su amor, arriesgando la alianza en la entidad mexiquense. Es una gran verdad que, si quieren dar la batalla, deberán dejar de lado aspiraciones personales y sacrificar egos por el bien de una causa común, para ofrecer una buena propuesta frente a la que proponga Morena.

Por lo anterior, no será únicamente responsabilidad de los ciudadanos al emitir su voto, reflejando su determinación, pues será el resultado de lo que han hecho, o  dejado de hacer los suspirantes al cargo, sino también de los partidos políticos que puedan ponerse de acuerdo para asentar las bases de un proyecto firme, prudente y realizable para exponerlo.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio