Nunca, pero nunca, pensemos así

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Nunca, pero nunca, pensemos así

Martes, 28 Junio 2022 01:00 Escrito por 
Octavio Villa Ríos Octavio Villa Ríos Política empresarial

En el México de hoy no cabe pensar en chico, ni siquiera en mediano, sólo podemos pensar y visualizarnos en grande; sólo así y con mucho trabajo, sacrificio y tenacidad, se pueden alcanzar las metas personales.

No he conocido a nadie en toda mi vida que quiera estar económicamente peor que sus padres o que sus hijos estén peor que él o ella; tampoco he conocido a alguien que no tenga alguna meta en la vida, ni alguna legítima aspiración por grande o pequeña que sea.

Por eso me indigna y me molesta tanto ver el video de la señora Claudia Sheinbaum mostrando y diciendo que su máximo orgullo es vivir en un “muy modesto departamento de una zona popular de Tlalpan”, del cual menciona renta desde hace 5 o 6 años.

¿En verdad alguien que aspira a dirigir un país de las características y dimensiones de México lo podría hacer con esa triste y pobre mentalidad? No, y rotundamente, no. México necesita a alguien que nos inspire, que nos motive, que su discurso, sus ideas y sus acciones nos despierten fuerza y carácter para salir de cualquier situación siempre más fortalecidos.

Ahora resulta que en esa ideología que se nos quiere enseñar, si tienes dinero, viajas o vives bien y, sobre todo, si aspiras a que tus hijos tengan una mejor formación y vida que la que nosotros tuvimos, es pecado y debes estar fuera del paraíso.

Pues no, todo lo contrario. En los países más desarrollados del mundo y a los cuales debemos de emular, la riqueza con trabajo digno, honesto y siempre tratando de ayudar a nuestra comunidad es muy bien vista y reconocida; además de que esas personas son ejemplos dignos de admiración dentro de sus sociedades.

Quiero contarles una historia para que reflexionemos: tengo un gran amigo mexiquense que tiene una vida digna de presumir, llegó de muy niño de Donato Guerra a Huixquilucan en una situación económica muy, pero muy complicada; muchas hermanas y hermanos y pocas entradas económicas.

Me platica que de joven cuando le rentaron un camión, él y un amigo lo trabajaban las 24 horas del día y mientras uno conducía el otro dormía y viceversa. Al cabo de un tiempo se pudo comprar su propio camión hasta llegar a tener hoy cientos; al mismo tiempo empezó a remover tierra con maquinaria pesada hasta convertirse en el más grande en ese rubro dentro del país, ¿se podrían imaginar lo que este gran personaje hubiera logrado con una buena preparación educativa?, yo sí, pero todo eso lo suplió con trabajo duro, esfuerzo diario, metas claras, inteligencia y, sobre todo, mucha hambre de sacar adelante a los suyos.

Lo más importante de mi amigo, uno de mis héroes, es que nunca ha perdido la humildad, ni olvidó de dónde venía; pero también sabe cómo y cuánto le costó llegar. Hoy es un gran empresario y líder social que derrama muchos beneficios dentro de su comunidad y eso le da mucho valor y significado a su obra y a su vida, aunque a veces la vida no sea justa y se cobre con lo que no debería, arrebatando lo más importante que tiene el ser humano, la herencia carnal.

Por este inmenso ejemplo que acabo de exponer y por muchos más que seguramente todos ustedes conocen dentro de sus comunidades y que admiramos, es que no podemos pensar como muchos políticos populistas quieren que lo hagamos: que vivir en la pobreza o la medianía son sinónimos de bondad, probidad y pureza. Todo lo contrario, son sinónimos de simple mediocridad combinada con perversidad.

Y TÚ, ¿EN QUÉ LUGAR TE QUIERES VER?

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Octavio Villa Ríos

Política empresarial