El reloj político marca la conclusión de la administración del gobernador Alfredo del Mazo. A poco más de un mes para que este cierre su mandato, por supuesto que no existe la intención de su grupo político de alejarse; el plan es mantener las riendas en la Legislatura y el CDE del PRI.
Un tablero de ajedrez donde las piezas se mueven con la intención de determinar los próximos candidatos a diputaciones locales y ayuntamientos para el proceso electoral de 2024, ya en su etapa de gestación. En este juego, nombres como Darío Zacarías Capuchino y Eric Sevilla emergen, buscando establecer un pacto con el PRD, por lo pronto, pues la idea es ir de nuevo juntos los cuatro partidos políticos (PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza
La cuestión crucial es: ¿Cómo el delmacismo puede anclar su influencia en el PRI, a pesar de que se debilitó, pero tiene el control del poco poder que aún mantiene?
Las fichas se mueven de nuevo. Alejandra Del Moral, quien fuera candidata a gobernadora, estaría de vuelta en la arena política, como diputada regresando a su curul (que ocupa actualmente Isabel Sánchez Holguín) y potencial presidenta de la Junta de Coordinación Política (no regresaría si no fuera de esa manera). Elías Rescala Jiménez, a su vez, asumiría el liderazgo del comité directivo estatal. Aparentemente esa sería la gran jugada y no dejar el control.
Un refuerzo en el Congreso local vendría con Miguel Torres Cabello, suplente de Jesús Izquierdo Rojas, y el retorno de Guillermo Zamacona, aliado y gran amigo de Alejandra.
Sin embargo, desde la sede del PRI nacional, Alejandro Moreno ha dibujado claramente su línea de resistencia. Su objetivo es el control total desde la capital del país, y la carta que jugaría sería la diputada federal Ana Lilia Herrera Anzaldo. Ella entraría en escena como delegada con funciones de presidenta. Así, de la mano del líder nacional, se tomarían las decisiones cruciales para los procesos estatal y federal, incluyendo las candidaturas a diputaciones locales y federales, ayuntamientos y senadores.
En un contrata ataque para debilitar al delmacismo, se dice que un contingente de priistas solicitarán la expulsión del pronto exgobernador, Alfredo Del Mazo. Este movimiento, por supuesto, sería ejecutado después del 16 de septiembre. Es un hecho que no procedería la expulsión, pero sí debilitaría a Del Mazo, con quien muchos priistas están molestos.
Veremos de los dos supuestos planes políticos que es lo que sucederá. Lo que sí, es que se vislumbra una colisión inminente dentro del Partido Revolucionario Institucional.
