Es curioso cómo ciertos meses y años se convierten en preludios de desastres de todo tipo, bélicos, naturales o desequilibrados. Eso le pasó a 1985 —refiere el periodista mientras sorbe su café americano sin azúcar—. Mire, por allá del siglo XIV, las leyendas narraban que, desde septiembre y hasta las lunas de octubre, en los bosques europeos bullían los cenáculos de brujas malignas. Éstas habían lanzado un hechizo para que, durante 30 días, pudieran hacer rituales sin ser molestadas o arrojarían una maldición de desgracias para la humanidad. Las brujas fueron perseguidas, cazadas y quemadas hasta finales del siglo XV.
Más allá de supersticiones, 1985 y septiembre han sido preludio de aterradores eventos. En el tema de la naturaleza, en marzo, Chile padeció un terremoto de 8.0 grados que dejó cerca de 30 mil fallecidos; mientras que en México, en septiembre, ese 19 tan terrible, ocurrió un terremoto de 8.1 grados, que dejó alrededor de 10 mil víctimas mortales. Tristemente.
Demenciales y siniestros
El amanuense sorbe lentamente el café que se enfría. Ese 1985 despertó también la historia de violencia demencial en el mundo. Muchos pseudo líderes políticos y religiosos surgieron. El 10 de enero, tomó posesión como presidente de Nicaragua Daniel Ortega, uno de los dictadores más sanguinarios de Latinoamérica. En junio, miembros del grupo terrorista Hezbolá, dirigidos por Imad Mugniyah, secuestraron el vuelo 847 de Trans World Airlines, con 153 personas tripulantes, entre ellos Robert Stethem, un buzo de la Armada estadounidense, al que asesinaron. Ese hecho, que duró 17 días, es considerado el inicio de ataques y secuestros de aeronaves con fines terroristas; el siguiente caso sucedió el 23 de junio en Irlanda, cuando el vuelo 182 de Air India explotó en el Atlántico matando a 329 personas. Ese año también, pero el 12 de agosto, en Japón, el Boeing 747 de Japan Airlines se estrelló en las montañas del archipiélago tras ser secuestrado por terroristas, muriendo 520 personas.
Por cierto, algo que no salió en la película "Storm Over the Pacific," traducida al español como "Pearl Harbor," es que el 4 de agosto en Los Ángeles, se suicidó Paul Bregman, tripulante del bombardero que arrojó la bomba atómica sobre Nagasaki en agosto de 1945 y que causó la muerte de 70 mil japoneses.
Y en el fútbol, también el 85 dejó huellas históricas. El 26 de mayo, en la final de fútbol entre Pumas y América, ocurrió la tragedia del túnel 29 en el Estadio CU. Once personas murieron por una estampida humana. Lo mismo ocurrió en el Estadio de Heysel de Bruselas, en el que murieron 39 aficionados por una avalancha de aficionados durante la final de la Copa entre el Liverpool y la Juventus. ¡Qué locura!, ¿no? Pero nada igual a lo ocurrido el 19 de septiembre, en la isla Mindanao, Filipinas, donde 60 miembros de la tribu Ata se suicidaron con insecticida por órdenes de su gurú Datu Mangayanon, quien les aseguró que verían la imagen de Dios. Seguramente la vieron.
Pocas pero buenas noticias
La crisis social, la hambruna, los crímenes contra niños en Etiopía, también despertaron la solidaridad de artistas estadounidenses. En una iniciativa llamada "EE. UU. for Africa," en enero de ese 1985, Michael Jackson, Lionel Richie, Tina Turner, Cyndi Lauper, Diana Ross, Stevie Wonder, entre otros, grabaron el sencillo "We are the world", cuya recaudación se destinó totalmente a los niños africanos.
Y por cierto, el 1 de septiembre, el oceanógrafo Robert Ballard encontró en el Atlántico Norte los restos del Titanic, de los que han surgido muchas historias… y fantasmas. Esperemos que el hechizo de las brujas ya termine… Mi X @raulmandujano.
