Hasta el pasado domingo, el sistema priista en el Estado de México -entendido no solamente como el partido político por sí mismo, sino el aparato gubernamental- parecía inerte luego de las elecciones del primer domingo de junio, cuando Morena les arrebató dos de sus gubernaturas: Hidalgo y Oaxaca.
De manera “informal” quienes buscaban posicionarse como elegibles a la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) -y de una eventual alianza con los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD)- continuaban haciendo sus actividades “institucionales”, dando a conocer todos los días lo que sus funciones les permitían… y un poco más.
Una de esas personas era el secretario general de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez (ahora ex titular de esa área) quien, desde hace casi dos meses, desarrollaba una estrategia informativa semanal -regularmente los lunes- para dar a conocer los “resultados” en materia de seguridad e interactuar con algunos periodistas (previamente seleccionados) con respecto a temas de coyuntura.
Adicionalmente, Nemer Álvarez reactivó lo que se conoce como la estructura gubernamental de <<Regionalización>>, que -desde la época del gobernador, Jorge Jiménez Cantú (1975-1981)- se denominaban <<Cuarteles de Trabajo>>, y en lo que ahora se llamaban: <<Reuniones de Fortalecimiento Municipal>>, con el objetivo de hacer presencia en todas las zonas del Estado de México.
En esos encuentros, el ahora ex secretario general de Gobierno convocaba a la estructura política municipal y estatal -y en algunos casos hasta representantes federales- con la finalidad de resolver los problemas que había en los distintos municipios y establecer acuerdos para darles solución.
Hasta ese punto, muchas personas interpretaron esas tácticas como la autorización del gobernador, Alfredo Del Mazo Maza, para que su (ex) secretario general estableciera acuerdos políticos que permitieran garantizar la gobernabilidad de la entidad; sin embargo, fuentes cercanas a Lerdo 300 explican que en realidad esas acciones se convirtieron en “la campaña” de Nemer con miras a la candidatura priista para la elección de 2023.
Incluso señalan que la logística y los recursos públicos que se empleaban -aeronaves, vehículos terrestres, seguridad, sonido y hasta las carpas rígidas- eran “igualitos que cuando se hacen los eventos del gobernador”, y explicaron que algunas autoridades municipales se quejaron de “las formas como eran <<invitados>> a los eventos”.
También, distintas fuentes confirmaron que “como parte del diálogo con las fuerzas políticas” Nemer estaba muy insistente en reunirse con personas relevantes de Morena en el gobierno federal. Hasta ese punto, todo ha trascendido como comentarios al margen.
Sin embargo, la forma como este martes el gobernador Del Mazo anunció la sustitución de Ernesto Nemer fue tan directa y la foto del relevo tan contundente, que no hubo espacio para interpretaciones. El ex secretario fue sorprendido con la decisión del gobernador. Su rostro en la imagen que se distribuyó en las redes sociales lo relejaba claramente: desencajado y con la mirada de desconcierto y enojo, en contraste con el nuevo titular de la Secretaría General de Gobierno, Luis Felipe Puente Espinosa, quien apareció con la sonrisa “de oreja a oreja”. “Estaba muy Felipe”, me decía un amigo ayer.
“He decidido nombrar como Secretario General de Gobierno a @LUISFELIPE_P. Agradezco a @ErnestoNemer su trabajo y entrega por el bienestar de las familias mexiquenses. Su dedicación y profesionalismo nos han permitido tener un estado con paz social, diálogo y gobernabilidad”, decía el mensaje publicado en la cuenta de Twitter del gobernador Del Mazo, acompañado de la fotografía donde Puente Espinosa rendía protesta.
La realidad “real” solo la sabrán el gobernador Alfredo Del Mazo y el propio Ernesto Nemer. Lo cierto es que, con su salida, el tablero de quienes aspiran a la candidatura -de todos los partidos políticos- se movió y -dicen- ya habrá “piso parejo” en el caso del PRI. El tiempo lo dirá.
PERCEPCIÓN
Magistral la conferencia que dictó el doctor Ricardo Uvalle Berrones: <<La Administración Pública en el gobierno abierto>>, organizada por el IAPEM, dirigido por Arturo Huicochea Alanís. Uvalle Berones planteó la urgencia de que el desempeño de los gobiernos “devuelva la confianza en la autoridad” y se pronunció por instaurar “laboratorios de innovación pública”.