En México, los debates entre partidos políticos y candidaturas cobraron intensidad a medida que avanzó el proceso de transición democrática en nuestro país y, en ese marco, son prácticas de libertad pero también de responsabilidad de cara a la ciudadanía para atender su derecho a la información y fortalecer su decisión a la hora de votar; por ello, es relevante el llamado de Alejandra del Moral hacia Delfina Gómez a debatir, porque una de ellas romperá el techo de cristal y será la primera mujer gobernadora del Estado de México en la historia, una vez que la ciudadanía se exprese en las urnas el próximo 4 de junio.
Y no es cosa menor, será otra conquista importante en materia de paridad de género, pero no será una entidad ni una elección más. El Estado de México es el más poblado y con el mayor padrón electoral -12.5 millones de electores-; es la segunda economía nacional y, junto con la CDMX, conforma la concentración urbana más grande del mundo con todos los problemas y retos que demandan diariamente casi 25 millones de habitantes. Por ello es fundamental conocer a quienes aspiran a gobernarla.
Porque Alejandra del Moral o Delfina Gómez se sumará a las 9 mujeres que ya gobiernan una de las 32 entidades federativas y, si bien ello apenas representa el 28% del total, ya es un avance cuantitativo histórico que deberá someterse a la báscula cualitativa, porque no es suficiente que una mujer gane la contienda. Ser mujer no garantiza abanderar las causas de las mujeres. La visión de género tiene que ver con entender el significado de la lucha feminista que a lo largo de la historia han librado mujeres valientes que conquistaron los espacios públicos de los que ahora gozamos pagando, incluso, con su vida.
Entender que derechos como votar y ser votadas, por ejemplo, fue una conquista de las mujeres frente a una cultura patriarcal que aseguraba que el lugar de las mujeres era en su casa, cuidando a los hijos, a los enfermos o a las personas mayores y quitándoles la oportunidad de salir a trabajar o estudiar para ser independientes y autosuficientes; o ser conscientes de la visión androcéntrica que coloca al hombre en el centro y a la mujer por debajo en condición de sumisión y sometimiento; son doscientos años en el mundo y cien años en México, de batallas abiertas de las mujeres por la igualdad de derechos y oportunidades, que aquellas que llegan a ocupar espacios de poder debieran tener presentes, aquilatar y reivindicar.
Por eso es importante conocer las competencias y capacidades de las candidatas para atender los temas que preocupan y ocupan a la población mexiquense; pero también es esencial confrontar sus ideas y propuestas con la agenda por la igualdad de género que impulsa la dinámica internacional y mandata el marco normativo nacional; y, como ciudadanía, contrastar intenciones con resultados previos. Pasar por el tamiz de la realidad lo dicho y lo hecho.
Los debates se han convertido en un referente obligado para contar la historia de una elección y, a veces, para explicar su resultado (Juárez, 2021) y en México ya se encuentran ampliamente regulados. De acuerdo con la legislación local, el Instituto Electoral del Estado de México deberá organizar dos debates entre las candidatas a gobernadora con la obligación de difundirlos por todas las vías posibles, con base en la normatividad establecida para garantizar equidad, transparencia y máxima publicidad. El procedimiento es que una o ambas candidatas, ya formalmente registradas, presenten la solicitud también formal ante el árbitro electoral o esperen a ser convocadas por el propio instituto una vez que inicien las campañas electorales que tendrán una duración de 59 días y correrán del 3 de abril al 31 de mayo.
@IrmaCruzE
