Nuevamente otro feminicidio, otra historia de dolor, la estrategia nos señala que no es el camino correcto. Podremos empoderar a todas las mujeres del mundo, pero si no atacamos el problema de raíz con reeducar a agresores y sembrar valores, mañana estaremos pidiendo justicia para alguien más.
La salud mental es urgente atender, cuántos hombres han asesinado a sus exparejas por no aceptar la ruptura de una relación, por celos, por enojos, por no tener la razón, o por el abuso de substancias tóxicas.
La salud mental, debe ser prioridad, contar con un carnet de atención, similar al de las vacunas, cada día nos encontramos con mentes y almas enfermas, rotas, que, al no tener apoyo, cometen graves acciones que han enlutado a muchos hogares.
No basta con recordar a quienes matan por un conflicto vial, por una deuda, por un juego de futbol, por estar de mal humor y muchas causas más, que ya ameritan acciones.
El control de las emociones es importante, difundir los síntomas de las enfermedades mentales, además de aclarar que no es sinónimo de locura, sino de una enfermedad que necesita ser tratada.
¡Caray!, si algo no resulta hay que cambiar la estrategia. Urge, es urgente que pase una revolución para acabar con los feminicidios, nos están matando.
Es imperativo cambiar en materia educativa, de salud y obligar a madres y padres a cumplir su papel.
Una revolución educativa, donde la educación cívica sea una materia importante tanto como las matemáticas, donde se les enseñe el respeto a su patria, a sus semejantes, a todo ser vivo.
Donde se vuelva hacer normal ser buen ciudadano, con pequeñas acciones que hagan la diferencia, y dejar claro que las malas conductas tienen consecuencias.
Es importante obligar a los padres de familia a pasar tiempo de calidad con sus hijos, que los eduquen, que no sea el internet o la televisión quienes pasen más tiempos con ellos, es entendible que las circunstancias económicas exigen que papá y mamá salgan a trabajar, pero es su responsabilidad y obligación no solo proveer de alimentos, vestido y educación. Es su obligación dejar buenos seres humanos, con valores, con limites, con metas y sobre todo ayudarlos, y corregirlos cuando se sabe si andan en malos pasos, uno como madre sabe lo que parió y si sus hijos son buenos seres humanos, o si son capaces de agredir o matar.
Me duele, en verdad me duelen tantas historias de dolor, la más reciente la de Ana María Serrano Céspedes de 18 años de edad, estudiante de medicina, quien soñaba con ser cardióloga. El pasado 12 de septiembre del 2023, fue asesinada en lo que debería ser su lugar más seguro, su casa.
El presunto responsable su exnovio Allan “N” con quien habría salido año y medio le arrebataría la vida, simplemente porque no quiso regresar con él.
Durante el tiempo del noviazgo, relató la mamá de Ana María, la señora María Ximena, de nacionalidad colombiana, a una radio de su país, que Allan era un chico amable, educado, detallista que salían como cualquier noviazgo adolescente, y hasta conocían a los papás pues estaban en el grupo de los papás del Colegio de toda la vida pues se conocían desde la primaria.
Antes de terminar su relación empezaron los problemas de celos, pero su relación terminó en el mes de junio, y empezó un acoso de regalos, mensajes y el stalkeo de sus nuevos amigos de la Universidad.
Sin embargo, los mensajes ya fueron más fuertes, pero sus padres no tuvieron conocimiento de ellos hasta que su hija ya no estaba con vida.
El día de los hechos, el martes 12 de septiembre de 2023 su mamá había tenido comunicación con su hija vía telefónica a las 3 de la tarde. Después a las 18 hrs entró una llamada de un número desconocido a su teléfono, y le escribió a su hija para saber si estaba bien, pero no respondía, situación que le extrañó, pues era un ahora en la que ella habitualmente estaría estudiando en casa.
Después le mandaron un mensaje del teléfono de su hija que decía; “me das tantito”, y después un mensaje de despedida, donde decía que no quería estar sola, pero era algo que su hija nunca escribiría, porque no habla así.
La mamá de Ana María llamó a un vecino para que pudiera verificar que ocurría, y el vecino le dio la noticia que su hija ya estaba sin vida.
Allan habría llegado a la casa de Ana María en Atizapán de Zaragoza quien se encontraba sola, ya que sus padres estaban en Roma de viaje de aniversario de bodas.
Allan fue captado a través de las cámaras de seguridad que había ingresado a su domicilio y presuntamente habría manipulado la escena para que se pensara que se trataba de un suicidio.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México les confirmó que se trató de un feminicidio. El presunto responsable Allan de 18 años de edad fue capturado en el municipio de Malinalco en espera de la resolución de su caso.
Hoy la vida de dos familias cambió, si tan solo hubieran notado algo, en la conducta intensa de Allan, ambos chicos podrían construir un gran futuro, Ana María hubiera podido realizar su sueño de ser cardióloga y Allan hubiera podido vivir en libertad.
Él hubiera no existe, cuántas historias más se necesitan para cambiar la estrategia.
María Ximena eres una mujer muy fuerte, te admiro y acompaño en tu dolor.
#DigitalMex
#VozDeMujer
#LupitaEscobar
#MaestraDelfinaGómez
#JusticiaParaAnaMaría
#NiUnaMás
#CámaraDeDiputadosEdoMéx
#Feminicidios