“Yo veo un México con hambre y sed de justicia”
Luis Donaldo Colosio
Sobre México se cierne una nube negra con cambios en todos los órdenes de la vida institucional; ahora en los órganos electorales, clave en las elecciones de 2024. Esa es la nueva realidad. El tiempo ido no volverá. La tragedia empezó a sentirse hace décadas. Su vida querido lector y la nuestra no volverá a ser igual.
El 23 de marzo de 1994 asesinaron a Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la Presidencia de la República, al término de un mitin en Lomas Taurinas, Baja California. Hecho y fecha que han marcado un hito en la vida del PRI y del país.
En un acto multitudinario en el Monumento a la Revolución el 6 de marzo, Colosio habría pronunciado el discurso icónico que marcó la presidencia de Carlos Salinas, la carrera de Manuel Camacho Solís y del sistema que hasta entonces se había conducido mayoritariamente con priistas. A Carlos Salinas lo sucedería Ernesto Zedillo –buen presidente del PRI-. Fue el principio de un nuevo tiempo que ninguno de los actores involucrados habría imaginado.
Los gobiernos surgidos del PRI construían instituciones, hospitales, escuelas, infraestructura; se hacía investigación, se ocupaban de la modernización del país, de la participación de México en el mundo global, de la educación en todos los niveles. Se tenía una manera de actuar y de socializar de la militancia con la ciudadanía en la que se advertía identidad y respeto. Ese PRI ya no existe. Aún no sabemos si lo que ocurre es mejor. El paradigma del PRI es y sigue siendo “Democracia y Justicia Social”. Hoy anulados en los hechos, en los militantes y en la palabra.
Apoderarse de las instituciones electorales, incluido el INE, institución extraordinaria elogiada por propios y otros países en materia de organización de elecciones lleva el camino de quedar bajo la autoridad del Presidente de la República, como se advierte en el Plan B –fallido por cierto- más la planeación de una nueva credencial de elector que facilitará que con los datos biométricos de las ciudadanas y los ciudadanos voten otros. También se trabaja ya en la imposición de Consejeras del INE cercanas a la 4T.
Llegó Morena y con ello el debilitamiento del PRI, con un presidente a modo. El partido se debilitó, se dividió, fue asaltado por traidores cercanos a AMLO, preámbulo de un PRI que no llegó a permanecer para alcanzar el sueño de la “Democracia y Justicia Social”.
