Se acabaron las vacaciones y seguramente se rompió la dieta y las restricciones económicas del día a día. Sus efectos se compensarán con algunas horas más de gimnasio para recuperar el peso y figura ideales, así como redoblar esfuerzos laborales para equilibrar nuevamente la economía familiar tras los gastos vacacionales. No obstante, las medidas preventivas y de protección no se pueden dejar de observar ni un instante, sean vacaciones o no. Sus consecuencias pueden ser irreversibles y fatales. La vida no es igual después de un accidente.
Fortalecer nuestra propia seguridad y la de quienes amamos debe ser la base del día a día. Los accidentes de tránsito son el resultado de una combinación de factores: climatológicos, mecánicos, estructurales, de infraestructura vial y humanos; estos últimos son los más importantes. Aquí le recordamos algunas ideas para iniciar su semana:
Conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol o estupefacientes es el mayor de los riesgos. Si se planea beber, otorgue esta responsabilidad a otra persona que no beba; decidir conscientemente qué persona es la que conducirá lo hará disfrutar más de cualquier momento agradable. Si existe la urgencia de moverse o hacer un viaje corto y no está disponible una persona sobria, la alternativa ideal es hacerlo en taxi o mediante plataformas de servicios de movilidad.
Realizar maniobras imprudentes o de omisión, como no respetar los límites de velocidad, la luz roja del semáforo y otros señalamientos preventivos y restrictivos son actitudes de riesgo. Esperar el cambio de luz, tener paciencia y hacer sólo lo permitido sobre las vialidades, garantiza llegar a nuestro destino. Es mejor llegar tarde, que no llegar.
Conducir con cansancio, molestia o sueño es muy peligroso. Si descubre que está fatigado o fastidiado al ponerse al volante, olvídese cuál es la razón de su condición y dé prioridad al amor que seguramente siente por quien lo espera o lo acompaña; avise que es de humanos cansarse o molestarse y enfatice que conducir es una responsabilidad vital y no pondrá en riesgo a nadie.
El factor mecánico que propicia accidentes también puede ser por una falla u omisión humana. Revise los elementos que dan seguridad y estabilidad al vehículo: los sistemas de frenos, alineación, balanceo y neumáticos (incluida la refacción, gato y anuncios luminosos) son obligados; asimismo, en esta temporada de lluvias las luces y limpiaparabrisas son muy importantes.
No obstante todas las precauciones atendidas, los accidentes pueden ser provocados por un agente externo –fuera del control del conductor precavido y responsable–, sea por un factor climatológico (Lluvia intensa, humo, niebla, tolvaneras, remolinos, altas temperaturas, incendios forestales); un factor estructural (Errores en los señalamientos viales; carreteras en mal estado o sin mantenimiento; falta de pintura y reflejantes para delimitar carriles, sentidos y alertas sobre la carpeta asfáltica); un factor humano (Conductor en estado de ebriedad, imprudente o que se queda dormido); o por una combinación de estos o la concatenación de un accidente que genera otros.
Si el accidente ocurre y usted se encuentra en condiciones de incorporarse y brindar ayuda a otros, en tanto se aproximan al auxilio los cuerpos especializados de emergencia, ayude. Considere traer en la cajuela una lámpara de mano (de preferencia, que incluya luz intermitente y roja, previamente cargada de energía); botiquín de primeros auxilios (sin medicamentos), exclusivamente con vendas, apósitos, gasas, solución yodada, jabón quirúrgico, cinta adhesiva, alcohol, tijeras, solución salina y una sábana en desuso; estuche de herramientas básica (pinzas, destornilladores, martillo pequeño, alambre, cinta canela, clavos, tornillos, pijas y alcayatas). ¿Ya revisó? No olvide que el espacio más seguro lo hace usted. ¡Cuídese!
Hugo Antonio Espinosa
Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,
Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.
Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX