Desde 2011, nuestro país se convirtió, más a la fuerza que otra cosa, en el paraíso de los Derechos Humanos, desde la reforma Constitucional de ese año, el contenido del artículo 1 de nuestra Carta Magna cambió radicalmente, abriendo la puerta a toda una nueva visión de mundo jurídica que parte de la idea de los Derechos Humanos, esos derechos primarios a los que todos debemos tener acceso por el simple hecho de tener el carácter de seres humanos, esto siempre y cuando estemos en territorio nacional.
El contenido del artículo 1 Constitucional ha ido atacado en muchos momentos, por la misma clase política que se pretende adjudicar su inclusión en la Ley Fundamental, el problema radica en que esté artículo obliga por un lado a realizar una interpretación y aplicación del marco normativo, buscando siempre la protección más amplia que procesa a favor del gobernado, por el otro, obliga al estado mexicano, a prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en consecuencia a promover, respetar, proteger y garantizar la observancia de ellos.
Lo lógico es que el estado y cualquiera de sus poderes, hagan todo por no violentarlos, sobre todo en actos donde se parta de rubros tan simples como la debida fundamentación y motivación, pero en este país, el del paraíso de los Derechos Humanos, puede ocurrir de todo.
Hace unos días, después de una elección cuestionada y con un resultado que ya no fue aplastante, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, entregó a Norma Liliana Rodríguez Argüelles la toma de nota que la acredita como Secretaria General del Sindicato Nacional de Trabajadores el ISSSTE, la gran pregunta es ¿qué hace el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje entregando la toma de nota de un organismo descentralizado?, peor, ¿qué hace declarándose competente en diversos actos relativos al ISSSTE y otros descentralizados desde siempre?.
Desde hace ya varios años, el artículo 1 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, fue declarado inconstitucional, esto en términos de lo que establece el artículo 123 de la Constitución en su apartado A, fracción XXXI, inciso B, que establece que las empresas que se administren de manera descentralizada por el Gobierno Federal, se deberán regir por dicho apartado y por tanto la Ley Federal del Trabajo, declararse competente en términos de un artículo inconstitucional, ¿no es violar Derechos Humanos?.
Si bien es cierto, la Corte hace un par de meses abandonó el criterio P./J.1/96, aprobada el 15 de enero de 1996, donde se establecía que las relaciones laborales de los organismos descentralizados se regirían por el apartado A del artículo 123, es más cierto que esto ocurrió hace unas semanas y que el cambio de régimen es opcional por parte del legislador, una decisión también cuestionable, pues rompe con la idea de certeza que debe imperar en el marco normativo, aunado al hecho que hasta el día de hoy no se han hecho ajustes Ley Federal de las Entidades Paraestatales.
Muchos dirán que la puerta que abrió la Corte es suficiente, pero como ya señalamos, esto ocurrió hace unas semanas y sin los cambios necesarios, así es que la competencia que se ha reconocido para sí mismo el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje desde siempre partiendo de un artículo declarado inconstitucional, en su momento ha sido clara violación al principio de legalidad y ahora a los Derechos Humanos, los que han quedado sin efecto, solo con el hecho de que todos, tanto autoridad, gobierno y trabajadores han hecho como que no saben de estos antecedentes.
El futuro de los Derechos Humanos es además de incierto, negro, se aplican en muchos temas a conveniencia, de todos, no solo del estado, los mismos gobernados entran en este juego de tolerancia que en nada abona a la construcción democrática que todo mundo dice defender y priorizar.
ADENDA
- Los sindicatos están entre la espada y la pared, varios están frente al momento en que no queda de otra, más que estallar los emplazamientos a huelga realizados, el Sindicato de Telefonistas, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México, la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior de la CDMX, entre otros sindicatos, del otro lado patrones quebrados o sin la mínima intención de ceder a las demandas de los trabajadores. Esperamos que este momento sirva para que los líderes sindicales entiendan que ocupar los cargos no da conocimiento y que es momento de que hagan las cosas con seriedad, pero sobre todo de manera verdaderamente racional.
- Dice “Alito” que no renuncia a pesar de sus escándalos, era de esperarse, el hueso está bueno, pobres de los priístas, su futuro nada prometedor.
*Abogado Postulante y Director de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.
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