Como era de esperarse, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tendrá que decidir sobre el futuro de la democracia electoral de nuestro vapuleado país, debido a que la Cámara de Senadores no pudo frenar ni modificar el perverso Plan B del mandatario Andrés Manuel López Obrador que sus incondicionales y serviles diputados de Morena, así como sus rémoras del Pt y Pvem le aprobaron en fast track, pues lo único que pretenden todos ellos, es dinamitar al Instituto Nacional Electoral (INE) y acabar con la aún incipiente democracia mexicana.
Recordemos que los diputados federales del PRI-PAN-PRD y MC, no aprobaron en diciembre pasado la iniciativa enviada por el inquilino de Palacio Nacional que con su desmedida ambición de poder desea eternizarse en el poder con su decepcionante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y su autollamada cuarta transformación, que juntos no han podido realizar un papel digno y decoroso en beneficio de los más de 128 millones de mexicanos.
López Obrador de inmediato, envió el perverso Plan B que fue aprobado inconstitucionalmente (violando varios artículos de nuestra Carta Magna), por sus serviles los diputados morenistas, de los petistas y de los verdes, quienes obedecen las instrucciones a ciegas del tabasqueño, importándoles un carajo lo logrado en 32 años con la creación, independencia y autonomía del Instituto Nacional Electoral, que si bien es perfectible, no debe ser vulnerado por el autoritarismo sin igual del mandatario.
Es preciso mencionar que el proyecto original de Amlo era llevar a cabo cambios a nuestra Constitución que pretendía “una reforma de gran calado” al sistema electoral mexicano, pero que no pudo tener mayoría calificada en el Congreso de la Unión (las Cámaras de Diputados y de Senadores) pese a las amenazas de Amlo a Alejandro Moreno, líder de los priistas, para que sumara sus votos a Morena y a aliados.
Fueron un total de 420 artículos de la Ley Electoral aprobados sin estudiarlos y analizarlos ni consultarlos por los diputados y senadores guindas y sus rémoras, solamente queda uno pendiente que es el llamado “cláusula de vida eterna” que contiene la “transferencia de votos” entre partidos y no es más que Morena les dé votos suficientes al PT y PVEM para que obtengan mínimo el 3 por ciento de los sufragios ciudadanos a nivel nacional y que será votado por el Senado el próximo 21 del mes en curso...
Sería una bajeza política y democrática que se apruebe este artículo para que los incondicionales partidos (PT y PVEM), subsistan y conserven el registro de su partido y sigan allegándose de cientos de millones de pesos anuales, llamadas también prerrogativas.
De todas maneras los grupos parlamentarios del PRI-PAN-PRD-MC ya impugnaron ante la Suprema Corte de la Nación el perverso Plan B de López Obrador para que sea anulado por la mayoría de los ministros.
Amlo tiene 40 días naturales para publicar dicho Plan y sea efectivo, mientras que la SCJN tiene hasta el último día del mes de junio para invalidar este siniestro Plan.
Cabe mencionar que Morena se fundó con la “esperanza ciudadana” que creían en un verdadero cambio político y social en nuestro vapuleado país, que encabezaba el propio Andrés Manuel López Obrador, pero para su infortunio se convirtió en una cueva repleta de miembros traidores, de serviles, de “cartuchos quemados” de oportunistas y de desechos tóxicos de todos los partidos políticos que pelean por obtener un cargo público y ser aspirantes a un cargo de elección popular en el que impera la desunión, la imposición y rebatinga por los cargos populares y la división en todos sus niveles.
La realidad es que López Obrador ya no cree ni en él mismo después de tantos yerros cometidos, debido a que ha sido un gobierno y una administración de un solo hombre con pésimos resultados, lleva más de cuatro años de culpar a los anteriores regímenes a los que llama neoliberales, argumentando que le dejaron un cochinero de país que por supuesto, pero que el jefe del Ejecutivo se ha dedicado a empeorar en todos sentidos y aspectos.
Amlo con los cambios inconstitucionales que pretende hacerle al INE desea que la secretaría de Gobernación maneje el padrón electoral para que los muertos vuelvan a votar como antes, que los Organismos Públicos Locales Electorales (Oples) desaparezcan y no haya juntas distritales en las 32 entidades federales para que el voto ciudadano ya no tenga validez; quiere reducir el personal a un 40 por ciento del actual; reducir el presupuesto dizque para ahorro y por supuesto utilizarlo para seguir maiceando a miles de ciudadanos sin empleo, a los que utiliza como estrategia para que sigan sufragando por Morena.
Anhela que los fraudes electorales puedan realizarse como en antaño, en las décadas en la época priista, a la que llamó el escritor peruano Mario Vargas Llosa, “la Dictadura Perfecta”, que con el inquilino de Palacio se nombraría la “Dictadura Bananera”.
En los próximos 17 meses se decidirá sobre el futuro de la democracia electoral mexicana, es decir; los comicios presidenciales a celebrarse en junio de 2024, el Plan B, aprobado sobre las rodillas por sus vasallos e incondicionales legisladores federales de Morena-PT y PVEM, por lo que la Suprema Corte deberá enmendar y votar en contra de este maligno Plan B que va en contra de la democracia, bienestar y tranquilidad que hemos construido los mexicanos en los últimos 32 años.
Asimismo, la oposición conformada por el PRI-PAN-PRD y millones de ciudadanos deberán unirse para dichos comicios y demostrar que deseamos un sustancial y benéfico cambio político y social, con el que tengamos a un presidente responsable que ame profundamente a nuestro país y que vele por los intereses de todos y cada uno de los habitantes, de lo contrario nos hundiremos cada vez más con este mandatario que únicamente desea perpetuarse en el poder, a cualquier precio, es por ello que la militarización de nuestro país prosigue, López Obrador desea perpetuarse en el poder con las Fuerzas Armadas de su lado. ¡Cuidado!
LA MINISTRA NORMA PIÑA, EXIGE INDEPENDENCIA DE PODERES
En ningún momento de su discurso titubeó la ministra presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña Hernández, al exigirle de frente al jefe del Ejecutivo respeto a la división de poderes el pasado 5 de febrero durante el 106 Aniversario de la Independencia de México, celebrado en el Teatro de la República de Querétaro, capital.
Fue la primera ocasión que se encontró con el mandatario López Obrador, en su discurso señaló que es importante la independencia del Poder Judicial, demandó que se califique a los jueces sólo por sus resoluciones y no por otros criterios.
“La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectiva las libertades y la igualdad de las y los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial siempre en beneficio de la sociedad”, aseveró la ministra presidente.
De igual manera, Piña Hernández alertó sobre el riesgo que los actores políticos experimenten en sus escritorios una falsa sensación de poder del “deber cumplido” sólo por participar “en reuniones con bellos ejercicios de oratoria” que calificó de “encuentros estériles”. Muy buena la actitud de la ministra Piña al echarle talento y valor y no “achicarse ante Amlo.
Por cierto, Norma Piña no se levantó de su silla cuando Andrés Manuel López Obrador ingresó al recinto, acto que causó molestia al propio López Obrador que está acostumbrado a ser tratado como sultán, rey, mesías o dictador, para que todos le rindan pleitesía y por supuesto que les caló hondamente.
El voz-cero presidencial Jesús Ramírez puso en sus redes sociales que algunos no cumplieron con el protocolo poniendo en su Twitter la foto de la ministra sentada. Como siempre, los morenistas ven la paja en el ojo ajeno pero la viga en el propio no. Pues si alguien ha violado los protocolos son ellos, debido a que López Obrador debió estar flanqueado por los titulares de los Poderes Legislativo y Judicial, de Santiago Creel Miranda y Norma Piña respectivamente, más no por los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, como lo hicieron erróneamente.
Por lo visto, en cuatro años Amlo, Morena y su 4t no han podido aprender de protocolos. ¡Qué pena dan!
