En espacio de cincuenta años, la comunicación ha cambiado majestuosamente. Impresionantemente. Lo que nuestros jóvenes han vivido hasta ahora, es algo que nosotros jamás entenderemos. Ellos nacieron con la computadora en juegos que se conectaban a la televisión: Atari e Intelivision. Nosotros, los que nacimos en los cincuentas, vimos crecer solamente y nada menos que la televisión. Grises y opacos; luego un mexicano creó el color: González Camarena, ingeniero mexicano, quien inventó la televisión a color.
Creíamos que esos conductores de la XEW, que transmitían primero por radio, y que luego se transformaron en actores de blanco y negro, -como en una de esas películas de Woody Allen, (director-actor cinematográfico norteamericano, gran crítico social), eran enanitos que podíamos sacar por atrás de la televisión, para ponerlos a bailar y a cantar, para nosotros solitos. Hubo quien abrió esa caja cuadrada que tenía adentro una mini pantallita, y se dio el grande toque de su vida.
Pero, en serio… ¿Qué es la comunicación? ¿Es en verdad una ciencia o siquiera una técnica? Porque antes, los títulos que se daban en las facultades de ciencias políticas, y que se crearon hace cincuenta años, eran precisamente esos: los de licenciado en ciencias y técnicas de la comunicación. Y le han agregado ya maestrías y doctorados. El mío en la UNAM, fue de Periodismo y Comunicación Colectiva.
La comunicación, es la “actividad humana por excelencia”, que ha sido usada desde siempre y por siempre, con muchos fines. Entre otros, por ejemplo, en la política, al integrar y dar sentido a la información, la publicidad, la propaganda y las relaciones públicas. Al unir todo esto, se deriva un nombre común, que ha dado pauta incluso, para que muchas universidades e instituciones de educación superior del mundo, tengan carreras a las que llamamos Comunicación Social.
El profesor de asignatura de Oficinas de Prensa, Manuel Buendía agregaba que la comunicación social es un “elemento constitutivo del ejercicio del poder”, cuyo objetivo se refiere a “la gestión democrática de los intereses de la sociedad”, así como al “óptimo funcionamiento de las instituciones de una administración pública moderna”.
La información periodística, es uno de los medios fundamentales por los que la Comunicación Social expresa sus mensajes y contenidos, con una cobertura indispensable para que los mismos tengan repercusión en la conciencia y conducta de los individuos que conforman la sociedad.
A su vez, la información periodística es un componente de la realidad social que está constituido en sí, como un todo, por un universo informativo basto, general, múltiple y complejo, cuyo desarrollo se encamina a que la opinión pública tenga una perspectiva consciente y congruente de lo que pasa en las esferas políticas, económicas, sociales y culturales.