Por segunda ocasión, millones de ciudadanos unidos marchamos ayer domingo en más de 100 ciudades de nuestro país como en otros países, para refrendar su apoyo total al Instituto Nacional Electoral para que el perverso Plan B de Andrés Manuel López Obrador, sea desechado por los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Era impresionante las decenas de miles de personas marchamos desde Paseo de la Reforma para saturar la antigua avenida Juárez hasta llegar a Cinco de Mayo, así como las otras calles paralelas, 16 de septiembre, Tacuba y otras por el lado norte que desembocan al zócalo capitalino e ingresar al zócalo para demostrarle al jefe del Ejecutivo que no estamos de acuerdo con su maligno Plan B, que no debe trastocarse la democracia social ni electoral que nos costó 32 años construirla y que a través del antes Instituto Federal Electoral (IFE), hoy Instituto Nacional Electoral (INE), existe certeza, transparencia, legalidad e imparcialidad, en los todos los comicios electorales que se han llevado a cabo desde entonces.
No permitiremos pese a los insultos, ofensas, agresiones y descalificaciones que hemos recibido de parte del tabasqueño, (que ha sembrado odio entre los mexicanos que busque reelegirse, que pretenda instalar una dictadura para destrozar la vida libre y democrática que hemos diseñado todos y al mismo país, seguiremos en pie de lucha, no cejaremos un ápice nuestro esfuerzo, decenas de millones de mexicanos estamos convencidos que el árbitro que organiza las elecciones es el indicado, que si bien es perfectible, no es un panacea ni tampoco se extinguirá por un deseo perverso de controlar a los mexicanos y al país. ¡Enhorabuena!
Sin lugar a dudas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, le sigue jalando con exceso de confianza “los bigotes al tigre” (léase a la ciudadanía), por su necedad, su desbordado autoritarismo, su desmedido afán de despedazar la democracia social y electoral que nos costó a todos los mexicanos más de tres décadas bordarla, construirla, nuestro cada vez más vapuleado país. Su ambición desmedida para eternizarse en el poder es sabida por los más de 126 millones de mexicanos, le recordamos Amlo que en la democracia no está permitida la reelección y así seguirá.
Asimismo, como era de esperarse, el miércoles pasado, (una vez más, es decir, desde hace más de cuatro años), sus incondicionales y sumisos senadores de Morena y sus rémoras del Partido del Trabajo y Verde Ecologistas, le aprobaron sin quitarle coma alguna, como lo hacen primeramente y originalmente en la Cámara de Diputados, su perverso y despiadado llamado Plan B que es inconstitucional, burdo, carente de imparcialidad y que aniquilará al INE para llevar a cabo elecciones limpias y transparentes.
De igual manera, este maligno Plan que aprobaron los sometidos e indignos senadores, que es una traición a la patria, , acabará con la democracia social y electoral, por el capricho y desmedido del inquilino de Palacio que le estorban para continuar con el despedazamiento de las instituciones, del cero crecimiento económico en su régimen perdido, con la paz que nos ha arrebatado el crimen organizado en todas sus modalidades por la complacencia y la inacción del inquilino de Palacio.
López Obrador, tiene por objetivo revivir que las elecciones sean manejadas desde la secretaría de Gobernación, triturando al INE, poniéndole fin al voto libre y secreto del ciudadano, pues estaría en grave riesgo el elegir a futuros diputados locales y federales, a los senadores, a los gobernadores, debido a que ya no habría elecciones confiables, transparentes e equitativas.
El siniestro Plan B de Amlo busca acabar con el cumplimiento de las obligaciones del Instituto Nacional Electoral con imparcialidad, con eficiencia y con profesionalismo, para dar paso a que desde Palacio Nacional se manejen los comicios a través de la Secretaría de Gobernación.
Dicho Plan B, también pretende desaparecer las decenas de las 300 Juntas Distritales; se recortará personal calificado, simplemente seis mil servidores electorales se irían a la calle y que son los que actualizan el padrón electoral y expiden las credenciales de elector; los que hacen trabajo de campo que ubicando las casillas, los que contactan a los funcionarios y los capacitan, a los transportadores de la papelería electoral para que lleguen a su destino de ida y vuelta, a los que llevan a cabo los conteos rápidos, a los que procesan las impugnaciones y fiscalizan en el campo el cumplimiento de la ley electoral, entre otras y muchas funciones que desarrollan antes, durante el proceso y al final las elecciones, sean locales y federales.
La insistencia y perversidad del inquilino de Palacio y su séquito de incondicionales no tiene límites. Lo lamentable son las mentiras y engaños del tabasqueño que realiza todos los días en sus monólogos mañaneros, tergiversando la realidad de su Plan B, que no es más que acabar con la democracia social y electoral.
Es por ello que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), deberá desechar este pérfido Plan B en las próximas semanas. Si bien es cierto que se requieren ocho votos en contra de los 11 ministros que integran la Corte, deberán hacerlo o pasarán a la historia como la Corte que aprobó una reforma electoral inconstitucional que viola los derechos humanos ciudadanos y como una Corte sometida a los caprichos de un tirano que pretende enterrar la democracia mexicana. En caso de validarlo, entraremos en una grave crisis social, difícil de frenarla que ocasionará movimientos sociales en contra de la dictadura que tanto anhela Andrés Manuel López Obrador. ¡Cuidado!
El tabasqueño anhela ser el poder tras el trono, es por ello, que -insiste- en dejar a su corcholata preferida, (Claudia Sheinbaum Pardo), quien estaría imposibilitada constitucionalmente para ser aspirante a la silla presidencial, por ser hija de inmigrantes búlgaros.
López Obrador con su excesivo y abusivo uso de poderes, (tiene sometido al Legislativo) desde el primero de diciembre de 2018 con legisladores de Morena, PT y PVEM), justo cuando asumió la presidencia y lo seguirá haciendo en el año y siete meses que le resta de mandato.
Así pues, la democracia mexicana debe continuar su paso firme, incólume, en nuestro vapuleado país, recordemos que Amlo y su gobierno de la autollamada cuarta transformación no han podido cumplir sus promesas de campaña, los resultados negativos y los datos duros están a la vista de todos, se habla de una austeridad republicana que no existe, por el contrario, el derroche de recursos económicos sigue su marcha, la deuda impagable de Pemex que asciende a 105 mil millones de dólares; este año deberá pagar 10 mmdd; la Refinería de Dos Bocas que no refina ni medio litro de gasolina cuyo inversión era de 8 mil millones de dólares (160 mil millones de pesos) hoy ronda en los 240 mil millones de pesos y todavía no la concluyen.
El también fallido gansopuerto Felipe Ángeles que tuvo una inversión pública de 74 mil 305 millones de pesos y tendrá utilidades hasta el 2026, (si es que las llega a tener); El barril sin fondo llamado Tren Maya que al parecer no será concluido en este sexenio, en 2022 se le asignaron 63 mil millones de pesos y para este año la “módica” suma de 143 mil millones de pesos; ésta equivocada obra lleva más del 50 por ciento de su inicial presupuesto y según especialistas que haya este incremento habla de un problema severo de planeación. Recordemos que la inversión estimada era entre 120 mil y 150 mil millones de pesos; hoy oscila entre los 230 mil millones de pesos.
Y qué tal, los más de 145 mil muertos a manos del crimen organizado en todas sus modalidades; será el sexenio más violento de la historia, ni en países en guerra existen tantos muertos como en nuestra república; qué tal el millón de muertos por Covid-19; y ni qué decir del nulo crecimiento económico en cuatro años; qué tal la inflación del año pasado en el que productos básicos y perecederos se han incrementado desde un 50 hasta un 100 por ciento; no podemos olvidar los más de 100 mil desaparecidos y una lista interminable de yerros cometidos por el presidente López Obrador.
Sin embargo, López Obrador, en sus conferencias mañaneras que cuestan diariamente entre 160 y 200 millones de pesos, pinta un paisaje distinto al real, siempre afirma que “vamos requeté bien”, cuando la realidad es otra. Los datos duros, están al alcance de todos. ¡Vergonzoso e indignante!
López Obrador, perdido por la ambición de su consumar su dictadura
La ambición desmedida por el poder, sigue perdiendo cada día más en el limbo al jefe del Ejecutivo Andrés Manuel López Obrador, se siente el mesías, el benefactor, día que pasa se pierde en el limbo,
Sin lugar a dudas, a los más ignorantes y taimados, así como al más preparados e inteligentes, el poder político y económico lo envilece y lo embelese, son dos palabras que redondean la ambición desmedida por perpetuarse en el dominio que no desean soltar para continuar ostentándolo, se sienten Mesías, dioses, iluminatiintocables, lo máximo que haya creado la naturaleza y con estas terribles carias, es normal en políticos y personajes que anhelan gobernar a su país. Nadie escapa a esa perversión.