Las elecciones para gobernador a celebrarse este domingo 5 de junio en seis estados de la república mexicana tienen a las directivas partidistas en ascuas; pero a las del Estado de México más.
Significan mucho, ya que son la antesala de la elección en el territorio mexiquense el próximo 2023, cuya moneda está en el aire. Aunque encuestas dan triunfo a cualquiera de las alianzas; a veces y algunas a Juntos Hacemos Historia y otras a Va por México; la verdad es que los puntos que separan al primero del segundo lugar, son mínimos; apenas rebasan el 3 por ciento.
Aguas Calientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo tendrán elecciones este 5 de junio para elegir nuevo gobernador. Según encuestas de diversas empresas; en casi todos, la alianza que encabeza Morena, o Morena sola, tiene la preferencia; salvo en Durango en donde lo resultados están muy parejos.
El caso es que en todos los estados estuvieron haciendo presencia cabezas clave de los diversos partidos políticos, tanto federales -mostrando intenciones rumbo al 2024- como locales. En el caso del Estado de México, muchas figuras que aspiran a la gubernatura mexiquense, estuvieron presentes, sobre todo en los cierres de campaña donde se mostraron muy optimistas sobre los resultados que habrá en ellos.
Y cómo no, el año que entra se estará eligiendo a la figura que habrá de reemplazar a Alfredo del Mazo que, dicho sea de paso, ha tenido un gobierno gris y no muy bien aceptado por gran parte de la sociedad.
Esto es comprensible; pues recordemos que ganó con una diferencia de apenas 3 puntos porcentuales sobre la maestra Delfina Gómez de Morena; lo que lo marcó como el primer gobernador en el Estado de México electo por poco mas de una tercera parte de la ciudadanía. Llegó débil, gobernó débil y se va débil.
Pero, además, deja un PRI débil, tratando de fortalecerse y trabajando a marchas forzadas desde el CDE a cargo de Eric Sevilla que “no para pata” diría mi abuela; va, viene, hace, deshace, dice y revira; en todo está; pero son pocos los meses para lograr una operación cicatriz, además omiso durante los primeros cuatro años del gobierno de Del Mazo.
Para mostrar la apertura del partido, se han roto las reglas y los aspirantes; por lo menos algunos se han “destapado” y realizan pre precampaña interna y no tan interna; y es que el líder dice que sí van en alianza con el PAN y el PRD, pero que el candidato abanderado saldrá de las filas del tricolor.
Estamos ciertos que, de no ir en alianza, el PRI no ganará nada por sí solo, siendo la tercera fuerza política en el Estado de México; la segunda fuerza es el PAN, quien está muy disciplinado y ha cerrado filas en torno a su único candidato a la gubernatura, Enrique Vargas del Villar; pero él tampoco lograría nada solo; pues Morena sigue siendo la primera fuerza en el territorio mexiquense y si a eso le sumamos pequeños porcentajes de otros partidos, indudablemente ganaría.
Ante este panorama, los egos deberán guardarse y tendrán que analizar quien es la figura idónea para encabezar esta alianza si de verdad quieren evitar el arribo de Morena a la gubernatura mexiquense. Este ungido deberá reunir ciertos requisitos -que es difícil encontrarlos en una sola persona- pero deberán tratar de encontrarlo.
Deberá ser una persona sobre la cual no haya sospecha de actos de corrupción anteriores a la fecha, o por lo menos que sean los menos y nada graves posibles; deberá lograr unir a los tres partidos, no con amenazas, sino con labor de convencimiento, y que además no llegue por “dedazo” sino por consenso; que la gente lo acepte y que sienta que realmente puede representar un cambio al gobierno actual.
Se aceptan sugerencias.
**Morena a la cabeza
En tanto Morena, si bien es cierto que está a la cabeza en las encuestas, el margen no es demasiado grande como para ir solo, y menos si se enfrenta a una alianza, quien, sumando votos tuyos, míos y de ellos, empareja los cartones; y entonces sí había una competencia con margen de duda.
Morena también tiene sus propios demonios que amansar: Higinio Martínez la quiere y ha trabajado por ella desde que la maestra Delfina Gómez Álvarez ¿perdió? en las pasadas elecciones.
Pero al parecer es la preferida del profesor, perdón, del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Peeeero, él mismo la ha debilitado al cerrar guarderías, quitar las escuelas de tiempo completo; emitir libros de texto gratuito plagados de errores y con temas que dejan mucho que decir y muchas otras políticas que también han afectado al propio presidente.
En cuanto a Horacio Duarte, la verdad no me queda duda de que ni siquiera está en el juego; sólo es un distractor.
En fin; así el panorama rumbo a las elecciones del 2023; las cuales tomarán un papel protagónico a partir del próximo lunes, después de los resultados en los seis estados mencionados y que todo apunta, que el gran ganador será Morena, si es que las encuestas no estaban amañadas.
En fin, los resultados serán básicos para el trabajo de todos los partidos políticos en el Estado de México, para que, en vez de ser presagio, sea base de trabajo; para cerrar filas, desvestirse de egos individuales y de grupo y actuar con la razón y la verdad.
