Cómo afrontar los cambios y transformarlos en oportunidades para la vida

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Cómo afrontar los cambios y transformarlos en oportunidades para la vida

Viernes, 18 Noviembre 2022 00:30 Escrito por 
Marcela Hernández Montiel Marcela Hernández Montiel Visión Holística

Por naturaleza, a nuestro cerebro no le gustan los cambios, quiere mantenerse en la zona conocida, y es que realmente, la incertidumbre es algo que no le agrada a nuestra mente.

Cada vez que nos vemos enfrentados a situaciones que no teníamos previstas o que las cosas no salen de la forma en la que esperábamos, aparecen los temores y bajo presión, nuestra mente difícilmente encuentra soluciones.

Cuando esperabas obtener un resultado laboral y las cosas no se dieron, cuando esa persona a la que le habías depositado toda tu confianza, te dice que ya no quiere estar más a tu lado, cuando de repente, alguien que creías que estaba dispuesto a dar todo por ti, te traiciona, en esos momentos la vida te dice “hey, ¿estás preparado para afrontar la situación?” Y desafortunadamente en la mayoría de los casos nuestra mente nos hace creer que no vamos a ser capaces, que eso nos está sobre pasando y que la situación es más abrumadora de lo que nosotros podemos manejar.

La buena noticia es que esto no es cierto y hoy te vengo a hablar de tres conclusiones fundamentales para que aprendas a sopesar estas situaciones de una manera mucho más amorosa.

La primera de ellas es RECONOCER EL PRINCIPIO DE IMPERMANENCIA.

Este principio nos invita a ser conscientes de que en esta vida desafortunada o afortunadamente NADA ES PERMANENTE., EXISTE SOLO ALGO ETERNO Y ESA ES TU ALMA, es tu esencia, tu espíritu, la CONSCIENCIA creadora de la cual provienes. Todo lo demás es absolutamente cambiante y la situación a la que te estás enfrentando también lo es.

Cuando hablo con las personas acerca de cómo les gustaría que fuera su vida, siempre me dicen algo como “me gustaría tener libertad financiera y la capacidad de viajar y conocer el mundo y tener todos los recursos económicos”, pero pregúntate ¿por cuánto tiempo crees que sería sostenible ese estilo de vida? ¿Realmente crees que mantenerte viajando y tener la libertad de hacer lo que quieras sin sentir un compromiso mayor va a satisfacer los verdaderos deseos de tu alma y tu deseo de auto realización?

Tal vez después de unos años te des cuenta de que esto no es lo que te imaginabas y que finalmente tu alma está pidiendo algo más.

Date cuenta de que gracias a que la naturaleza de la existencia nos invita al cambio es que todo el tiempo podemos retarnos y podemos descubrir nuevas cosas acerca de nosotros mismos y de la realidad.

Sin embargo, como te explicaba, la mente rechaza la impermanencia porque la realidad implica salir de lo conocido y salir de la zona de confort.

Sin embargo, ¿qué ocurriría si en lugar de rechazar la impermanencia comenzamos a valorarla y agradecerla? Si en lugar de sentirnos frustrados por esos momentos de tensión en los que la vida nos presiona, aprendemos a reconocer que esos momentos son los que nos hacen crecer. ¿Qué pasaría si en lugar de rechazar la impermanencia decimos “¡GRACIAS! Ahora que las cosas no están saliendo de la manera en la que yo me lo esperaba, la vida me está demostrando que tengo la oportunidad de descubrir algo nuevo acerca de mí, algo nuevo acerca de las situaciones y de demostrar todo mi potencial”.

Sé que es incómodo, sé que es retador, pero gracias a que haz logrado retarte en el pasado, es que hoy te encuentras donde estás.

¿Qué sería de tu vida si no hubieras atravesado situaciones que te hubieran llevado al límite? Fue ahí cuando pudiste probar tu poder personal y pudiste darte cuenta de lo mucho que eras capaz.

Así que también desde otro punto de vista la impermanencia nos ayuda a valorar las situaciones en las que nos encontramos. Cuando recuerdas que la vida es corta, que esto se va en un abrir y cerrar de ojos, que esa persona a la que amas hoy puede estar y mañana no, aprovechas ese momento transitorio para decir “este momento tengo que vivirlo con muchísima intensidad”.

Gracias a que se presentan los cambios tú puedes valorar las situaciones, no con ese deseo de que nunca terminen o con la nostalgia de que ya se va a acabar, tampoco es cierta esa idea de que la felicidad no dura para siempre. No es cierto, la felicidad puede durar para siempre si tú así lo decides, aprovechando y observando, aprendiendo de cada una de las etapas. La magia del invierno es la que hace que cuando aparece la primavera y el verano podamos valorarlos. Y al mismo tiempo, es gracias al invierno que nos invita al recogimiento, a reponer nuestras energías y a recomponer toda nuestra vibración. ¿Qué pasaría si sólo viviéramos en el día y nunca llegará el silencio y la calma de la noche? Ese es el principio de la impermanencia. Los ciclos hacen parte de esta existencia y si en lugar de rechazarlos, aprendes a verlos como oportunidades de manifestación, te aseguro que los cambios y las situaciones retadoras van a ser mucho más fáciles para ti.

Cuando estás ante situaciones difíciles y los cambios te están desbordando es importante LA ACEPTACIÓN.

Solemos confundir la aceptación con resignación y son dos cosas totalmente diferentes. La resignación es decir “esto es lo que está pasando, preferiría que no pasara y tengo que verme forzado a aceptar que pase, aunque en el fondo lo sigo rechazando”. Eso no tiene nada que ver con el concepto profundo y espiritual de la aceptación. La resignación implica que en el fondo continúa el malestar y la resistencia por los sucesos.

La verdadera ACEPTACIÓN consiste en reconocer simplemente que está pasando. Sin importar que sea o no lo que tú desees que ocurra. Date cuenta de que cuando no permeas la situación con tus expectativas lo único que queda decir es "está lloviendo, está haciendo frío, me acaban de dejar, se está terminando este trabajo, esta persona en realidad no es lo que yo esperaba" y lo único que estás haciendo es diciendo "esto es lo que ha ocurrido". No estas otorgando juicios de valor ni poniéndolo en una categoría de positivo o negativo. Eso de entrada hace que el proceso sea mucho más liviano para ti. ACEPTAR NO SIGNIFICA ESTAR DE ACUERDO. Muchas personas suelen resistirse a aceptar los sucesos porque creen que aceptarlo es estar de acuerdo. Aceptar simplemente significa no discutir con algo que ya es. No desperdiciar uno de los recursos más valiosos, que es tu energía, en algo que al fin y al cabo no va a cambiar. Está lloviendo. ¿Qué pasa si yo me resisto y si no lo acepto? No quiero que esté lloviendo porque yo iba para la playa a broncearme... ¿Qué pasa si yo invierto un montón de energía mental, psicológica y emocional resistiéndome a un suceso que está totalmente fuera de mi control? ¿Qué yo me resista va a hacer que deje de llover? No. Lo que va a hacer es que se frene mi recurso más valioso: la energía vital que yo puedo emplear amorosamente para elegir con voluntad disfrutar del momento tal y como es.

ACEPTA LAS SITUACIONES. Aunque no estés de acuerdo. Aceptar significa que eres lo suficientemente sensato como para no desgastarte luchando contra lo que ya es. Cuando te permites aceptar das posibilidad a la gestión adecuada de tus emociones. Que aceptes no significa que no te esté doliendo la pérdida o el momento difícil. Puedes aceptar y al mismo tiempo sentir el dolor. "Me duele esta partida, pero acepto que es algo que ya ocurrió". Cuando aceptas dejas que las emociones fluyan y sigan su curso, permitiendo que esas emociones también pasen.

Muchas veces ante los cambios intentamos asumir responsabilidades que en realidad no son nuestras. Intentamos controlar las situaciones de nuestros seres queridos, de nuestra pareja, incluso intentamos manipular consciente o inconscientemente las circunstancias para que las cosas comiencen a darse desde nuestras preferencias y exigencias.

Detente y pregúntate: ¿esto que está ocurriendo realmente es mi responsabilidad? ¿La gestión de la situación que se está presentando me corresponde a mí? Por ejemplo, cuando está a punto de abandonarte alguien, cuando está a punto de terminar la relación, de verdad pregúntate, ¿es tu responsabilidad garantizar que se transforme la decisión de la otra persona? O tu responsabilidad simplemente es respetar la libertad del otro y comprender su punto de vista. Preguntar si hay algo que tú puedas hacer, pero honrar y respetar la decisión de alguien más. Date cuenta que muchas veces nos resistimos a los cambios porque creemos que es nuestro papel hacer lo necesario para que los cambios no sucedan. ¿Realmente este cambio es mío? ¿O este cambio corresponde a alguien más y yo me estoy resistiendo a un acontecimiento que no está dentro de mí espectro de control? Suelta el control en caso de que sea algo que no te corresponda.

A veces actuamos de manera precipitada, lo que nos lleva a arrepentirnos después. Porque decimos ¿Cómo pude haber dicho eso? ¿Por qué no esperé un poco más?

Bajo los cambios que generan mucha tensión emocional solemos hacer cosas de las cuales después nos arrepentimos. Solemos mendigar amor, solemos decirle al otro "por favor no te vayas", incluso solemos atentar contra nosotros mismos.

Entonces, si es un cambio que de verdad me corresponde a mí y estoy bajo la tensión de una emoción fuerte, tengo que detenerme y preguntarme ¿ES ESTE EL MOMENTO PARA ACTUAR? o estoy siendo desbordado por mis propias emociones? Aguarda, vuelve a tu centro. Cuando logres estar en paz y en calma y tu cerebro haya apagado el interruptor de supervivencia, te aseguro que empezarás a observar múltiples opciones para gestionar el cambio y escuchando tu corazón y la voz de tu intuición podrás tomar las mejores decisiones.

Este cambio sé que es incómodo, sé que es doloroso y sé que está siendo retador para ti, pero te aseguro que tú eres más fuerte de lo que tú mente te hace creer y que gracias al cambio vas a poder descubrir en ti una mejor versión.

Deseo que todos los cambios que se presenten en tu vida realmente te acompañen a reconocer tu grandeza. Un abrazo y nos vemos en la próxima entrega.

Si gustas más información o agendar una consulta puedes hacerlo a través de mis redes sociales o directamente en mi página web donde cuento con un equipo de personas especializadas para atenderte.


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Terapeuta Holística/Investigadora/Escritora/Psicología /Neurociencias/Armonización Cuántica y Reprogramación/ Terapia emocional y de pareja /Mindfulness/Espiritualidad/ Limpieza de magias, corte de vínculos álmicos e integración de vidas pasadas /Limpiezas, chequeo y equilibrado energético /Terapeuta Animal (Esencias florales de Bach, Elíxires Chamánicos y otras) /Fitoterapia, Péndulo y Radiestesia /Tarot /Gemas y cristales.
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Marcela Hernández Montiel

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