Dentro muchas otras ideas, siempre que podemos planteamos que en las acciones y decisiones del gobierno, se buscan siempre diversos objetivos y no uno solo, así es que no existe una respuesta única a la pregunta ¿qué buscan alcanzar con determinada acción o determinación?, ya que como si fuera maldición, detrás de cada una de estas siempre hay varios aspectos que debemos considerar y por tanto diversas conclusiones a las que se debe llegar.
En el tema del cabotaje, esa política que permitirá que empresas de aviación civil operen en territorio nacional sin tener realmente una concesión, también existen varios objetivos que el ejecutivo busca alcanzar, con las iniciativas de reforma que presentó a las leyes de aviación civil y aeropuertos, las medidas intentadas por el presidente, no buscan solamente la liberalización de los cielos -nada más neoliberal que eso-, la medida trae implicaciones económicas, jurídicas, laborales y sociales.
Tal vez la implicación negativa más lógica es la jurídica, pues las iniciativas que pudieran permitir la operación de empresas de aviación civil en territorio nacional, que realmente no cuentan con concesiones y base de operaciones en México, es por un lado contraria a la idea de soberanía nacional que plantea sin mucha posibilidad de interpretación la Constitución, mientras que por el otro, es acorde al pensamiento neoliberal, ese que va de la mano de la idea de integración económica de todos los mercados.
Económicamente hablando, el no obligar a las empresas a tener base fiscal en territorio nacional y permitirles operar sin cumplir obligaciones más allá del registro y control aéreo, limita al propio estado mexicano para emitir algunas medidas, que cuando menos obliguen a estas empresas a comprarle el combustible a los proveedores nacionales, pues muchos de estos aviones llegarán al país con combustible suficiente en los tanques para salir del país con pasajeros y recargar en su país de origen o alguno en escala, que les brinde un precio más accesible.
Otra posibilidad negativa, se da con el hecho de que el estado mexicano, nada puede hacer para evitar que los países de origen de estas aerolíneas, no les den algún tipo de subsidio a estas empresas, a las que se tendrán que enfrentar las empresas que operan en el país en completa desventaja, de hecho, así ya ha pasado en varios países de América Latina que ya han adoptado una visión similar a la propuesta por López Obrador, donde las aerolíneas nacionales no ha resistido y han desaparecido inevitablemente.
Aunque hay algo que llama la atención, ¿por qué Aeroméxico por ejemplo, no se ha pronunciado en contra de las iniciativas presidenciales?, la respuesta arroja otro elemento importante, aprobar el cabotaje como ya lo dijimos, implica que empresas sin base en México y sin personal contratado en territorio nacional puedan operar, algo que no está permitido en este momento y aunque pudiera resultar algo aparentemente inofensivo, el asunto es que aunque haya pilotos y sobrecargos mexicanos, serían contratados bajo la legislación del país en el que esté el principal asiento de los negocios de la aerolínea en cuestión, las que claro, optarán por los países que les represente el pago más bajo de derechos a los trabajadores, tanto en salario, como en prestaciones como seguridad social, aportaciones para la vivienda, enfermedades y riesgos profesionales, así como pensiones para el retiro, obligando a los trabajadores a litigar estos aspectos en el extranjero.
Hay que recordar que Aeroméxico, empresa aparentemente mexicana, salió de la bolsa mexicana de valores durante el último trimestre del año pasado, esperando poderse enlistar en la bolsa de Nueva York, tal vez preparándose para el nuevo escenario, con lo que sus obligaciones laborales las llevaría a los Estados Unidos, donde la lógica de negociación contractual y derecho de huelga es tan diferente en relación a México, al grado de que ese país, jamás aceptó firmar los Convenios ante la Organización Internacional del Trabajo relativos a dichos derechos.
Desde luego AMLO obtendrá varios beneficios, que son el acelerar de manera artificial la operación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, una de las obras emblema de su gobierno, además de la militarización en el control de los aeropuertos, todo ello a costa de los derechos de los trabajadores, ese es el precio que está dispuesto a pagar con tal de que todos digan que el AIFA fue más un acierto que un capricho y de paso centralizar aún más las facultades del ejecutivo en diversos temas.
ADENDUM
- Este miércoles a través de las Comisiones Unidas de Seguridad Ciudadana y de Defensa Nacional, se espera sea votada la iniciativa de ley que al ser aprobada en la Cámara de Diputados Federal, se enviaría al Senado de la República, proceso que también al ser positivo, llevará a la emisión de la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano, en resumen la iniciativa representa 3 cuestiones: la abierta militarización en el control de la aviación civil, la centralización de facultades en el Ejecutivo a través de un consejo en el que estarían la Marina, el Ejercito, la Secretaria de Infraestructura Comunicaciones y Trasportes, y por último la nula presencia de la sociedad civil en todo el andamiaje. Suena muy extraño que la aviación civil esté bajo el control operativo de la milicia nacional, aunque en realidad eso ya está ocurriendo, pues ya administran las instalaciones aeroportuarias.
- Hackearon la línea telefónica del Ayuntamiento de Texcoco, al recibir la llamada, muchas de ellas en la madrugada, se escuchaba un mensaje promoviendo a Delfina Gómez virtual candidata de morena a la Gubernatura del Estado de México. Habría que ser muy tontos para creer que los morenos son más tontos aún, como para usar la infraestructura de ese gobierno municipal para promover a Gómez Álvarez. Con el hecho el pronóstico es más que seguro, la campaña estará jodida en cuanto al nivel de discusión.
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Abogado Postulante y miembro de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.