Una estrategia de mercado que emplean empresas, industrias y comercios para ganar clientes y reconocimiento público es la utilización de valores y cualidades socialmente aceptadas en sus mensajes publicitarios, los cuales al ser vinculados con su marca o identidad corporativa, generan empatía con la sociedad; en consecuencia, obtienen mayores ingresos económicos, lo cual es absolutamente legítimo. Actualmente, conceptos como sustentabilidad, reciclaje, ambientalismo, inclusión social, diversidad sexual, libertad, empoderamiento, entre otras nociones en boga, se suman a las narrativas mediáticas y marketing de las empresas para cautivar a sus clientes y usuarios.
En contraste, en términos de opinión pública, paralelamente existe un fenómeno social adverso y muy recurrente en medios masivos de comunicación y redes socio digitales, impulsado por ciertos convencionalismos y corrección política, consistente en establecer una especie de linchamiento mediático automático cuando se difunde de manera masiva un accidente o emergencia, la cual sucede dentro de un establecimiento, sucursal u oficina, y éste involucra entre sus consecuencias la presunta ausencia de cuidado o atención preventiva por parte del responsable del inmueble; o por la falta de mecanismos, sistemas o equipamientos destinados a la protección de los ciudadanos —sean clientes, empleados, o proveedores—, entiéndase como la falta de extintores, de un sistema de alertamiento sísmico, de detección de incendios, señalización, botones de alarma, botiquín de primeros auxilios; o por falta de personal, dependiente del lugar, con conocimientos para atender una emergencia.
Dicho tribunal mediático en el que participa la ciudadanía de manera prácticamente anónima, desde la comodidad de un dispositivo electrónico, sin evidencias, ni elementos objetivos (basado quizá en una fotografía o video visto en redes), puede hacer tal presión social que ésta es capaz de poner en serios aprietos a cualquier Gerente o Director de Operaciones de cualquier empresa, por la simple falla de un extintor, por tener un botiquín vacío o, lo peor, por el fallecimiento de una persona, dentro de sus instalaciones, por una causa que pudo haber sido atendida si el establecimiento contará con personal capacitado en atención de emergencias o si alguien hubiera llamado a una ambulancia.
Una situación de emergencia mal manejada o no atendida —encima magnificada mediáticamente— puede ser tan costosa y difícil de superar para la empresa, no solo económicamente, sino que el desprestigio, el daño moral y patrimonial, las multas, presiones, trámites burocráticos y el desgaste emocional que comparten propietarios, directivos, empleados, usuarios y posibles deudos la puede llevar a la inviabilidad.
Es momento de cambiar los paradigmas de la protección civil y la seguridad industrial dentro de los inmuebles; dejar de verlos como un gasto innecesario o como un trámite —¡Porque aquí nunca ha ocurrido nada!— y considerarlos un VALOR PÚBLICO AGREGADO a sus productos, al servicio y a la atención que sus clientes y usuarios merecen. ¿Se imagina usted una publicidad comercial en la que una marca invite a sus clientes a consumir sus productos o servicios simplemente porque están hechos con los mejores estándares de seguridad y protección para sus empleados, o porque dentro de sus instalaciones usted está más seguro y protegido que en cualquier otro lugar?
Contar con dispositivos, seguridad, implementar acciones preventivas —directorios de emergencia, revisión y mantenimiento de instalaciones y maquinaria, capacitación, simulacros, entre otras—; elaborar un programa de protección civil y planes de emergencia, formar una brigada… En fin. Además de cumplir la ley (Artículo 39 y 40 de la Ley General de Protección Civil) cada empresa, industria, comercio u oficina está agregando valor público a su Organización. Un valor imponderable en el que nunca se piensa como un elemento sustantivo para la óptima operación, continuidad y permanencia del negocio, sino como un requisito gubernamental más por cumplir.
¿Cuánto cuesta hacer un Programa Interno de Protección Civil? Creer que son acciones que no aportan beneficios, ni ganancias monetarias; que no representan una ventaja ante sus competidores es una idea muy difundida, sin embargo ¿Cuánto cuesta una vida? ¿Cuánto dormir tranquilo? Esto también es protección civil. ¡Que su semana sea de éxito!
Hugo Antonio Espinosa
Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca, Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.
Actualmente, es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX
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