Por Nataly Fernanda Tellez Tirado [1]
Gonzalo Levi Obregón Salinas[2]
El artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos garantiza los derechos culturales, incluyendo el derecho de todos a participar libremente en la vida cultural, a disfrutar de las artes y a compartir los avances científicos y sus beneficios, pero…
¿Qué tan fácil es el acceso a este derecho?
El acceso a los libros es un reto cultural y económico, según datos del INEGI más del 46% de la población mexicana adulta no lee por factores de su ambiente; el principal es el costo de los libros, los cuales rondan entre los 150 y 300 pesos, esto hace ver el acceso a la cultura más que un derecho como un lujo.
Buscar alternativas para gozar plenamente de este derecho es una responsabilidad que todas y todos debemos asumir, las estrategias no deben ser exclusivas de un sector de la población, es un reto que involucra el trabajo en equipo entre la sociedad y las instituciones.
Una de estas estrategias que la Defensoría Municipal de Derechos Humanos en Cuautitlán Izcalli ha implementado, es el buzón de libros; este programa se basa en la auto-sustentabilidad del mismo, las personas pueden acercarse, donar y tomar libros de forma gratuita, además de recibir distintas capacitaciones buscando eliminar las brechas culturales entre los izcallenses.
Una de las grandes ventajas de la realizar este proyecto es la participación de los jóvenes que constituyen el programa de laboratorio de los Derechos Humanos, el cual consiste en que los estudiantes desarrollen programas basados con sus áreas de conocimiento en favor de los izcallenses o cualquier persona que se encuentre en nuestro territorio.
La meta es generar una mayor integración social a raíz de la donación de libros por parte de la comunidad; los cuales abren e impulsan foros para su discusión integrando a personas de todas las edades fomentando la diversidad y comunicación, de igual forma la participación en distintas capacitaciones de medios tecnológicos a adultos mayores, y el impulso a desarrollar nuevas habilidades que permiten un pleno desarrollo. Impulsar programas como el buzón de libros es la base para reducir las brechas de acceso y es importante que todas y todos participemos de forma activa en beneficio de nuestra comunidad y el entorno para fomentar y sensibilizar acerca de nuestros derechos culturales.
[1]Estudiante de Derecho Internacional por la Universidad Autónoma del Estado de México Campus Cuautitlán Izcalli, participante del programa Laboratorio de Derechos Humanos de la Defensoría Municipal de Derechos Humanos.
[2] Defensor Municipal de Derechos Humanos