Debanhi, Yolanda, Ariadna Fernanda y Luz Raquel, entre muchos más, son nombres que difícilmente olvidaremos, porque sus casos estremecieron a la sociedad y puso en evidencia que en México la violencia contra las mujeres no está superada y en muchos lugares sigue siendo una constante amenaza que afecta lo mismo a adultas, adolescentes y niñas.
El 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer”, empezó a conmemorarse por la ONU en 1975, en ese día. Dos años después fue proclamado por su asamblea. Por supuesto las grandes manifestaciones femeninas son los orígenes; las mujeres, especialmente en Europa, reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.
En la Ciudad de Nueva York, trabajadoras de la “Textilera Cotton” fueron brutalmente reprimidas al realizar una manifestación para reclamar mejores condiciones de trabajo y la reducción de la jornada laboral. Sospechosamente después de registró un incendio en la fábrica, ahí murieron 120 mujeres.
Los casos de Debanhi, Yolanda, Ariadna y Luz Raquel sobresalieron porque lograron sobrepasar la indiferencia social y gubernamental y contribuyeron a visibilizar este fenómeno que afecta al sector, cuyas denuncias sólo representan una mínima parte del problema social. De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los 12 meses de 2022 fueron asesinadas 3 mil 754 mujeres, de las cuales sólo 947 se investigan como presuntos feminicidios.
El dato es impresionante y revelador de una realidad social en la que cada día diez mujeres son asesinadas, en muchos casos sólo por el simple hecho de su condición femenina. Muy al margen de ideologías o criterios partidistas, la actual administración federal se encamina a cerrar como otra más que fue rebasada por esta problemática de violencia de género.
Guanajuato, según la Secretaría de Seguridad y Protección Pública, es la entidad que más homicidios dolosos de mujeres reportó en 2022 con 413 casos; seguida de Baja California, con 276; el Estado de México, con 269, y Michoacán, con 232. Estos cuatro estados se ubican al mismo tiempo como parte de los seis más violentos del país.
Colectivos feministas radicales tuvieron que hacer uso de la iconoclasia para que la sociedad y el gobierno visibilizaran el problema, a través de la intervención a pinturas o monumentos pertenecientes al patrimonio histórico, como un medio de expresión de su inconformidad ante el estado. Este movimiento ha sido altamente criticado por la sociedad, porque amplios sectores lo confunden con vandalismo.
En las últimas protestas realizadas en Toluca, los colectivos ultras participantes también han usado la iconoclasia, particularmente contra el Poder Legislativo, pues consideran que sus demandas y necesidades no han sido atendidas por los diputados. La titular de la Secretaría de las Mujeres, Denisse Ugalde Alegría, dio a conocer que se prevé la participación este año de unas 3 mil 500 mujeres, integrantes de diversos colectivos, con quienes han sostenido pláticas para escuchar sus demandas.
Dijo que a través de las diversas dependencias de seguridad del gobierno estatal y municipal de Toluca, se procurará la integridad de quienes participen en la marcha.
Estaremos atentas al desarrollo de las manifestaciones, con el ánimo de que cada año sean menores, como resultado de la aplicación de efectivas medidas de protección a la mujer y de la erradicación de la violencia de género. ¡Que así sea!
