El visible amasiato que caracterizó siempre la relación entre la jerarquía católica con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde hace varias décadas, pasa por uno de sus peores momentos; la gota que derramó el vaso fue la reciente ejecución de dos sacerdotes en Iguala, Guerrero.
Trascendió a este espacio, que el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, quien también es presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, tiró línea al resto de prelados del país para que no se respalde la campaña presidencial de José Antonio Meade, pues a cinco años del gobierno de Enrique Peña, el saldo de presbíteros asesinados en el país es de 21, sin que se haya esclarecido a satisfacción ninguno de estos crímenes.
La cabeza del organismo rector de los obispos en nuestro país expresó gran malestar por la impunidad que priva en México, ante la ola de muertes y crímenes que ya ni a los religiosos respeta.
Lo anterior, luego de recibir la llamada del obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, confirmando que los dos asesinados sí eran sacerdotes, uno de esa diócesis y el segundo de la de Acapulco.
Robles Ortega, quien hoy por hoy es de los jerarcas más influyentes en el país, solo a la par del nuncio apostólico y del arzobispo primado de México, pidió a todo el orden episcopal que replieguen cualquier acción que avale o respalde al presidenciable del PRI.
Veremos cuál será la estrategia cicatriz para que el PRI-gobierno no pierda a uno de sus aliados más influyentes, que muchas veces fue determinante para concretar triunfos a favor del tricolor; el poder fático por excelencia: la jerarquía católica...
Por otro lado, gran revuelo causó en la estructura eruvielista la decisión del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Segundo Circuito, con sede en Naucalpan, de suspender definitivamente como notarios públicos a los 12 fedatarios designados por el exgobernador al final de su mandato.
La determinación responde al recurso de revisión 419/2017 promovido por Carlos Ruiz Domínguez, después de que un juez le denegó la medida como resultado del juicio de amparo indirecto que promovió en contra de las designaciones. Sin embargo, a todas luces se puede leer una revancha política en la cual Ruíz Domínguez es solo la parte visible.
En este entendido, Erasto Martínez Rojas, Alfredo Jaramillo Manzur, Luz María Angélica Alatorre Carbajal, Francisco Xavier Borrego Hinojosa y Marcelo Rossetto Armida, quienes ya habían iniciado funciones, así como Lorena Gárate Mejía, Omar Martínez Vargas, Ricardo Giovanni Arredondo Lino, Beatriz Mercedes Corona Mercado, Héctor Javier Astudillo Calvo, Gustavo Fernández Sauri ni Alejandro Agundis Arias, a menos que el amparo interpuesto se resuelva en su favor, ya fueron como notarios.
